Subastan más de 100 islas paradisiacas en Indonesia: hasta 150 km de playas

¿A quién no le gustaría tener una isla y poder disfrutar de kilómetros de playas de arena blanca en un mar turquesa? Pues a cualquiera, claro está, aunque no todos nos lo podamos permitir. Ahora, un centenar de islas que forman la reserva Widi, en Indonesia, van a salir a subasta. 

Los bolsillos más afortunados podrán pujar por los derechos de explotación de cualquiera de estas islas, que forman un conjunto del tamaño más o menos de Bora Bora. Las islas están deshabitadas, pero albergan una riqueza animal y vegetal de escándalo, desde corales hasta ecosistemas para especies en peligro de extinción.

Cómo funciona la subasta de las islas

La subasta ha comenzado este jueves 8 de diciembre y se cerrará el próximo día 14 del mismo mes. Las pujas se realizan en Sotheby’s New York y también es posible hacerlas en línea, a través de Sotheby’s Concierge Auctions, siendo esta empresa la que ostenta el proceso de venta de la reserva Widi, en colaboración con JLL Hotels & Hospitality Group.

Cualquier persona que quiera pujar, de cualquier parte del mundo, puede hacerlo. La subasta no está limitada así que se pagará exactamente el precio al que se llegue tras las pujas, lo que puede acabar siendo un buen pellizco. 

Antes de pujar, hay que entender que la ley de Indonesia no permite adquirir como propiedad privada ninguna de sus islas, por lo que en la subasta no se adquiere la isla como propiedad, sino los derechos de explotación y desarrollo de explotaciones comerciales. En esta línea, la empresa PT Leadership Islands Indonesia ha pasado años planificando, diseñando y otorgando licencias en el territorio del país para crear un resort y desarrollo residencial de lujo de baja densidad y sostenible en relación con el medio ambiente. Y es que antes de empezar a construir o a desarrollar una actividad hay que entender la riqueza natural que albergan estos 150 kilómetros de playas.

El ecosistema de la reserva Widi

Este centenar de islas es muy especial, ya que alberga uno de los ecosistemas de atolones de coral más intactos del mundo. A lo largo de sus playas de arenas blanca hay arrecifes de coral y aguas profundas ricas en flora y fauna marina, entre la que hay especies raras y en peligro de extinción como ballenas azules, tiburones ballena y más de 600 especies documentadas de mamíferos marinos, peces, aves, insectos y lagartos. Igualmente, algunos atolones albergan áreas de cría de tiburones o son viveros de especies marinas.

Por esta razón, la venta de los derechos de explotación tiene como objetivo el cuidado de toda esta riqueza natural y la posibilidad de hacerla más accesible al resto del mundo. Así, hay límites a la hora de construir. 

Las leyes de conservación vigentes especifican que toda construcción ha de ser lo más sostenible posible y respetuosa con el medioambiente. Las estructuras que se levanten deben cumplir los requisitos de residencia ecológica y solo se pueden repartir un número determinados de llaves o construir edificios limitados en cada isla. 

El objetivo es invitar a conservacionistas, huéspedes y futuros propietarios a disfrutar del área y vivir en armonía con la naturaleza, manteniendo los ecosistemas como están: libres de plásticos y de contaminación, sin caza furtiva u otras actividades agresivas con el entorno.