Economía y finanzas

Los hogares catalanes recuperan el gasto alimentario de 2008 con 15.100 millones

Los hogares catalanes recuperan el gasto alimentario de 2008 con 15.100 millones
EUROPA PRESS
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Los hogares catalanes recuperaron en 2016 el nivel de gasto alimentario precrisis con 15.100 millones de euros, una cifra muy similar a los 15.146 millones que se registraron en 2008, y el consumo alimentario per cápita se situó en los 2.058 euros --2.072 euros en 2008--.

Así se extrae del Observatorio Bonpreu y Esclat del Consumo Alimentario en Catalunya, que han presentado este viernes en rueda de prensa el director financiero de Grupo Bon Preu, Pere Anglada; el catedrático Josep Oliver y el economista Xavier Segura --estos dos últimos autores del informe junto con Ramon Roig--.

Según datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares de 2016, el consumo alimentario representa en Catalunya el 16,7% del consumo total de los hogares, lo que supone un 6,7% sobre el total del PIB.

Por provincias, Barcelona, que representa más de tres cuartas partes del total de la población de Catalunya, presentó en 2016 el consumo per cápita --excluyendo el tabaco-- más elevado con 1.958 euros, si bien es en Girona donde creció más el consumo, con un 4,9% y 1.925 euros.

La sociedad ha cambiado sus preferencias alimentarias en estos ocho años y han ganado peso las hortalizas, el pescado y los platos precocinados, mientras que se mantiene la fruta y pierden peso la carne, el pan, los cereales, los lácteos y los huevos.

Anglada también ha destacado el aumento que han registrado el café --como consecuencia del auge de las cápsulas monodosis, más caras que el café a granel, pero más baratas que un café en un bar--, el té, otras bebidas no alcohólicas, el chocolate y los helados.

TRANSFERENCIAS ALIMENTARIAS

La crisis ha conllevado algunos fenómenos, como cambios en el nivel de gasto alimentario, pero también transferencias de productos alimentarios.

Así, en el periodo entre 2008 y 2016 el gasto alimentario de hogares jóvenes --integrados por personas de entre 16 y 44 años-- ha caído un 22,3%, mientras que el gasto en los hogares en que la persona de referencia tiene 65 años o más ha aumentado un 36,9% en el mismo plazo.

Oliver ha explicado que ello se debe a que los hogares de más edad han aumentado su gasto para proveer a sus hijos y nietos de alimentos: "En los últimos 15 años las pensiones han tenido una evolución alcista, mientras que los salarios no han subido".

Así, esta estabilidad de los pensionistas ha conllevado que aumentaran su gasto en productos alimentarios a favor de sus hijos y nietos, muchos de ellos con salarios bajos o, incluso, en situación de paro.

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