Economía y finanzas

España rechazó otro rescate tras la Covid

Sánchez arranca 2022 haciendo frente a los 23.000 millones del rescate bancario

La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño. 
EFE

España es el país, de entre los 23 territorios que conforman la OCDE, que más ha sufrido la crisis del coronavirus. Así, según los datos de este organismo -desde finales de 2019 hasta el tercer trimestre del año 2021-, el PIB de nuestro país ha caído un 6,6%, la renta familiar un 6,3%, la bolsa un 7,2% y la inversión un 6,5%. A este delicado cuadro macroeconómico se le une una deuda pública que supera el 122% del PIB, un déficit estructural del 4,5% y una inflación del 5,5%. Un escenario poco idóneo para hacer frente a deudas de épocas anteriores. Sin embargo, el año 2022 está subrayado en rojo por el Consejo Europeo para que España comience a devolver los 23.721 millones de euros, que fueron prestados por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), tras el rescate bancario del año 2013.

El Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) fue un organismo creado el 2 de febrero de 2012 por los 19 países de la eurozona para "garantizar la estabilidad financiera". La tensión en el viejo continente se seguía palpando desde 2008 con la caída de gobiernos y la quiebra de bancos y empresas. En medio de ese ruido, y un día después de la creación del Mede, una frase -pronunciada por el presidente del Banco Central Europeo (BCE) en ese momento, Mario Draghi- calmó el desastre anunciado: "Haremos lo que haga falta". Desde entonces, y a través de políticas fiscales restrictivas (subida de impuestos y reducción de gasto público), la recuperación se ha ido materializando en sus economías.

Uno de los mayores retos que tuvo la Administración de Rajoy fue ganar el relato acerca de que España no había necesitado de un rescate para salir adelante durante la crisis, y así lo repitió su presidente durante todo su mandato e incluso en un libro posterior que escribió. La realidad muestra que los miles de millones cedidos por Europa fueron una deuda que España cargó a sus ciudadanos para sacar adelante su sistema financiero. Así, según los datos del Tesoro Público, entre julio de 2012 y diciembre de 2013, el Mede puso a disposición de España hasta 100.000 millones de euros, sin embargo, el Gobierno decidió sólo hacer uso de 41.333 millones.

Una cantidad -esta última- que el equipo económico del ministro De Guindos trató de disminuir a través de amortizaciones anticipadas. Así, entre julio de 2014 y mayo de 2018, la deuda con este organismo se redujo hasta el 64,6%. Es decir, España pasó, en cuatro años, de tener una deuda de 40.000 millones a deber 26.721 millones. Este logro se debió a un proceso de pagos bianuales -que no superaban los 2.000 millones de euros- y que se vio frenado con la llegada del Gobierno de Sánchez. Con la nueva ministra -Nadia Calviño-, en tres años, tan solo se han devuelto 3.000 millones.

Fuentes del Ministerio de Economía aseguran que "las amortizaciones programadas del Mede comienzan en 2022, según el calendario aprobado cuando se concedió el préstamo. Lo que se hizo durante los primeros años fue hacer amortizaciones anticipadas, que se hicieron acordadas con el Mede, que es quien, en último término, las aprueba. Hasta 2018 las aprobó, pero en 2019 no se acordó ninguna y en 2020 y 2021 no se hicieron por la pandemia". La razón por la que en 2019 no hubo un acuerdo para llevar a cabo amortizaciones anticipadas es, según las mismas fuentes del Ministerio, "por temas de la gestión de tesorería del Mede".

El hecho de que España no haya podido devolver mayor cantidad de deuda en los años anteriores le empuja a que ahora tenga que hacerlo en un contexto mucho más desfavorable. Un escenario que apunta a dos posibles culpables. Por un lado, el propio mecanismo europeo, por rechazar la amortización de deuda por parte de un estado miembro o, por otro lado, nuestro Gobierno, que no presionó lo suficiente, posiblemente tentado por una 'morosidad' que le permitiría disparar el gasto en un año -2019- donde el presidente Sánchez lo aprovechó como escaparate para ganar las dos elecciones de ese año.

Tras la crisis de la Covid, uno de los principales puntos de discusión, y donde más énfasis puso el Gobierno, fue que de esta crisis "no se saliera por medio de un rescate del Mede, sino a través de un fondo de recuperación". Aunque esta petición fue aceptada, parte de este fondo, también, se tendrá que devolver y ha sido 2022 el año elegido por Europa para que se lleve a cabo. Así, España afronta 2022 con muchas obligaciones de pago: reformas para recibir los 'ansiados' fondos Next Generation y, para más inri, comenzar a devolver la deuda que aún tiene con el Mede desde el año 2013.

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