Economía y finanzas

Daniel Pérez, director general de L'Energètica

"No podemos detener la lucha contra la emergencia climática hasta que llegue la nueva demanda eléctrica"

Daniel Pérez, director general de L'Energètica, en la sede de la compañía durante la entrevista con La Información.
La Información

Daniel Pérez fue nombrado director general de L'Energètica hace año y medio. La energética pública catalana nació con el fin de descarbonizar la Generalitat en base al autoconsumo y plantas renovables en suelo -fotovoltaicas, eólicas e hidroeléctricas-. Pérez es un férreo convencido de que no hay otro camino que las energías renovables para acabar con las emisiones contaminantes y así lo refleja en su libro 'La superpotencia renovable' (Arpa, 2023). Se mueve en su bicicleta plegable siempre que le es posible y lanza una señal de aviso para que la incertidumbre ante la falta de demanda no detenga al país en la lucha contra el cambio climático. Es licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), con un máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid y otro en Estudios Jurídicos Europeos por el Colegio de Europa de Brujas. Cuenta con una experiencia de más de diez años en el sector energético renovable y avanza a La Información que L'Energètica asumirá este lunes el suministro eléctrico de las líneas 9 y 10 de metro de Barcelona.

Pregunta.- Año y medio al frente de L'Energètica. ¿Cómo ha sido este tiempo para ti ante una iniciativa pionera en el país como una energética pública?

Respuesta.- Es un trabajo que no cambiaría por ningún otro. Me siento un afortunado porque es un trabajo en el que estoy plenamente realizado. Por lo cual, es una experiencia magnífica y una buena decisión que me da la oportunidad de hacer cosas muy gratificantes. Y luego, a nivel de proyecto, ya estamos cogiendo velocidad. El primer año ha sido de creación y eso implica trámites que no son habituales. Por ejemplo, para contratar personal o para contratar sistemas informáticos hemos dedicado mucho tiempo al inicio. Y ahora ya estamos cogiendo los puntos de suministro y el personal está plenamente operativo y activado. Todos los engranajes ya funcionan y eso se nota a la hora de tener los resultados, a la hora del ritmo al que vamos instalando proyectos o que puedan salir las subastas. Porque ya estamos en pleno funcionamiento.

P.- En diciembre del año pasado me dijo que la compañía abriría 2025 con 3.000 puntos de suministro, ¿se va a cumplir?

R.- Sí. En enero del 2024 el objetivo era de 1.000 puntos de suministro y ya los hemos conseguido. Todo va en camino para asumir los 3.000 en enero de 2025. A pesar de que operativamente y financieramente estamos preparados para poder asumir clientes, hay que esperar a que se den los vencimientos de los contratos. El siguiente contrato será el de las líneas 9 y 10 del Metro de Barcelona desde hoy mismo. Y a partir de aquí pues iremos asumiendo sobre todo lo que son servicios públicos, como puede ser institutos, comisarías, bomberos, justicia, consejerías... Todo indica que en enero de 2025 tendremos los 3.000 puntos de suministro.

P.- Por hacer un repaso. ¿Cuáles son los clientes actuales de L’Energètica?

R.- Podríamos destacar todo lo que es la Consejería de Acción Climática. Ahí tenemos, por ejemplo, unos 150 puntos de suministro. Luego hay unos 800 puntos de la Agencia de la Vivienda de Cataluña y también tenemos el Instituto Catalán del Suelo, la Agencia de Residuos de Cataluña y la Agencia Catalana del Agua. Estos son, por así decirlo, como los más grandes, aunque también tenemos otros más pequeños como el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña.

P.- Una de las iniciativas más importantes de la compañía es donar excedentes a clientes vulnerables y organizaciones sin ánimo de lucro.

