Las empresas reducen un 14% el gasto en formación por empleado en cinco años
El 'upskilling' y el 'reskilling' (la adquisición de habilidades para mejorar el desempeño o desarrollar un nuevo puesto de trabajo) están presentes en cualquier debate sobre los retos actuales o futuros del mercado de trabajo. Sin embargo, la cantidad media destinada por las empresas a formar a sus plantillas se ha reducido un 14% en valor absoluto, según refleja la Encuesta Anual del Coste Laboral de 2023, que publicaba el INE este miércoles. Si en el año 2018 las compañías dedicaban 82,32 euros por cada uno de sus empleados en promedio, cinco años después eran solo 70 pese al incremento de los precios experimentado en este periodo.
Lo cierto es que existen diferencias en función del tipo de empresa. A partir de los datos recopilados, se aprecia una correlación positiva entre el número de trabajadores y el presupuesto que destina la compañía a formar a cada uno de ellos. Ejemplo de ello es que las empresas con más de 200 trabajadores superan los 102 euros destinados a este concepto, lo que no implica que hayan recuperado la inversión previa a la pandemia, dado que en 2018 esta cifra se situaba en 127,71 euros de media (+21%). Entre las empresas con plantillas de entre 50 y 199 empleados, la media es de 87,23 euros por trabajador (frente a los 97,46 precovid) y en el caso de las más pequeñas, el promedio es de 37,70 euros (desde los 44 anteriores).
El análisis por sectores marca la misma pauta. Si bien, destaca el caso de la construcción, una de las actividades económicas que más problemas enfrenta para llevar a cabo el relevo generacional y cubrir las vacantes surgidas con los proyectos vinculados a los fondos europeos. La patronal CNC se ha unido a los sindicatos CCOO y UGT para buscar soluciones, lo que ha dado paso a la Fundación Laboral de la Construcción y a la puesta en marcha del primer plan de pensiones sectorial. Pero este impulso no se ha visto reflejado en la estadística, donde el gasto medio por empleado ha pasado de ser de 64,06 euros de media en 2018 a 55,19 euros en 2023.
La industria encabeza el ránking con una distancia que se ha mantenido prácticamente inalterada en los últimos años y con una cuantía que casi duplica el dinero destinado por la construcción o los servicios (el servicio de estadística no desgrana esta información más allá de esta división). En 2023 dedicaron 123,93 euros de media a este propósito, apenas seis euros menos que hace cinco años. En cambio, el recorte se acrecienta en el caso de los servicios -el que más ocupados concentra- donde el presupuesto se ha reducido casi un 17%, pasando de invertir 75,51 euros a 62,69 en 2023.
La partida destinada a formación es una de las pocas que se ha reducido en estos años dentro del conjunto de los costes, junto al transporte al que se le dedican nueve euros por trabajador (frente a los 11,20 de 2018) o a los gastos de carácter social que concentran 14 euros (cuatro menos que antes). El coste total bruto por cada empleado ascendió a 36.130 euros el año pasado, de los que 26.555 se corresponden al salario y 8.640 cubren las cotizaciones obligatorias, las cuales crecen más que el sueldo (un 20% frente al 14% experimentado por la remuneración bruta en cinco años).
Una evolución que refleja de un lado, el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que marcó una subida del 4% para los convenios colectivos en 2023, la importante subida del Salario Mínimo Profesional (SMI) en este periodo que excede el 60% y la subida de las cotizaciones sociales insertada en la reforma del sistema público de las pensiones. La norma aprobada en dos partes introdujo el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), un impuesto del 0,7% destinado a alimentar la lucha de las pensiones y del que la empresa asume la mayor parte.