El barril de Brent por debajo de 50 $: Bueno para la economía, peor para las petroleras

  • Este descenso se debe a la decisión de la OPEP de mantener el nivel de producción y la situación política del mayor productor, Arabia Saudí.
  • El rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, de 90 años, está ingresado por neumonía y su estado ha provocado dudas en los mercados.
  • En España, empresas y consumidores se verán beneficiados por ahorros en el coste de carburantes y energía, aunque perjudicará a los países productores.
  • BLOG: ¿Quién gana y quién pierde con la crisis del petróleo?
Instalaciones petrolíferas en el Lago de Maracaibo, Venezuela, en una imagen de noviembre de 2007.
Instalaciones petrolíferas en el Lago de Maracaibo, Venezuela, en una imagen de noviembre de 2007.
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Instalaciones petrolíferas en el Lago de Maracaibo, Venezuela, en una imagen de noviembre de 2007.

El precio del barril de petróleo Brent para entrega en febrero ha caído este miércoles en el mercado (el Intercontinental Exchange Futures de Londres) por debajo de los 50 dólares, una valoración que no se registraba desde comienzos de mayo de 2009. Tras cerrar este martes en 51,10 dólares, el crudo de referencia en Europa comenzaba la sesión a la baja, hasta llegar a caer a 49,66 dólares.

También el precio del petróleo de Texas ha caído por debajo de 50 dólares el barril; en concreto, al cierre de la sesión de este martes cerró en 47,93 dólares, su precio más bajo desde abril de 2009. El continuado descenso del precio del petróleo obedece a varios factores, entre ellos la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de mantener los actuales niveles de producción, en unos 30 millones de barriles diarios, frente a las peticiones de algunos miembros, como Venezuela, para aumentar el cupo.

¿Por qué la OPEP mantiene su producción? Sobre todo para no perder cuota de mercado, toda vez que países como Estados Unidos llevan meses incrementando su producción (hasta niveles de los años 80) gracias a alternativas hasta ahora no lo bastante eficientes como las arenas bituminosas o el shale gas. También han influido las noticias sobre el estado de salud del rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, de 90 años, que fue ingresado en un hospital el 31 de diciembre por neumonía; Arabia Saudí es el mayor productor de petróleo del mundo.

Un impulso para la economía española...

Las fuentes y los economistas consultados por 20minutos tienen claro que una caída acentuada de los precios del crudo tendrá en su conjunto unas consecuencias positivas para economía española. En la medida que España es un país dependiente en más de un 99% del petróleo exterior, cualquier abaratamiento en el precio de esta materia prima supone una reducción de costes general.

Un transporte más barato para todos. En concreto, la práctica totalidad de los ciudadanos se beneficiarán, en teoría, de unos costes del transporte más baratos. Aunque ni mucho menos toda la caída de los precios del crudo está reflejándose en caídas equivalentes de los carburantes, lo cierto es que tanto gasolinas como gasóleos se han abaratado de forma continuada en los últimos meses. Así, tanto los usuarios de automóviles como de motos verán percibirán ahorros a la hora de llenar el depósito. Pero aquellos que no dispongan de un medio de transporte propio se podrán beneficiar también, en teoría, de precios más competitivos en viajes por tierra, mar y aire, ya que todos funcionan con combustibles procedentes al menos en parte del petróleo.

Menos costes para las empresas. Pero no solo los consumidores se beneficiarán de una caída de los precios del crudo. También las empresas, en muchos casos grandes consumidoras de carburantes. Logística, transporte, comercio, mensajería, servicios en general... La fuerte caída de los precios supone un menor gasto de recursos económicos para un mismo bien, lo que permitirá en teoría reducir márgenes o bien destinar esfuerzos a contratación u otros gastos recurrentes.