R.- Aquí estamos trabajando en dos líneas. Una es, como dices, el compromiso que tenemos con que el 5% de la energía que generen nuestras instalaciones de autoconsumo se va a entregar a clientes vulnerables. Estamos trabajando en un proyecto piloto con la distribuidora y el departamento de Derechos Sociales, sobre todo para trabajar bien la elegibilidad y que no se produzcan decisiones arbitrarias. Y, por otro lado, hemos firmado un acuerdo con la Taula D'entitats del Tercer Sector Social de Catalunya, que es una entidad que agrupa a las principales asociaciones, organizaciones, ONGs. Con ellos firmamos un convenio la semana pasada y la idea es instalar placas en sus edificios para abaratar su factura y dar energía a los clientes más vulnerables.

P.- ¿Limita a la operativa de la empresa la falta de Gobierno en Cataluña?

R.- Yo diría que más que la falta de Gobierno lo que afecta es la falta de presupuestos. El hecho de no tener Gobierno sí que puede, en algún momento, impedir alguna decisión, pero en general tenemos un plan aprobado como todas las empresas y sigue adelante. No está habiendo problemas por trabajar con un Gobierno en funciones. Lo que sí nos afecta sustancialmente es la falta de presupuestos, porque de tener un presupuesto de 67 millones como estaba previsto nos hemos quedado con 17 millones. Esto sí que limita, como es lógico, a la hora de actuar. No obstante, como no puede ser de otra manera, estamos mirando alternativas, como puede ser financiación externa.

Las renovables han entrado en un tipo de financiación más limitada

P.- ¿Habéis notado una mayor reticencia o endurecimiento de las condiciones que impone la banca a la hora de financiar proyectos renovables?

R.- Nosotros en esta línea somos como uno más. No tenemos ninguna situación diferente. Es decir, los proyectos se tienen que financiar igual. Estamos sometidos a los apuntamientos, a los riesgos que pueda haber. ¿Esto qué hace? Por ejemplo, si tienes 10 millones para invertir, pues no puedes conseguir 20 más o 30 más como hubiera sido en el pasado. Mecanismos que a lo mejor te financiaban entre el 70% y el 80% del parque sin PPA, pues esto ya se ha acabado. Ahora entramos en un tipo de financiación más limitada. Menores porcentajes de apalancamiento, tipos de interés más altos, mayores obligaciones de repago de la deuda. Esto nos va a afectar a todos. También es verdad que nosotros no visualizamos este tipo de esquema tan ambicioso. Es decir, financiamos entre el 40% y el 60% o 50-50.

P.- L’Energètica lanzó el 1 de julio una convocatoria de subasta con la que invertirá 10 millones de euros en las compras de parques renovables.

R.- Realizamos una sesión informativa el 8 de julio sobre las condiciones de la subasta y asistieron 45 personas, lo cual nos indica que hay un cierto interés. La acogida está siendo buena y percibimos el interés de la gente en presentarte. Es una subasta que aspira o se focaliza en parques solares de menos de 5 megavatios (MW) de potencia, y que tienen que tener la licencia de obra. No obstante, la idea no es gastar 10 millones sí o sí, sino gastarlos bien. Es decir, prefiero gastar cinco y comprar parques buenos a buen precio, que no gastar el 100%. No será un fracaso si no lo gastamos todo, sino que será un fracaso si compramos mal. Es un primer tanteo y la idea es hacerlo de manera recurrente, a lo mejor dos al año para que puedan haber ventanas en las que los promotores puedan vender. En cuanto a la participación estamos abiertos. Normalmente, preferimos tener el 100% o menos del 50%, pero esto dependerá de las ofertas.

P.- ¿La compañía está interesada solo en parques de menor tamaño o también en instalaciones grandes?

