Economía y finanzas

Los vecinos: "No aporta nada al pueblo"

Google sitúa a Sopelana en el mapa como su gran conexión Europa-EE UU

Instalación del cable de fibra de Google en Sopelana
Google Cloud España

Sopelana -también conocido como Sopela por su traducción en euskera- es un municipio costero de 14.000 habitantes situado en la provincia de Bizkaia, a 30 kilómetros de Bilbao. A pesar de ser conocido por sus amplias playas y sus buenas olas para el surf, los vecinos han visto como, recientemente, el pueblo se llenó de periodistas y curiosos que buscaban información sobre un nuevo 'turista' que ha llegado para quedarse: el cable de Google llamado Grace Hopper

Se trata de un sistema de cableado submarino que conectará Estados Unidos con Reino Unido y España. Según ha indicado la compañía en un comunicado, el cable, de 16 pares de fibras, está diseñado para aumentar la fiabilidad del servicio y ofrecer altos niveles de velocidad y flexibilidad de la red, aumentará la capacidad y la potencia de los servicios de Google, y mejorará la infraestructura general de telecomunicaciones europea. Sin embargo, a pesar de que puede aparentar tener la necesidad de construir una gran infraestructura, se trata de una manguera de dos centímetros de diámetro que irá por el suelo del océano (entorno a 5.000 metros de profundidad) durante 6.600 kilómetros hasta llegar a la costa de Cornualles, en Reino Unido, y posteriormente a Nueva York, a pesar de que no se espera que se conecte con EEUU hasta 2022. 

Con este proyecto, Google lanza una apuesta de peso por mejorar el tráfico de datos. Tendrá capacidad para transportar 340 millones de terabytes por segundo, que equivale a 17,5 millones de personas transmitiendo 4.000 vídeos en directo a la vez, según la propia compañía. El pasado jueves por la mañana dieron comienzo las obras en la playa Arrietara, también conocida como La Salvaje, ante la atenta mirada de los vecinos. Uno de ellos, Ashley Lambarri, informático de 26 años, no está del todo convencido con el proyecto y con lo que pueda aportar al pueblo: "Entiendo que [Sopelana] será una ubicación favorable por alguna razón, pero dudo de que vaya a aportar nada directamente al municipio. Hasta donde sé, no habrá ninguna instalación, ni sede o edificio de Google, por lo que no lo veo como modo de creación de puestos de trabajo ni nada por el estilo. Directamente, aportar al pueblo, nada", declara a La Información.

Por otro lado, fuentes del Ayuntamiento de Sopelana se muestran descontentos con el plan de comunicación que la multinacional estadounidense ha aplicado a este proyecto, por lo que han declinado hacer declaraciones. Quien sí quiere hablar es otra vecina, Amaia López, profesora de 56 años, quien espera que "además de dar empleo, (el proyecto) pueda servir como gancho turístico el hecho de dar a conocer Sopela a nivel internacional". Admite, no obstante, que no tiene demasiada información sobre el mismo. Para Lambarri, la mayor preocupación es "por el daño ambiental que pueda producir, aunque se asegure que no lo hay. Conozco a gente que se alegra de la instalación por lo que pueda suponer para Europa, pero no particularmente de que sea en Sopela", zanja.

Instalación del cable de fibra de Google en Sopelana
Google Cloud España

De esta forma, el Grace Hopper será el vigésimo octavo cable de este tipo que saldrá de algún punto de la costa española, según los datos de  TeleGeography. Bilbao, Barcelona, Valencia, Cádiz y, sobre todo, las Islas Canarias son algunos de los lugares donde ya cuentan con este sistema de cableado. Sin embargo, la principal novedad que presenta el Grace Hopper es que será el primero que Google lanza en solitario. El anclaje e instalación se están realizando de la mano de Telxius, la filial de infraestructuras de comunicaciones de Telefónica, y no es el primero que instala en la costa vasca. En 2017, también en Sopelana, la compañía instaló un cable llamado Marea, que funciona como punto de conexión con Europa gracias a una red transatlántica de enorme capacidad para conectarse a la red, promovido por Facebook y Microsoft

El nombre asignado a este proyecto es un homenaje a la matemática estadounidense Grace Brewster-Murray Hopper (1906-1992), considerada como una pionera en la programación informática, cuya labor fue fundamental para el desarrollo del lenguaje de programación COBOL. Sin embargo, el gigante tecnológico estadounidense no ha querido hacer pública la cuantía total que ha desembolsado por el proyecto, pero no han dudado en asegurar que contribuyen a “mejorar la fiabilidad de las comunicaciones”, debido a que facilita el movimiento del tráfico en caso de cortes.

La oportunidad de ser un 'hub' de cables submarinos

Teniendo en cuenta que a día de hoy el 98% del tráfico global de internet circula a través de cables submarinos, las infraestructuras de este tipo no son un aspecto de menor importancia, más aún teniendo en cuenta que la pandemia ha acelerado todo el proceso de digitalización a nivel global. Tanto es así, que hay más de 1,1 millones de kilómetros de cableado submarino en la actualidad, o lo que es lo mismo, tres veces la distancia que existe entre la luna y la Tierra

De esta forma, España se sitúa entre uno de los países mejor posicionados para competir en esta materia con Reino Unido, el principal estado con cableado submarino. La gran ventaja que presenta España para tratar de convertirse en el centro neurálgico de este tipo de conexiones es su posición geográfica. Sus infinitos kilómetros de costa, que además están alineados con Estados Unidos, sumado a su cercanía con África y a su buena red de telecomunicaciones, le colocan en una posición privilegiada. 

En este sentido se pronunció Arturo Azcorra, director general de Telecomunicaciones del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, durante la presentación del Grace Hopper: “Tiene condiciones bastante favorables para tender cables submarinos de telecomunicaciones porque dispone de muchos kilómetros de costa y es un punto de estratégico que hace de puente con el resto de Europa, América y África”. Además, Roberto Sánchez, secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, declaró en un reciente encuentro organizado por Ametic que "es una actividad privada y muy dinámica, por lo que no se facilitarán ayudas económicas, pero sí se eliminarán barreras de tipo administrativo".

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