Economía y finanzas

El 'tripartito'  en el aire

Financiación, Hacienda propia o vivienda: claves de la legislatura económica catalana

Salvador Illa, ofrece una rueda de prensa a su llegada al seguimiento de la jornada electoral
Europa Press

Como adelantaban las encuestas a pie de urna, Salvador Illa necesitará el apoyo de ERC y de Comuns-Sumar (o de Junts) para lograr ser investido presidente de la Generalitat con mayoría absoluta (68 diputados), pero los republicanos por el momento no parecen dispuestos a poner las cosas fáciles y se han colocado en la oposición en un principio. Carles Puigdemont ha aprovechado para lanzarle un mensaje de unión del independentismo, tratando de jugar la carta de ser él la pieza clave para la gobernabilidad. 

Un tripartito con ERC plantearía varias claves económicas, como la reforma de la financiación autonómica (ya presente en los pactos de legislatura), el refuerzo de la Hacienda catalana, las políticas de vivienda y ciertos retoques a niveles de impuestos podrían ser algunos de los temas críticos de la nueva legislatura a tenor de los distintos programas con los que los partidos concurrieron a las elecciones.

De hecho, tanto el PSC, como ERC comparten algunos puntos comunes en sus programas. Por ejemplo, avanzar en el despliegue de la Hacienda catalana, en línea con lo que recoge el artículo 204.2 del Estatuto de Autonomía. Los de Esquerra han impulsado el despliegue de la Hacienda catalana propia en los últimos años y buscarían mantener las tasas extra a la banca, aunque pedirían un ajuste del impuesto para que lo recaudado en Cataluña se quede en la comunidad. 

Ambos también están de acuerdo en la revisión de algunas cargas tributarias. El partido de Pere Aragonès ha sido el más explícito al concretarlo en rebajas en el IRPF para rentas inferiores a los 35.000 euros, mientras que el PSC sólo ha dejado la puerta a que el sistema fiscal sea más progresivo. En este sentido, Comuns-Sumar apuesta por aplicar más progresividad, pero su caso en el impuesto de Sucesiones y Donaciones.

La vivienda, con los alquileres tensionados en ciudades como Barcelona, también podría cobrar protagonismo los próximos años si Illa logra cuajar un gobierno con el apoyo de ERC y Comuns-Sumar. Los socialistas ya llevaban en el programa la construcción de 4.000 viviendas al año para alquiler asequible y sumar entre 140.000 y 200.000 inmuebles protegidos en un plazo de siete años. Comuns, por su parte, quiere reformar el impuesto sobre las viviendas vacías y ERC abogaría construir 10.000 viviendas públicas al año, 1.700 en Barcelona con el programa Habitar B!, aprobar una ley catalana de arrendamientos urbanos, regular los contratos de alquiler y limitar los precios.

¿Y qué queda con Junts?

Aunque Salvador Illa lograra acceder a la presidencia de la Generalitat con el apoyo de ERC, los resultados de anoche dejan la incógnita de la actitud que va a tomar Carles Puigdemont y su partido no solo en la legislatura catalana, sino en la del conjunto de España. El resultado de este domingo ha convertido a la formación que lidera el ex president fugado en la más votada en el independentismo, pero los números indican que no podrá gobernar porque los partidos rupturistas no contarían con la mayoría suficiente para pactar entre ellos.

Sin embargo, eso no quiere decir que Junts pierda influencia en la gobernabilidad de Pedro Sánchez, ya que sus votos siguen siendo necesarios para sacar adelante muchas medidas clave, entre ellas la convalidación del subsidio, que España debe aprobar para lograr el desbloqueo del último paquete de fondos europeos. 

También está pendiente ver si incrementan la presión legal para tratar que empresas que movieron su sede fuera de Cataluña tras el 1-O regresen. 

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