R.- Vamos a todo tipo de parques. Para los más pequeños, como se considera que hay suficiente concurrencia, las operaciones se articulan a través de subastas. Sin embargo, para más grandes, de más de 5 MW o eólicos que son más limitados y singularizables, se articulan a través de una negociación bilateral. Esto es lo que dice nuestro criterio de inversión, y es un poco el consenso de cómo actuar cumpliendo la normativa. Sí es verdad que una línea roja para nosotros es tener el ‘ok’ del municipio. Si es un proyecto que ha sido expresamente rechazado por el Ayuntamiento, no sería un proyecto elegible para nosotros. Pero esto no está relacionado necesariamente con el tamaño, porque pueden haber proyectos de 2 MW que causen rechazo y otros de 30 MW que no.

No nos planteamos competir por el cliente privado

P.- ¿Considera que está extendido el negacionismo renovable entre los pueblos más pequeños?

R.- Bueno, nosotros en Cataluña llevaremos reuniones con casi 150 alcaldes y creo que no me he encontrado nunca a ningún alcalde negacionista. Todos los alcaldes entienden el problema del cambio climático y si están en contra de algún parque es por algo específico, pero no están en contra de las renovables. En general hemos encontrado gente que es consciente de las obligaciones morales y legales de hacer la transición energética. Pero bueno, está claro que hay una parte pequeña pero intensa de voz en el territorio que está en contra de los proyectos.

P.- L’Energética sólo suministra a entes públicos de la Generalitat. ¿La puerta del cliente privado está totalmente cerrada o en un futuro también puede ser una opción para la compañía?

R.- Nosotros no nos planteamos el cliente privado entendido como un cliente doméstico o como empresas. Creemos que ahí hay soluciones en el sector privado que pueden funcionar y, por lo tanto, no es nuestra misión ir a competir por los privados. La misión es el cliente público y centrarnos en el suministro a ese cliente, primero a la Generalitat y quién sabe si en un futuro a otros entes locales fuera de la Generalitat.

P.- A día de hoy, ¿qué porcentaje de consumo de la Generalitat cubre L’Energètica?

R.- Hasta ahora veníamos siendo vendedores de energía porque teníamos más plantas que consumo, pero desde hoy multiplicamos por nueve nuestra cantidad de consumo porque asumimos las líneas 9 y 10 de Metro. Vamos sumando grandes clientes e instalando plantas para balancear. El objetivo de autosuficiencia lo hemos planteado para 2040, lo que supondrá tener una potencia de unos 1.000 MW. Es un objetivo ambicioso pero factible. No obstante, para 2030 sí que deberíamos tener con placas solares todos los tejados de la Generalitat, que serán unos 200 MW

P.- ¿Apostaría por una energética pública estatal o por el modelo actual por comunidades autónomas?

R.- Hay muchos ejemplos en el territorio español y cada uno con sus matices. En Galicia la energética es público-privada, en el País Vasco es una agencia, en Baleares y Canarias es un instituto. También hay casos como en las ciudades de Cádiz y Barcelona. Yo creo que lo que tiene sentido es que si una parte del consumo es público, el sector público tiene que predicar con el ejemplo, tiene que liderar el ejemplo. La palabra puede convencer, pero el ejemplo arrasa. Donde veo que tiene más sentido lo público es allá donde hay fallos de mercado. Por ejemplo, el anterior Gobierno de Reino Unido ya decidió que la red había que desarrollarla con inversión pública porque ningún privado quería hacer una inversión tan grande. Entonces, en el caso español, pienso que una eléctrica estatal puede tener sentido, por ejemplo, para las explotaciones hidroeléctricas que van venciendo las concesiones.

P.- ¿Qué país pondrías como ejemplo en materias energéticas públicas?

R.- Para mí hay dos: Noruega y Canadá. Y quizás también diría Austria en cuanto a todo lo que hace con la hidroeléctrica. Ahí pueden convivir perfectamente lo público y lo privado sin enfrentarse. La semana pasada también se conoció que en el Reino Unido quieren desarrollar una energética pública y dotarla con 8.300 millones de libras. Es posible esa convivencia entre los dos modelos.

P.- En su libro, ‘La superpotencia renovable’, habla del potencial de España que tiene para liderar la transición energética. ¿Lastrará la regulación ese potencial?

