Planas pide reforzar la reserva agrícola de crisis, que ya está agotada para este año
El hecho de que la Comisión Europea optará este martes por poner sobre la mesa los restantes 250 millones de euros de la 'reserva agrícola de crisis' de la Política Agraria Común (PAC) , para apoyar las medidas antisequía de España, Portugal y Francia; así como aliviar las dramáticas consecuencias de las inundaciones en Italia, dejó un sabor agridulce en la delegación español Por una parte, España ha visto coronado con este éxito las gestiones diplomáticas del titular de Agricultura español Luis Planas y la entente con su homóloga portuguesa. Sin embargo, en declaraciones a Efe, ha asegurado que "hace falta hacer más fuerte" este instrumento tanto en su dotación presupuestaria como en los mecanismos para su activación.
Una propuesta que ha realizado en su intervención durante la Conferencia de Investigación Agrícola de la UE. Para el ministro español "da la impresión de que se acaba a mitad de año la reserva de crisis, lo cual no es positivo porque nadie sabe qué puede pasar en la segunda parte del año y, por tanto, es necesario repensar estos mecanismos de apoyo". En cualquier caso, ha elogiado el gesto del comisario de Agricultura Janusz Wojciechowski al abrir la caja de la 'reserva agrícola de crisis'.
Planas ha reconocido, en su conversación con EFE, que el Gobierno ya negocia con la Comisión la letra pequeña de lo que recibirá España, los plazos y las modalidades bajo las que se irá desembolsando. "No quiero entrar en detalles porque eso es parte de las conversaciones que estamos manteniendo en este momento con la Comisión Europea, pero quiero subrayar que van por buen camino, que van por buen rumbo y espero que fructifiquen en las próximas semanas", ha especficado el ministro quien también ha pedido que se explore la posibilidad de acudir a fondos otras partidas.
Un fondo agotado en menos de 6 meses
El ministro ha sacado la calculadora y los números no se equivocan. La 'reserva agrícola de crisis' tiene un presupuesto limitado a 450 millones de euros anuales, que con la decisión de ayer están ya agotados. Vamos, que para si surge otra emergancia agrícola habrá que buscar el dinero en otra parte. En concreto, a los 250 millones de euros que tiene previsto repartir Bruselas entre España, Portugal, Italia y Francia, los países más afectados por la falta de lluvias y las inundaciones en la región italiana de Emilia Romaña hay que sumarle otras urgencias que ya han sido atendidas desde enero.
Por ejemplo, los 27,2 millones de euros que ha recibido de esta partida el sector avícola italiano, así como los dos paquetes de ayudas directas compensatorios para compensar las importaciones masivas de cereal ucraniano . Una política que ha desequilibrado los mercados internos de países como Polonia, Bulgaria, Rumania y Eslovaquia sacando a la calle a miles de agricultores: Una primera entrega de 56,3 millones de euros está ya ejecutada y un segundo pago de unos 100 millones de euros, en el que entra Eslovaquia por Bulgaria, está paralizada por las medidas unilaterales de Hungría.Además, la Comisión deberá convencer a un grupo de 13 países (incluida España) de mantener más allá del 5 de junio el veto al cereal de Ucrania en Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria para que esta materia prima circule sin ser descargada en estos países.
El decreto antisequía, a la Diputación Permanente
El Gobierno español aprobó a principios de este mes un decreto antisequía con ayudas directas para agricultores y ganaderos por un montante total de 636 millones de euros, de los que 355 millones están destinados a los ganaderos, 276,7 millones para agricultores y 5 millones de euros para los apicultores. Además de otras medidas como rebajas fiscales (especialmente en el IBI) y la reducción de peonadas por un montante total de 2.190 millones de euros. El decreto verá retrasada su convalidación como consecuencia de la disolución de las Cortes, anunciada el lunes, y tendrá que ser la Diputación Permanente (aún no constitutida) quien ostente esta responsabilidad al asumir las competencias de la Cámara Baja ya disuelta.