Las mejores tarjetas de crédito: pagar a plazos y no arruinarse con los intereses
Pagar un televisor, un ordenador o un crucero por el Mediterráneo con una tarjeta de crédito es muy cómodo y la solución por la que optan muchos consumidores que viven al día y necesitan hacer un pago de importe elevado. El problema es que también es muy caro. El interés medio de las tarjetas es del 18,20%, de acuerdo con el Banco de España.
Si el dinero se reembolsa muy rápido y el importe es reducido, el bolsillo del cliente no se resentirá demasiado, sobre todo si se usa una tarjeta de crédito barata. Sin embargo, si se financia una suma elevada y, encima, se paga una cuota muy baja cada mes, los intereses se pueden disparar. Por ejemplo, un cliente que pague 2.500 euros con su tarjeta y pretenda devolver cien euros al mes, tardaría más de dos años y medio en saldar la deuda y acabaría pagando 667 euros en intereses de media.
Si se escoge una cuota muy baja cada mes, podría llegar a ocurrir que la mensualidad ni siquiera sirviese para pagar los intereses devengados cada mes, de manera que la deuda no solo no se reduciría, sino que aumentaría con el paso del tiempo. Una deuda infinita.
Los expertos del comparador de productos financieros HelpMyCash.com recomiendan usar las tarjetas con responsabilidad y escoger una cuota que permita devolver el dinero lo antes posible. Y "si vamos a financiar un importe alto, mejor considerar la posibilidad de contratar un préstamo personal, que será más barato", señalan.
Tarjetas de crédito sin intereses
Otra solución para no pagar un dineral al comprar a plazos es usar una tarjeta que no cobre intereses. Pero ¿existen? Lo cierto es que sí, aunque tienen sus particularidades. Por ejemplo, la tarjeta de crédito WiZink Click permite pagar las compras de entre 85 y 1.000 euros en tres meses sin comisiones ni intereses, de manera que el cliente puede dividir sus gastos sin ningún sobrecoste. Así, por ejemplo, si compra un televisor de 600 euros, en lugar de pagarlo de golpe, puede abonarlo en tres cuotas de 200 euros cada una.
La tarjeta no tiene comisiones de emisión ni de mantenimiento y puede solicitarse por Internet sin cambiar de banco. La tarjeta Click de WiZink es una rara avis. En realidad, hay más tarjetas que permiten pagar sin intereses, pero a diferencia de la anterior, suelen cobrar una comisión de gestión. Por ejemplo, la Visa Tú de Abanca permite pagar en 3, 6, 9, 10 o 12 meses las compras sin pagar intereses, pero abonando una comisión de formalización de entre el 1% y el 4%. Pagar una compra de 600 euros en tres meses, nos costaría, en este caso, 6 euros.
La tarjeta de crédito de Abanca no tiene gastos de emisión ni tampoco cobra por el mantenimiento a partir del segundo año si se hace un consumo mínimo. Se puede solicitar si se abre una Cuenta Clara, que no tiene comisiones.
La tarjeta Clásica de Laboral Kutxa tiene un funcionamiento similar. No cobra intereses si se financian compras de entre 100 y 2.000 euros, pero sí una comisión de apertura de entre 5 y 40 euros si se financia una compra a 3, 6, 9 o 12 meses.
Este tipo de promociones también son relativamente habituales en las tarjetas de fidelización de los comercios, que suelen permitir pagar a plazos sin intereses para incentivar la compra de sus propios productos.
En cualquier caso, leer la letra pequeña de cualquier tarjeta es importante antes de usarla, señalan fuentes de HelpMyCash. Es importante comprobar qué condiciones hay que cumplir para poder pagar sin intereses, que comisiones nos cobrarán y si tiene algún gasto oculto como un seguro que no conocíamos.