SEPI baraja poner al frente de Navantia a la exportavoz local del PSOE en Murcia

Susana Hernández Ruiz, exportavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Murcia, exsenadora socialista por la región y actual presidenta de Sainsel, la filial tecnológica de sistemas navales participada por Navantia e Indra, se perfila como futura presidenta de Navantia tras la salida en dirección a la Presidencia de SEPI de Belén Gualda, según adelantan a La Información fuentes internas de la empresa. De momento no hay confirmación oficial del nombramiento por parte de la compañía, pero las fuentes consultadas aseguran que su designación ya se ha comunicado a un círculo restringido de la planta noble de la empresa dependiente del Estado y que incluso ya se habrían iniciado los trámites administrativos para hacerlo formal.

La Presidencia de Navantia quedó vacante este pasado martes después de que el Consejo de Ministros aprobara el nombramiento de la hasta ayer presidenta de los astilleros públicos, Belén Gualda, como nueva presidenta de la SEPI. La salida de Gualda, una exalto cargo de la Junta de Andalucía que apenas llevaba seis meses en el cargo, ha abierto un nuevo periodo de interinidad en la mayor empresa industrial del Estado que acumula tres presidentes en menos de tres años y sumará cuatro en el momento en que se formalice el nombramiento pendiente.

La posibilidad de que sea Susana Hernández la persona elegida para ese cargo ha disparado las suspicacias en el seno de los astilleros públicos. Su designación para presidir Sainsel, una empresa de soluciones de ingeniería para el sector naval, ya fue duramente contestada a nivel interno, no sólo por la decisión de situar a una senadora socialista al frente de una empresa tecnológica pública sino también por la frágil vinculación profesional con el sector naval de una persona que ha repartido su trayectoria profesional entre el ejercicio de la enfermería en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia y ocho años de experiencia en la corporación municipal de la ciudad de Murcia.

En Navantia existe un fuerte malestar interno por la percepción de que mientras cualquier negociación de las condiciones laborales de la plantilla requiere de una durísima negociación con la empresa, éste no tiene luego ningún empacho en situar en puestos de alta responsabilidad y elevada retribución en la misma a personas sin ninguna vinculación previa ni con Navantia ni con el sector naval, como es el caso de Susana Hernández o de algunas otras personas con importantes responsabilidades en la empresa.

Navantia perdió 144,7 millones de euros en el último ejercicio para el que se dispone de datos oficiales (2019), acumula pérdidas por más de 1.000 millones de euros en el último lustro y en los últimos años ha recibido inyecciones públicas por más de 600 millones de euros para taponar el agujero patrimonial que le generan sus pérdidas recurrentes. A esta situación se le ha unido la inestabilidad en la dirección de los astilleros públicos, por el que desde hace años desfilan los presidentes ya no sólo al ritmo de los cambios de color político en el Gobierno sino también dentro de los diferentes ciclos políticos. En los últimos tiempos el ciclo más largo ha sido el de José Manuel Revuelta Lapique, que estuve al frente de la empresa de astilleros entre los años 2012 y 2017.