Los hogares más jóvenes con vivienda en propiedad caen a la mitad en una década
El porcentaje de hogares de menos de 35 años que son propietarios de su vivienda habitual no ha dejado de caer desde el año 2011, cuando la crisis de deuda soberana empezó a agravarse y en medio de la segunda recesión a la que la crisis financiera abocó al país. Entre ese ejercicio y 2022 el porcentaje de familias jóvenes que cuentan con un inmueble en propiedad se ha hundido a la mitad, pasando del 69,3% al 31,8%. Los datos, recogidos en la Encuesta Financiera de las Familias de 2022, que ha hecho públicos este martes el Banco de España (BdE), constatan el problema de acceso a la vivienda del que el organismo se ha venido haciendo eco en sus últimos informes.
Esta se ha convertido en un nuevo foco de desigualdad, sobre todo para la población más joven, y ha contribuido a ampliar la brecha de riqueza con sus mayores. Entre quienes tenían más de 75 años el porcentaje de propietarios rozaba el 85% a finales de 2022, al igual que entre la población de 65 a 74 años; y esta tasa supera ampliamente el 75% entre quienes tenían 55 y 64 años, colocándose ligeramente por debajo en el colectivo de 45 a 55 años.
La entidad revela que en 2021 la renta mediana era de 32.400 euros -se había incrementado un 1,1% en relación a 2019 pese al shock provocado por la pandemia- y se situaba muy por debajo de la renta media (43.100 euros tras aumentar un 3,9%). Esta diferencia se interpreta como un síntoma del nivel de desigualdad. La primera, la renta mediana, se considera una medida más fiable porque es la cifra que queda justo en la mitad entre el ciudadano más rico y el más pobre.
En la encuesta elaborada por el BdE se aprecia cómo en los dos últimos ejercicios analizados la renta media alcanza su máximo para el grupo de hogares de entre 55 y 64 años y entre los hogares cuyo cabeza de familia es autónomo. Tanto la renta media como la mediana aumentan en líneas generales con el nivel de educación y lo hacen también entre aquellos hogares cuyo cabeza de familia posee estudios universitarios.
"Estos aumentos implican que, tras las caídas generalizadas observadas en la renta entre 2010 y 2013, continuó la tendencia de crecimiento observada desde ese último año, pero con aumentos mucho más moderados y no tan generalizados como los observados entre 2013 y 2019", señala el organismo que capitanea por Pablo Hernández de Cos.
En el año 2022, la riqueza neta mediana de las familias era de 142.700 euros: se ha incrementado un 3,7% en relación a los niveles prepandemia debido sobre todo al comportamiento del precio de la vivienda, que si bien recupera niveles de 2014 no ha podido revertir toda la pérdida de valor que registró desde que la crisis financiera estalló en 2008.
Con todo el BdE destaca que esta variable ha descendido en los hogares con menor renta, entre los más jóvenes, en aquellos cuyo cabeza de familia era autónomo y entre los que no contaban con estudios universitarios. La vivienda sigue siendo el activo más importante de las familias, al representar el 52,9% del valor de los activos reales para el conjunto de hogares y un 41,7% del valor de los activos totales.
El 1% de los hogares más ricos atesoró el 19,4% de la riqueza
La riqueza mediana de los hogares tocó su máximo en aquellos cuyo cabeza de familia tenía entre 65 y 74 años, esto es, un poco más tarde de la edad en la que se alcanzó el máximo de renta. Mientras, la riqueza media se situaba en 309.000 euros. Los datos de la encuesta confirma, además, que el 1% hogares más ricos atesoran el 19,4% del total de la riqueza neta. Este dato supone un descenso respecto al último dato disponible, de 2020, cuando ese porcentaje se situaba en 22,9%.
La estadística revela, además, que un 3,3% de los hogares invertían en criptomonedas en 2022, en la primera vez que este tipo de activos aparecen contabilizados en la misma. Al mismo tiempo, entre 2020 y 2022 se duplicó porcentaje de hogares que tenían valores de renta fija, dado que este pasó del 0,5% al 1,1%, con un saldo mediano de 20.000 euros, por encima de los 8.000 que los hogares tenían en depósitos.
El 4,6% de familias dedican más del 40% de renta a pagar deudas
En lo que respecta a la deuda, esta representaba a finales de 2022 el 9,3% del valor total de los activos de las familias, constituyendo el pasivo pendiente para la adquisición de la vivienda principal el 66% de la deuda de los hogares. La encuesta apunta a caídas generalizadas en la carga de deuda y en el porcentaje de familias que destinan más del 40% de su renta bruta al pago de deudas. Estas alcanzan al 8,1% de las familias endeudadas o al 4,6% del total de las familias.
Desde 2014 ha ido aumentando el peso relativo del crédito personal, especialmente entre los hogares con menor riqueza, aunque más recientemente también se aprecia en los umbrales más altos.