Economía y finanzas

Europa se queda atrás en inversión y competitividad ante el avance de Estados Unidos y China

Europa se queda atrás en inversión y competitividad ante el avance de Estados Unidos y China.
Nerea de Bilbao

Desde la Gran Recesión de 2007, la brecha económica entre Europa y Estados Unidos se ha ido ensanchado cada vez más. Según datos de la OCDE, el PIB de Estados Unidos ha crecido un 72% entre 2007 y 2022, mientras que el de la Unión Europea (UE) solo ha aumentado un 21%. Mientras tanto, China ha visto su PIB dispararse en un 270% durante el mismo período.

Mientras Estados Unidos ha liderado en inversión tecnológica y digitalización, impulsando su productividad y competitividad, y China ha logrado avances con políticas industriales agresivas y subvenciones gubernamentales, Europa tiene que asumir problemas como el alto coste de la energía, un mercado fragmentado y una regulación más compleja.

Estas diferencias han tenido un claro reflejo en los mercados. Desde finales de 2019, el S&P 500 ha aumentado su valor en más de un 60%, mientras que el Euro Stoxx 600 ha crecido un 24%. Esta diferencia de casi 40 puntos porcentuales en el rendimiento bursátil constata por qué los inversores prefieren destinar su dinero Estados Unidos en comparación con Europa.

EEUU domina en tecnología y digitalización

La adopción de nuevas tecnologías es fundamental para el crecimiento económico y la competitividad. En este aspecto, Estados Unidos lleva una clara delantera. Solo en 2023, las siete mayores empresas tecnológicas de Estados Unidos (Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla) invirtieron juntas 200.000 millones de dólares en I+D, lo que equivale al 50% de todo el gasto en I+D público y privado de la UE, según datos de CaixaBank Research.

En comparación, Europa ha luchado por mantenerse al día. Según un informe de la Fundación BBVA, la falta de inversión suficiente en tecnología y digitalización ha resultado en una pérdida del 20% en productividad respecto a Estados Unidos desde mediados de los años 90. Además, existe una notable diferencia en cómo las familias americanas y europeas invierten sus ahorros. Según la OCDE, entre 2015 y 2021, los hogares estadounidenses destinaron aproximadamente el 31% de sus activos financieros a acciones, frente al 21% de los hogares europeos. En contraste, los europeos mantienen un 32% de sus ahorros en efectivo y depósitos, mientras que esta cifra es solo del 13% en Estados Unidos.

China emerge como principal competidor

Si bien Estados Unidos representa un gran reto para Europa, es China quien emerge como el principal competidor en el escenario global. La magnitud de la competencia entre Europa y China se manifiesta en varios frentes: la producción industrial, la tecnología, y las políticas gubernamentales estratégicas.

China ha realizado inversiones masivas en tecnología y capacidades industriales, superando a Europa en muchos aspectos. En 2022, el gobierno chino destinó más de 30.000 millones de dólares en subvenciones directas a empresas nacionales para mejorar sus capacidades tecnológicas. Además, casi el 99% de las empresas cotizadas en las bolsas chinas reciben algún tipo de subsidio gubernamental, lo que les permite operar con una ventaja competitiva significativa.

El gobierno chino lleva a cabo también políticas agresivas de subsidios y préstamos favorables para impulsar su industria tecnológica y reducir la dependencia de la tecnología extranjera. En 2023, China gastó cerca de 300.000 millones de dólares en subsidios energéticos para aliviar las facturas de energía de empresas y familias, según datos de McKinsey Global Institute.

Además, los hábitos de consumo en China están cambiando, con una creciente preferencia por productos de marcas locales sobre los de multinacionales extranjeras. Este cambio es particularmente evidente en sectores como la automoción, donde BYD superó a Volkswagen como la marca de automóviles más vendida en China en 2023.

La fragmentación del mercado y el envejecimiento de la población lastran a Europa

La falta de un mercado único completamente integrado impide que las empresas europeas alcancen el mismo nivel de escala y eficiencia que sus contrapartes estadounidenses y chinas. Según la Comisión Europea, solo el 25% de las grandes empresas en la UE ofrecen ventas transfronterizas online, comparado con el 50% en Estados Unidos.

Desde el punto de vista energético, en 2023, el precio de la electricidad industrial en Alemania era casi el doble que en Estados Unidos, según datos de Statista.

Además, el envejecimiento de la población y la escasez de mano de obra cualificada son problemas demográficos que limitan el crecimiento y la productividad. Actualmente, en la UE hay tres personas en edad de trabajar por cada persona mayor de 65 años, una relación que disminuirá a menos de dos personas para 2050.

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