Economía y finanzas

Funcas eleva al 2,5% su cálculo de PIB por la inversión en infraestructuras y el empuje del sector exterior

Raymond Torres, Funcas
CONTACTO vía Europa Press

El tirón previsto de la inversión en infraestructuras a golpe de fondos europeos y el empuje del sector exterior, unidos a una evolución mejor de lo previsto de la economía en el primer trimestre del año (cuando la actividad avanzó un 0,8%, según la Contabilidad Nacional Trimestral) han llevado a la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) a mejorar su previsión de crecimiento para España cuatro décimas hasta el 2,5%. Este cálculo está más en línea con el de los principales organismos nacionales e internacionales y se ajustaría a la revisión al alza que tiene previsto hacer también el ministerio de Economía a lo largo de los próximos días y que servirá para elaborar el nuevo cuadro macro.

La mayor disponibilidad de ahorro convertirá también al consumo en otro de los motores de la actividad los próximos meses. Así, la demanda interna (consumo e inversión) aportará 2,1 puntos al crecimiento, cuatro más que el pasado ejercicio. Tanto ese ahorro como la mejora de la renta disponible de los hogares permitirán acelerar al consumo privado y también se apreciará una evolución mejor de la formación bruta de capital fijo o inversión. 

Dentro de esta variable, la inversión en infraestructuras "será la más dinámica", por el impulso del programa Next Generation EU, mientras que la construcción residencial y la inversión en equipo, "sobre las que pesan los cuellos de botella en el mercado de vivienda en un caso y los tipos de interés en el otro, tendrán un comportamiento más moderado", advierten desde Funcas. El único componente de la demanda interna que echará el freno será el consumo público, en un contexto de prórroga de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 y de reactivación de las reglas fiscales europeas.

El sector exterior contribuirá al crecimiento con 0,4 puntos. Este resultado, que sigue siendo sólido, supone la mitad de aportación que el sector realizó el año pasado, con una buena evolución del turismo (para el que se prevén cifras récord de llegada de viajeros internacionales y de gasto) y, en menor medida, de las exportaciones de servicios no turísticos. Las importaciones se recuperarán en consonancia con su elasticidad histórica. 

El ritmo de avance del PIB irá perdiendo dinamismo de cara al año que viene, cuando se agotará el rebote del turismo, el consumo privado se verá afectado por la desaparición paulatina del ahorro y cuando las importaciones irán ganando peso. Por este motivo, desde Funcas reducen dos décimas la estimación para 2025 hasta el 1,8%, con un "claro perfil de desaceleración de las tasas de crecimiento intertrimestrales". Sostienen, además, que la demanda interna aportará 1,7 puntos al avance del PIB y que la demanda externa apenas sumará una décima.

La incertidumbre que plantea la inversión

Estas perspectivas no están exentas de dudas a causa de una variable cuyo comportamiento ha venido siendo motivo de preocupación los últimos trimestres, la inversión. Desde el 'think tank' advierten de que el repunte previsto de la inversión en vivienda apenas será suficiente para resolver el déficit habitacional. Así, en ausencia de reformas, persistirán las tensiones en el mercado de vivienda, frenando la movilidad y la población activa. 

En segundo lugar, la inversión en bienes de equipo y en otros productos apenas recuperará en 2025 su nivel anterior a la pandemia de coronavirus, "siendo esta variable una de las más rezagadas y uno de los principales rasgos negativos de la economía española", advierten.

El camino hacia una inflación más próxima al objetivo a medio plazo del Banco Central Europeo del 2% también será más largo. Las medidas del Gobierno que han afectado al IVA y a los impuestos especiales, los acuerdos de recuperación de poder adquisitivo y del débil comportamiento de la productividad impedirán que la tasa general de IPC descienda más allá del 3,3% este año, mientras que el próximo se mantendrá por encima del objetivo del 2% tanto en España como en el resto de la Eurozona. El deflactor del PIB se situará en el 3,4% este año y el 2,5% el próximo.

La tasa de paro seguirá por encima del 10% en 2025

El mercado de trabajo se mantendrá robusto, con la creación de 730.000 puestos de trabajo netos entre 2024 y 2025. Sin embargo, el crecimiento del empleo irá perdiendo vigor durante el próximo ejercicio como consecuencia de la moderación de la economía y de la población activa (menor entrada prevista de trabajadores extranjeros, tras el rebote de la pospandemia). La tasa de paro todavía se situará en el 10,3% de media en 2025, una de las más elevadas de la Unión Europea.

La coyuntura económica ayudará a rebajar las ratios de déficit y deuda sobre PIB, de modo que aunque este año el agujero de las cuentas públicas se ceñirá a lo exigido por las nuevas reglas fiscales, ese desequilibrio se estancaría en el entorno del 3% a medio plazo. Desde Funcas sostienen que el principal riesgo para su escenario es geopolítico, particularmente si empeoran las crisis en Ucrania y Oriente Medio. Advierten, además, que el elevado déficit y deuda españoles pueden suponer una vulnerabilidad si se producen de nuevo tensiones en los mercados financieros. 

Redactora de Macro

Periodista económica desde 2006, me incorporé a 'La Información' en 2017 como redactora de Macro, una labor que desarrollé antes en elEconomista (2013-2017). Durante más de una década disfruté de mi pasión por la radio como redactora de Informativos (Punto Radio y Cope). Fui colaboradora en Informativos Telecinco y actualmente participo en 'La Brújula de la Economía' de Onda Cero.

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