Economía y finanzas

Anuncia ayudas de 20 millones

Ribera 'silencia' al sector ganadero tras convertir al lobo en un animal intocable

Ribera apuntilla al sector ganadero tras convertir al lobo en un animal intocable.
ANA RETAMERO PARA WWF

"El año pasado los lobos me mataron a nueve de mis 69 cabras", dice Jessica al otro lado del teléfono. Su voz desprende fatiga al hablar de este tema, como si se tratara del monotema que acapara todas las conversaciones entre los vecinos que habitan los Picos de Europa. Ella, que vive entre Tielve y Sotres (dos pequeños pueblos de Asturias), relata algunas consecuencias negativas de estos ataques: "He tenido muchos abortos y, también, muchos animales no se han recuperado de sus heridas y han acabado muriendo. Por lo que pierdes a la cabra, a la cría y, sobre todo, la leche que esperas producir durante los próximos años ya que son cabras jóvenes... el valor de pérdidas es incalculable". Jessica afirma de forma rotunda que esta ley le va a "perjudicar mucho" y que traerá consigo consecuencias determinantes en su negocio, "en cuatro o cinco años acabaremos cerrando todos".

Esta zona - que hasta hace no mucho tenía "cien familias dedicadas a la ganadería extensiva de cabra y oveja" y que ahora solo tiene a seis- es un ejemplo de la decadencia que está sufriendo el sector ganadero. A finales de noviembre del año pasado, el Tribunal Supremo emitía una sentencia que sostenía que el lobo ibérico era una especie protegida también al norte del río Duero (hasta ahora lo había sido al sur de dicho río). Un fallo del que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se hizo eco y lo calificó de "importante" para "poder avanzar rápidamente en la protección" del animal. Unos meses después, el Gobierno forzó a las comunidades a que se posicionaran sobre este asunto en la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad. La medida consiguió el apoyo que buscaba la ministra por mayoría simple, pero tuvo en contra a los cuatro territorios más afectados por esta especie: Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León. El pasado miércoles, Ribera hizo efectiva estas exploraciones realizadas meses atrás, publicando en el BOE la prohibición de la caza del lobo en todo el país.

Esta última decisión del Gobierno suponía la puntilla para un sector cada vez más debilitado, según los afectados. Sin embargo, la ministra Ribera, ante las denuncias de los ganaderos, ha reaccionado prometiendo 20 millones de ayudas, la misma cifra que supone en pérdidas los ataques del lobo. Con esta cantidad confía en que se pueda " compatibilizar la presencia de la ganadería con los grandes carnívoros, fundamentalmente el oso y el lobo". "Sabemos que la protección de la especie requiere una dotación económica y financiera para aquellos vecinos que puedan sentir que está en riesgo, su propia actividad económica", manifestó ayer en La Adrada (Ávila).

El pasado mes de agosto, asociaciones de ganaderos protestaron por la crisis de precios de la leche. Según el Ministerio de Agricultura, el coste medio para producir leche es de 0,35 euros, aunque en algunas explotaciones andaluzas asciende hasta 0,40 euros. En cambio, en el último año, la industria ha pagado al ganadero en torno a 0,31 y 0,33 euros por litro. Una situación que se vuelve inestable porque ningún negocio sobrevive vendiendo por debajo del coste. A esto se le unen otras tres subidas de precios en diferentes 'inputs': el pienso, que ha supuesto que "cada día se cierren en España dos granjas de vacas lecheras", la energía y los combustibles.

"Cada año los ganaderos españoles perdemos por culpa del lobo entre 18 y 20 millones de euros", afirma un representante de los ganaderos de Ávila. Esta provincia fue uno de los primeros lugares donde se impuso este modelo de protección al lobo, que ahora Ribera extiende por todo España. Según sus ganaderos, el 20% de las pérdidas por ataques de lobo se han dado en su provincia, "nuestro territorio va a ser un ejemplo de lo que ocurrirá a partir de ahora en todo España". Para intentar prevenir los ataques de este animal, la mayoría se decanta por el uso de un perro mastín. Según un informe de la Comisión Europea, el coste de mantener a este 'guardián' -que muchas veces no es efectivo "al cien por cien"- al año es de hasta 700 euros, una cantidad que es igual al valor de un ternero.

Ramón Artíme, presidente de la asociación agraria de jóvenes agricultores de Asturias, afirma que "cada vez hay más manadas de lobos" y que esta nueva ley solo servirá para "ponernos más palos sobre las ruedas". Una medida que tacha de "ideológica" y de tener "tintes dictatoriales" porque "no se ha tenido en cuenta al sector". Ribera ha querido responder a estas acusaciones, no solo con la medida anunciada (ayuda de 20 millones de euros), sino que también se ha guardado 'un as en la manga' en la propia ley y permitirá la "extracción" de los ejemplares cuando "no afecte negativamente al estado de conservación favorable de la especie" o cuando "se justifique la existencia de perjuicios importantes para el ganado en las explotaciones afectadas, atendiendo a posibles daños recurrentes o significativos".

El futuro que proyectan los ganaderos sobre su sector, sin embargo, es pesimista, "las explotaciones ya no se pasan de padres a hijos". Esta poca atracción que suscita a los jóvenes se debe a un planteamiento "radical" del Ejecutivo que se basa en "reducir la producción". Artíme asegura que "el modelo que se quiere trasladar a la ganadería es el del sistema energético". Algo que, según el ganadero, supondrá una dependencia de nuestro país y de la Unión Europea en su conjunto por productos importados. Por último, se aventura a hacer una previsión del futuro del sector con una afirmación escalofriante, "difícilmente vamos a tener ganadería en España en los próximos 10 ó 12 años".

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