Economía y finanzas

Lejos de un acuerdo

Seguridad Social esquiva la reducción de jornada y deja su aprobación en manos de Yolanda Díaz

De izda a derecha: El secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, y la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz
MINISTERIO DE INCLUSIÓN

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quiere exprimir el calendario para cerrar el texto de reducción de la jornada laboral antes del mes de julio. La aprobación de un máximo de 38,5 horas en 2024 y de 37,5 horas en 2025 estaba reflejado en el acuerdo de coalición y en teoría es un objetivo compartido por los dos socios. Sin embargo, en Seguridad Social marcan distancias con esta meta. La titular Elma Saiz reconocía este miércoles que sigue de cerca la evolución de las conversaciones, pero rechazaba hacer valoraciones por entender que no pertenece al marco de sus competencias. 

Las competencias en materia laboral se dividen en dos departamentos, como ya sucediera en la legislatura anterior, lo que ha llevado a ambos equipos a estar en contacto permanente durante las negociaciones. Un ejemplo de ello ha sido la reforma del subsidio, en la que se incluyó una  pasarela para mover a ciertos beneficiarios al Ingreso Mínimo Vital. No obstante, lo habitual es que solo uno de los ministerios haya encabezado las conversaciones y en este caso es Trabajo quien lleva la delantera y también, quien ha puesto la materia dentro de la agenda del Gobierno en primera instancia. 

Fuentes próximas a Seguridad Social reconocen que en el departamento tienen medidos los efectos que puede tener esta y otras de las normas anunciadas por la fundadora de Sumar, como la reforma del despido. No obstante, descartan mover ficha en un reto que no asumen como propio,  y que todo apunta a que saldrá adelante sin el respaldo de las empresas, por más que pueda ser determinante en la evolución del empleo en los últimos meses del año o directamente, en 2025 si Díaz consigue que la medida vaya al Consejo de Ministros en los tiempos previstos y después, supere el trámite parlamentario. 

Para los dos pasos, el respaldo firme del PSOE es fundamental, ya que es el socio mayoritario el que acostumbra a fijar la agenda de las reuniones semanales del Gobierno y también, encabezar las negociaciones con los socios parlamentarios. Y Trabajo no puede dar por descontados los votos a favor de los partidos nacionalistas, como pusieron de manifiesto los representantes de PNV o Junts en febrero cuando Sumar llevó al Congreso una proposición no de ley que contenía las líneas principales de esta ley Mientras que los sindicatos no pierden la ocasión de recordar lo sucedido con la reforma laboral, que EH Bildu, ERC o BNG no respaldaron.

De darse, esta toma de partido no se canalizará a través del Ministerio de Seguridad Social (presumiblemente tampoco desde Economía) donde se decantan por celebrar los datos de empleo anotados en la primera mitad del año, con un nuevo impulso de la contratación indefinida (hay 541.000 contratos fijos más que en diciembre de 2023). El departamento de Saiz festeja que no se hayan cumplido la desaceleración en la creación de puestos de trabajo de la que se había advertido a lo largo de 2023 y se inclinan por avanzar que esta evolución da confianza a los empresarios y les anima a seguir ampliando sus plantillas de forma estable. 

Trabajo tiene a la patronal en contra

El Ministerio de Trabajo convocó en enero a la patronal y los sindicatos para abordar esta reducción de jornada, los negociadores propusieron avanzar en algunas cuestiones como el impacto en los diferentes sectores y tamaños de empresas en una mesa bipartita y el Gobierno asumió un segundo plano desde el que hicieron un seguimiento periódico de los avances. No obstante, tras cinco meses de encuentros sin resultados, UGT y CCOO entendieron que era el momento de pasar a un diálogo sobre el papel con el Gobierno, al que dieron paso el pasado lunes. 

Ahora los planes pasan por convocar reuniones cada semana para ver si existe alguna vía para cerrar un acuerdo que incluya a CEOE y Cepyme. Los negociadores podrían explorar una introducción más escalonada de la reducción de la jornada en algunos sectores, elementos de flexibilidad en la distribución irregular de horas de trabajo o en los preavisos, pero en principio no se va a estudiar la vía de elevar el límite de horas extra con los que atraerlos a un acuerdo, según explicó el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, porque la alternativa es aprobarla sin ellos.

Los sindicatos aseguran llevar meses pidiendo a los empresarios una lista de requisitos que en ningún momento les han concretado, más allá de haber discutido todas estas posibilidades. Al tiempo que la patronal cree que esta iniciativa responde únicamente a fines políticos y se distancian de las "prisas" que a su criterio ha impuesto la vicepresidenta segunda. Se espera que el Gobierno les haga llegar esta semana un borrador que será determinante para marcar la estrategia de CEOE en la negociación, tras la advertencia lanzada por Antonio Garamendi de que tratarán de revocarla con el próximo Gobierno si la aprueban sin tener el respaldo empresarial.

Periodista y politóloga por la URJC. Máster en Derecho Parlamentario, Elecciones y Estudios Legislativos. He pasado por las redacciones de elDiario.es y Europa Press antes de llegar a La Información, donde sigo la actualidad laboral.

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