R.- Tenemos la suerte de reunir todos los ingredientes para poder ser esa superpotencia. Ahora mismo el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) tiene una gran amenaza, o varias, pero la más importante para mí es el mercado marginalista. Si ya con 30 GW de solar estamos viendo que los precios se hunden, si se cumple el objetivo de fotovoltaica que plantea el PNIEC… Hay que multiplicar por dos la demanda energética y creo que es difícil que España pueda hacerlo de aquí a 2030. A corto plazo, si queremos incentivar la energía solar, tenemos que dar una vuelta al mercado marginalista y establecer otro sistemas, como pueden ser subastas o mecanismos de fijación de precios a plazo.

La demanda es el gran mantra en el sector energético

P.- ¿Cree que se está dejando de lado la parte de incentivar la demanda? ¿Cómo se debe trabajar para mandar una señal de estabilidad al inversor y que sigan llegando los proyectos a España?

R.- La demanda es el gran mantra de los últimos meses, pero no podemos detener la lucha contra la emergencia climática hasta que llegue la nueva demanda eléctrica. Se apuesta por llenar España de centros de datos, coches eléctricos y aerotermias. Y, por supuesto, que eso es necesario. Pero a mí lo que me preocupa es qué pasa mientras tanto. El progreso hacia la emergencia climática sigue avanzando y estamos viendo cada vez más los efectos del cambio climático. No podemos estar ahora tres años esperando a que vengan los centros de datos sin instalar plantas renovables. ¿Qué estamos dispuestos a hacer? Creo que es una reflexión que tenemos que hacer como país. Mientras llega la nueva demanda habrá que buscar otros mecanismos para no parar el sector.

P.- Para atraer nueva demanda se debe seguir con el desarrollo de la red eléctrica. ¿Crees que a día de hoy, tal y como están las cosas, son un cuello de botella para las renovables?

R.- Creo que hay que combinar hacer un uso más eficiente con ampliarlas. Es decir, hay una parte de la concesión que se puede solucionar cambiando las reglas del tráfico, y otra parte que es haciendo más carreteras, por decirlo así. Entonces, se pueden hacer tales cosas como la potencia complementaria, que en su día se aprobó. Es decir, a una planta renovable le das un permiso de acceso y conexión, tal que mientras la red lo necesite pueda verter, pero cuando esté limitada y cuando haya congestión no se le paga. Creo que un uso más inteligente de la red podría ser una manera de solucionar una parte del problema. Pero la otra parte, sin duda, pasa por ampliar determinadas zonas. No digo que no haya que ampliar, sino que simplemente primero vamos a mirar a ver si podemos usar la red de forma más inteligente o dar permisos limitados o condicionados o buscar maneras de, sin perjudicar la seguridad del suministro, optimizar más el uso de la red.

P.- ¿Cómo se está trabajando en Cataluña para impulsar las renovables tras años de parón?

R.- Los números están ahí. Cataluña está en la mitad de la tabla. No es de las peores, porque hay otras que todavía están peor, pero los números hablan y la evolución en los últimos años no ha sido todo lo buena que nos gustaría. Ahí también quiero aprovechar para reivindicar que L’Energètica no puede ser la única solución al problema. Nosotros vamos a hacer la parte que nos toca y queremos servir de palanca para acelerar la transición energética en Cataluña, pero la inmensa mayoría de las inversiones van a ser inversiones privadas y, por lo tanto, ahí es donde verdaderamente serán buenos o malos los números. Se ha iniciado un camino y el resto es seguir construyendo MW renovables.

Redactor de Energía

Graduado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos, di mis primeros pasos en la agencia Europa Press para luego escribir en el periódico económico Cinco Días, donde me tocó hacer un curso intensivo sobre Energía. También he pasado por la redacción de The Objective y aprendí sobre finanzas en HelpMyCash. Ahora, formo parte de La Información.

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