El banco malo: las claves de una cara (y problemática) solución

  • La entidad comprará los activos tóxicos de la banca.
  • Tendrá hasta 15 años para revenderlos e intentar obtener beneficio.
  • Contará con una inyección inicial de 25.000 millones.
Vista general del Congreso de los Diputados, en una imagen de archivo.
Vista general del Congreso de los Diputados, en una imagen de archivo.
M.H. León / Efe
Vista general del Congreso de los Diputados, en una imagen de archivo.

El Congreso ha aprobado este jueves la tercera reforma financiera de la era Rajoy gracias a los votos de PP y CiU. La norma es un requisito de Bruselas tras la firma del rescate de 100.000 millones. Entre otras modificaciones, da más poder al Banco de España –le otorga la capacidad sancionadora y la de otorgar licencias bancarias– y marca una hoja de ruta para aquellas entidades que soliciten un rescate.

Una de las novedades de más calado es la futura creación del banco malo por parte del Estado, a través del Frob. A pesar de su nombre, la también llamada Sociedad de Gestión de Activos, SGA (su nombre oficial), será en realidad una entidad dedicada a la compra y posterior venta de aquellos activos en poder de la banca considerados "tóxicos".

Cómo es el banco malo

Comprar lo que ahora nadie quiere.

El banco malo se quedará con los activos tóxicos. Es decir, le comprará a las entidades financieras –entre ellas las que han sido ya rescatadas– aquellos activos que nadie quiere. Mientras, la Sociedad tendrá 15 años para revender estos activos cuando el mercado sea más propicio y, si acaso, obtener beneficios. ¿Qué activos comprarán? Aún no se ha delimitado el "perímetro de compra", si bien fuentes del Gobierno dan por hecho que serán los más deteriorados, los relacionados con la explosión de la burbuja inmobiliaria. "Creo que sobre todo se harán aportaciones de suelo, porque es un activo que ahora no tiene mercado", opina José Luis Ruiz Bartolomé, experto inmobiliario.

¿Cómo y quién lo gestiona?

El capital inicial será público –lo aportará el Frob– pero no el Estado podrá superar el 50% del accionariado, por lo que se buscará la entrada de capital privado "ofreciendo una buena perspectiva de negocio y una alta rentabilidad", según fuentes del Ministerio de Economía.

¿Tendrá un coste para el contribuyente?

En un primer momento sí, pero podría ser rentable si se lograra vender esos activos a un precio mejor que la compra inicial. Para ello habría que aplicar un gran descuento con respecto al precio de los mismos en los balances de los bancos, aunque si este recorte es demasiado fuerte implicaría fuertes pérdidas en las propias entidades financieras y habría que recapitalizarlas. "De una forma u otra esto acabará siendo pagado por todo el mundo", lamenta Ricardo Vergés, economista inmobiliario.

¿Quién fijará el precio de compra de los activos tóxicos?

Este es uno de los puntos cruciales, ya que la valoración de estos activos es esencial para no pagar de más a la banca. El plan del Gobierno pasa por aplicar "el precio de mercado" que esté vigente en cada momento. De no ser posible –el suelo apenas tiene liquidez– se llevará a cabo una valoración específica aprobada por la UE.

¿Cuánto dinero supondrá el banco malo?

En principio se inyectarán 25.000 millones en esta entidad y cualquier aportación futura se cumplirá con el propio endeudamiento de la misma. Los expertos calculan que existen en España unos 180.000 millones de euros en activos tóxicos en los balances de la banca.

¿Solucionará los problemas de la economía española? Los analistas no son unánimes en este punto. Para Ricardo Vergés no funcionará porque "gran parte de esos activos están perdidos, no tienen valor". Por su parte, Ruiz Bartolomé sostiene que no ayudará a reducir el precio de la vivienda. "Creo que habrá pocos pisos terminados en el banco malo", indica.

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