Más recaudación para el Gobierno. Otro de los beneficiados, aunque de manera indirecta, será el Gobierno, que tendrá más fácil cumplir con sus compromisos prespuestarios. En sus previsiones de crecimiento para la economía española en 2015, el precio del barril se situaba de media en los 103 dólares, más del doble del precio actual. Esa diferencia supone en la práctica una inyección económica que impulsará el consumo y el ahorro internos, y hará más competitivas las empresas españolas y proporcionalmente más ricos a los ciudadanos.

En una suerte de círculo virtuoso, un incremento del consumo de petróleo y por lo tanto de la actividad aumentarán el PIB (al menos un 0,4% adicional, según el economista Daniel Lacalle), lo que a su vez hará crecer la recaudación tributaria por impuestos como el IVA o los especiales relacionados con los carburantes. No solo esto: El incremento del PIB por encima de lo previsto redunda también en una mayor facilidad para cumplir con los compromisos de déficit público y la reducción de la deuda soberana. Y es que estas dos magnitudes se miden en relación a PIB. En la medida que este último (el denominador) crece, se reduce el peso proporcional del numerador.

... Y un grave traspiés para los países productores

Menos ingresos públicos y privados. En un lado de la balanza se encuentran países como España, que en la medida que son dependientes del crudo exterior se beneficiarán netamente de una rebaja del mismo. En el otro lado de la balanza se encuentran los países productores, que ven ahora cómo el precio de una de sus principales vías de ingresos se desploma. Para los países de la OPEP (Arabia Saudí, Venezuela, Irán...) o Rusia, entre otros, los ingresos por la extracción y venta de crudo son elementales para cuadrar tanto sus presupuestos como sus balanzas comerciales. También buena parte de sus sectores empresariales privados dependen directa o indirectamente del crudo. El mantenimiento de estos precios no supondrá por tanto sino un desplome en las previsiones de negocio de los mismos.

Una hipotética crisis o recesión en los países productores (que en muchos casos coinciden con los llamados emergentes) supondría, a su vez, un perjuicio para las empresas y ciudadanos españoles con inversiones e intereses en estos territorios. Así, solo como ejemplo, una posible ralentización económica de México o Brasil (entre los mayores productores) podría suponer peores perspectivas de negocio de cara al futuro para multinacionales españolas como Telefónica, Banco Santander o BBVA, entre otras. También pueden verse afectados aquellos ahorradores o especuladores que hubieran invertido en esta materia prima (o en futuros de la misma) cuando los precios estaban en máximos. En su caso, este desplome de los precios puede suponer un quebranto irreparable.

Dificultades para las energías alternativas. Una caída de los precios del petróleo supone un incentivo para su consumo, según la teoría de la oferta y la demanda. Esto, a su vez, supone un perjuicio para otras fuentes de energía alternativas y menos flexibles en precios, como son buena parte de las energías no renovables. Es decir, que este abaratamiento podría reconfigurar parte del mix energético español en detrimento de energías consideradas limpias y en favor del crudo.

Las petroleras españolas. Las dos principales petroleras españolas, Repsol y Cepsa, pueden también verse seriamente perjudicadas de unos precios bajos del crudo. Por un lado, porque se reduce su posible margen de negocio, y por otro porque futuras prospecciones que con otros precios tendrían lógica económica, con precios tan bajos dejan de tenerla. Es decir: Extraer en aguas profundas o en arenas bituminosas puede tener interés solo a determinados precios. Si el mercado no está dispuesto a pagarlos, estos posibles hallazgos pierden rentabilidad al menos en el medio plazo.

Extraer crudo en España, menos rentable. Relacionado precisamente con las exploraciones y prospecciones y su menor interés en caso de que los precios sean bajos, el mantenimiento de unos precios especialmente bajos del crudo suponen en la práctica un impedimento para que en España se fomenten nuevas exploraciones y prospecciones. Y es que una empresa como extraer crudo de la costa canaria sólo sería rentable con precios entre los 50 y los 65 dólares, según expertos consultados por el diario Expansión.

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