Cuerpo asegura que el Gobierno "no tiene prisa" para nombrar al gobernador del Banco de España
El Gobierno no tiene prisa para nombrar al nuevo gobernador del Banco de España. El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha asegurado que de momento no hay novedades con respecto a la designación del sucesor de Pablo Hernández de Cos, cuyo mandato concluyó el pasado 10 de junio. "Seguimos trabajando para llegar a un acuerdo con el principal partido de la oposición (...) No tenemos prisa", ha asegurado tras recordar que el mandato de la actual 'número dos' del organismo, Margarita Delgado, que ejerce en la práctica como gobernadora en funciones, no expira hasta el próximo 11 de septiembre.
Cuerpo se ha pronunciado de este modo en el marco de una conversación organizada por la Fundación Alternativas, en el día en que la propia Delgado acude a la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), un encuentro en el que por primera vez desde la creación del Eurosistema España tendrá voz pero no voto en las decisiones de política monetaria. Bien es cierto que dichas decisiones se adoptan siempre por consenso, lo que limita el impacto de esta situación.
Desde el propio sector financiero temen que el retraso en nombramiento del nuevo responsable de la entidad haga a España "perder peso" dentro de las instituciones europeas. Así se ha expresado la consejera delegada de Bankinter, Gloria Ortiz, en la rueda de prensa para presentar las cuentas de la entidad que, tradicionalmente da el pistoletazo de salida a la temporada de resultados empresariales.
El Gobierno aprobó el pasado martes la actualización del nuevo cuadro macroeconómico diseñado por Economía que servirá de eje para los Presupuestos Generales del Estado de 2025, actualmente en elaboración. El ministro ha incidido en que las próximas cuentas evidenciarán el compromiso de España con la consolidación fiscal. Ha puesto en valor, además, cómo el país ha eludido la apertura de un procedimiento de déficit excesivo por parte de Bruselas ante los esfuerzos que ha venido llevando a cabo los últimos años y que le permitirán despedir el ejercicio con un déficit del 3%, en línea con las exigencias de la Comisión Europea.
Una parte de ese proceso de consolidación viene dado por el ciclo, gracias al fuerte crecimiento que registra la economía española y que ha llevado al Gobierno a mejorar sus previsiones. Pese a que estiman que el PIB crecerá al 2,4% este año, al 2,1% el que viene y que mantendrá un avance del 2% en 2026 y 2027, el propio Cuerpo ha reconocido que ese dinamismo no ha llegado aún a la economía real.
Paro y productividad, grandes rémoras de la economía
El titular de Economía ha situado como las dos grandes "rémoras" de la economía nacional la tasa de paro y la escasa productividad. Ha recordado que a nivel de empresa, el tejido productivo está conformado básicamente por pymes que, además, son más pequeñas que las del entorno. Ha apuntado a la necesidad de converger en este ámbito con los países del entorno como uno de los factores "determinantes" para elevar la productividad.
Como uno de ellos, puesto que también será esencial que las empresas tengan a su disposición suficiente financiación, a lo que desde su punto de vista contribuirán los 83.000 millones en préstamos asociados a la adenda del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (de los que 30.000 se canalizarán a través del ICO). Habrá que trabajar, además, en materia de simplificación administrativa y para reducir las barreras regulatorias que afectan a distintos niveles de la Administración (al europeo, al nacional, al regional y al local).
No hay 'bala de plata' contra el problema de la vivienda
Otro de los problemas ligados a este asunto es el de la falta de inversión y, en concreto, en construcción en un momento en el que existe una crisis de oferta que está afectando a la acceso de los jóvenes y los colectivos más vulnerables a la vivienda. En este sentido, el ministro ha sido rotundo al recordar que no existen soluciones rápidas para hacer frente a un desafío de esta envergadura.
"No hay una bala de plata donde puedas decir yo hago esto a corto plazo y el problema está solucionado, entre otras cosas porque viene de un arrastre de acumulación de problemas y uno de ellos es la escasez de inversión en nueva vivienda y sobre todo en vivienda nueva de alquiler y de alquiler asequible", ha explicado. El propio Banco de España cifraba en 600.000 las viviendas necesarias para combatir el déficit existente.