Economía y finanzas

Ya es del 3% del PIB

España dispara el déficit energético: "Es un tiro en el pie no buscar nuestro gas"

La vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
CONTACTO vía Europa Press

El déficit energético alcanzó en el mes de abril el 3% del producto interior bruto (PIB). En datos anuales, esa cifra no se registraba desde 2014, pero el encarecimiento del gas y el petróleo explica que España cada vez pague más por las importaciones de estos productos. Entre enero y abril, la diferencia entre las importaciones y las exportaciones energéticas alcanzó los 16.155,4 millones de euros, mientras que en el mismo periodo de 2021 fue de 6.414 millones. Las expectativas sobre los precios de la energía hacen prever que el déficit energético podría alcanzar el máximo registrado en 2012, cuando se situó en el 4,37% del PIB.

"Es más alto de lo habitual y acabará peor muy probablemente, pero es imposible saber en cuánto", señala Mª Jesús Fernández, economista senior de Funcas en una conversación con este periódico. No hay un nivel en el que debería situarse el déficit energético, como sí lo hay para la estabilidad de precios -el 2%, según el Banco Central Europeo (BCE)-, pero "las expectativas no son nada halagüeñas", añade Diego Rodríguez, director del área de Economía Digital y Energía de Fedea y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

En la misma línea se pronuncia el que fuese ministro de Industria, Energía y Turismo entre 2011 y 2016, José Manuel Soria. "Es una cifra elevada, pero hay que tener en cuenta las circunstancias de España: no tenemos ni gas, ni petróleo, ni podemos investigar si lo tenemos", señala. Soria hace referencia a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que prohíbe el fracking y la exploración de combustibles fósiles en territorio español. Sobre la norma, considera que se trata de "un tiro en el pie prohibir por ley poder buscar si hay gas", sobre todo en un momento en que "todo el mundo está buscando gas a buen precio o a cualquier precio".

El economista de Fedea explica que aunque España también exporta energía, las importaciones tienen un mayor peso. "La única forma en la que se podrían reducir las importaciones es si se produce una caída de la actividad económica y eso sería todavía más perjudicial que tener un déficit económico más alto", señala. La prueba es que en 2020, con una caída del PIB del 10,8%, el déficit energético de España se situó en el 1,45%, la cifra más baja desde 1999. Sobre el tope al gas, Diego Rodríguez explica que "vendemos más electricidad", pero continúa sin compensar el déficit. "Un país que no produce hidrocarburos, será siempre un importador, estará siempre en déficit energético", defiende. No obstante, la economista de Funcas cree que "no estaría mal aprobar alguna medida de eficiencia o ahorro energético". 

Fernández recuerda que en 2012 se aprobaron algunas medidas para contener el consumo energético, como por ejemplo, la reducción de la velocidad en las carreteras. Sin embargo, Rodríguez destaca que entonces la situación económica era distinta, en mitad de una crisis financiera y con un déficit por cuenta corriente en niveles récord. "No estamos en esa situación, es un contexto muy distinto", apunta. Ambos subrayan que el encarecimiento del petróleo y del gas explica este incremento en la balanza comercial energética. Además, Fernández apunta que aunque el petróleo también marcó los 125 dólares por barril de Brent en 2012, entonces, el cambio euro/dólar era más beneficioso que en la actualidad.

Reducir la dependencia energética

El incremento del déficit energético demuestra la dependencia energética de España. El objetivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 pasa por reducir el peso de las exportaciones energéticas que tiene que realizar nuestro país anualmente. En concreto, fija que la dependencia energética del exterior pase del 74% en 2017 al 61% en 2030. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 esta cifra subió hasta el 75% y en 2020, con las restricciones por la pandemia, bajó hasta el 67%. A través de las inversiones en renovables, el Gobierno se ha marcado la meta de seguir rebajando ese porcentaje.

"A medida que aumenten los recursos renovables, esa dependencia irá cayendo, la cuestión es el ritmo, porque los plazos de las inversiones son largos", advierte Rodríguez. Soria, por su parte, subraya que para apostar por el hidrógeno verde necesitas el gas como respaldo y por ello, cree que el error de la Unión Europea ha sido no tener una "política energética común". En el caso de España, critica que se dejase vencer el estudio sobre el impacto ambiental del Midcat y justifica que la solución para reducir la dependencia energética pasa por la construcción de infraestructuras, aunque subraya que "no son soluciones a corto plazo" y como resume el economista de Fedea: "El problema lo tenemos ahora".

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