Podcast | Inteligencia artificial: cómo amplía la brecha de género en el empleo
El ser humano no es perfecto y la inteligencia artificial desarrollada por éste... tampoco lo es. Un informe publicado por la Unesco, el Banco Interamericano de Desarrollo y la OCDE ('Los efectos de la IA en la vida laboral de las mujeres') revela cómo ciertos sesgos en el diseño de la Inteligencia Artificial (IA) están contribuyendo a ensanchar la brecha de género entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo.
Algunas frases del documento son demoledoras. “Dado que el diseño de la IA puede estar condicionado por el entorno cultural y laboral, estos sistemas pueden reforzar sesgos de género preexistentes”, señala. Y, más aún, se habla de una “poderosa conexión entre los estereotipos del trabajo remunerado y no remunerado de las mujeres, y cómo estos estereotipos se codifican en los sistemas tecnológicos”.
Estudios de organismos internacionales muestran cómo en el mercado laboral las mujeres obtienen remuneraciones más bajas, ocupan menos posiciones sénior y también participan menos de los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (las conocidas como carreras STEM). Un análisis publicado por la UNESCO con datos de 2019 evidenciaba que las mujeres ocupan apenas 29% de los puestos de I+D científicos en el mundo, a la vez que son un 25% menos propensas que los hombres a emplear la tecnología digital para usos básicos.
Uno de los desafíos más importantes que señala el informe tiene que ver con el hecho de que haya "muy pocas las mujeres con empleos relacionados con la inteligencia artificial en el mundo”. El efecto es evidente: si los equipos que desarrollan estos sistemas no son diversos, es menos probable que estos respondan a las necesidades de todas las personas. Así, dado que se basan en estereotipos existentes, los sistemas de IA pueden llegar a crear un modelo de trabajo flexible que refuerce la idea de que las mujeres son las encargadas primarias del trabajo doméstico, por poner solo un ejemplo.