Enero bate récord de jubilaciones y el 45% aún se producen antes de los 65
En pleno proceso de reforma de las pensiones, cuyas medidas conocidas hasta el momento son consideradas insuficientes para recortar el gasto y garantizar la sostenibilidad del sistema por analistas y organismos nacionales e internacionales, las estadísticas de pensiones contributivas de la Seguridad Social de los dos primeros meses del año ya dan claras señales de lo que puede venir y constatan que el desembarco de los 'baby boom' es ya imparable. Así, en el mes de enero de 2022 se ha producido el segundo mayor número de altas de jubilación de toda la serie histórica -que comienza en 2005-, con 36.197 nuevos jubilados, 20.000 más que en diciembre de 2021.
Junto a esto, según la estadística de Clases Pasivas, durante el último trimestre de 2021 se retiraron 9.674 funcionarios y militares y casi 30.000 en todo el año. A pesar de que la edad legal de jubilación ha aumentado en 2022 a 66 años y dos meses para los trabajadores con menos de 37 años y seis meses cotizados, siendo de 65 años para el resto, y ya se han puesto en marcha nuevos incentivos para el retiro tardío y penalizaciones a la jubilación anticipada, los nuevos jubilados tienen una edad media, según los datos de enero, de 64,6 años, un mes menos que el que registro de media 2021 y la misma edad que se registró de promedio en 2020.
De las 36.192 nuevas altas, 16.544 se produjeron antes de los 65 años, lo que supone que el 45% de los trabajadores sigue optando por el retiro anticipado. Este porcentaje es superior al que se registraba en 2018 -43%- y mucho mayor -seis puntos porcentuales- que produjo de media durante el pasado año. Los registros de la Seguridad Social del mes de febrero también muestran un aumento muy importante de la nómina total de las pensiones de jubilación, que supone ya 7.775 millones de euros mensuales, el 18% más que en 2018. Además, se evidencia que las jubilaciones anticipadas tienen un coste añadido y de media se sitúan en 1.765 euros, casi 500 euros más que las que se pagan también de media a los mayores de los 65 años -1.298 euros-.
El gasto en prestaciones de jubilación ha aumentado en casi un 60% en la última década, mientras la pensión media lo ha hecho en un 37%
El gasto en prestaciones de jubilación -que ya suponen más de siete de cada diez euros de la factura total de las contributivas- ha aumentado en casi un 60% desde enero de 2011 -cuando se desembolsaron 4.883 millones para pagar estas pensiones- a febrero de 2022. Uno de los factores determinantes es la generosidad del sistema de reparto de las pensiones español en cuanto a cuantía de la prestación en relación al último sueldo recibido, que ronda el 80%, algo excepcional en Europa. Junto a esto, la subida de las prestaciones ligada al IPC y percibido en la empresa -en torno al 80%- hace difícilmente manejable el control del gasto. El elevado porcentaje de incremento de la factura de estas prestaciones prácticamente duplica el incremento de la cuantía media de la pensión de jubilación, que ha subido el 37% en el mismo periodo de tiempo hasta situarse en 1.248 euros.
La reforma de las pensiones ha cogido con el pie cambiado a buena parte de los 'baby boom' y nueve de cada diez considera que su prestación futura no se adecuará al esfuerzo que supone década de cotización y sueldos elevados y constantes. Más de la mitad de la generación del 'baby boom", aquella que cuenta en la actualidad con entre 44 y 63 años, carece de ahorro alguno para su jubilación, según una encuesta elaborada por el Instituto BBVA de Pensiones. Mientras, solo el 16% los 'boomers' tiene un plan individual de pensiones y apenas un 4% cuenta con un plan de empresa. La generación del 'baby boom' constituye un grupo de población muy voluminoso (13,3 millones de españoles y 1,4 de extranjeros) y en el que la proporción de mujeres que trabajan con remuneración es mayor que en ningún otro periodo de la historia del que se tenga registro.
Las tablas del Instituto Nacional de Estadística del tercer trimestre de 2021 apuntan que en menos de diez años, 3,9 millones de ocupados 'boomers' que ahora tienen más de 55 años se jubilarán, tras décadas cotizando y seguramente más tarde y con menos pensión de la que preveían antes de las consecutivas reformas del sistema. A estos se añadirán otros 630.000 parados con esas edades, que subsistirán en la mayoría de los casos con el subsidio pensado para los mayores hasta que se produzca ese retiro. En este contexto, numerosos puestos en buena parte de oficios, profesiones y sectores quedarán sin cubrir, desde la construcción, al transporte y la agricultura, a la sanidad, la educación o la gestión administrativa pública, no solo por un relevo mal enfocado con una Formación Profesional insuficiente para dar cobertura a la demanda laboral, también porque no habrá mano de obra bastante.