Economía

El BCE pausa los tipos de interés en el 4,5% tras más de un año de subidas constantes que los han llevado a máximos históricos

El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener estables los tipos de interés del euro en la que supone la primera pausa en la política monetaria desde que comenzaran las subidas en julio de 2022. Han hecho falta un año y dos meses, en los que se han celebrado diez reuniones decisivas, para que el BCE se haya concedido una pausa para observar los efectos de sus acciones. Un parón para reflexionar que no tendrá efectos inmediatos sobre el euríbor. En octubre las hipotecas variables seguirán revisándose al alza y, salvo sorpresa mayúscula, esta tendencia se prolongará hasta bien entrado 2024.

En este periodo, los tipos han pasado de estar en negativo a situarse en niveles sin precedentes en la corta historia del euro en un tiempo récord. Tras la pausa, la facilidad de depósito —el interés que los bancos deben abonar al BCE por depositar fondos en su balance— se sitúa en el 4%. Mientras que el tipo principal de refinanciación —el que más condiciona la evolución del euríbor— se queda en el 4,5%. 

La acción del BCE ha arrastrado tras de sí a toda la economía de la eurozona, que ha visto como los costes de obtener financiación se han disparado, al igual que la carga que soportan los hogares y empresas endeudados. Los bancos han cerrado el grifo del crédito y sus beneficios se han disparado al revalorizarse el interés de los préstamos que tienen en su cartera.

Los alrededor de cuatro millones de hogares con hipotecas a tipo variable que hay en España lo saben bien. Las subidas de tipos oficiales han catapultado el euríbor —el índice con el que se revisa la cuota de la inmensa mayoría de los préstamos variables en España— a máximos sin precedentes en 13 años. En lo que llevamos de octubre, la media de este indicador a un año se sitúa cerca del 4,2%. Las familias han tenido que abrocharse el cinturón para poder hacer frente a revisiones de la hipoteca que han llegado a provocar subidas de más del 40% en la mensualidad de los préstamos más recientes.

En la rueda de prensa de este jueves, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha evitado pronunciarse sobre si los tipos de interés han tocado techo, aunque sí ha dejado claro que hablar de bajar las tasas es algo "totalmente prematuro". Así, ha defendido que la institución seguirá guiándose por los datos entrantes y tomando sus decisiones de política monetaria reunión a reunión sobre la base de los tres criterios aplicados por el BCE respecto de las perspectivas de inflación, de la inflación subyacente y de la solidez de la transmisión de su política monetaria de cara a retornar a una tasa de inflación del 2% en el medio plazo.

Con la pausa ahora acordada, el BCE sigue los pasos de la Reserva Federal estadounidense, que ya decretó su primera pausa el pasado junio. Después volvería a elevar los tipos en su reunión en julio, para posteriormente pausar de nuevo en septiembre. Eso sí, no se descarta que el banco central estadounidense acometa una subida final antes de que acabe el año. 

Inflación demasiado alta por demasiado tiempo

El banco central ha justificado su decisión de congelar los tipos en que sus previsiones de inflación se han mantenido estables, a la vez que los precios de la eurozona se han desacelerado en septiembre. La transmisión de las subidas de tipos se nota cada vez más en la economía y han logrado reducir la demanda, reflexiona el BCE.

La organización que preside Christine Lagarde ha insistido en el mensaje que ya lanzó en septiembre para allanar el terreno a una pausa. Los tipos de interés ya están en niveles que, si se mantienen el tiempo suficiente, harán una "contribución sustancial" para llevar la inflación al objetivo del 2%. 

Sin embargo, la batalla contra las subidas de precios no se da ni mucho menos por ganada. "Se espera que la inflación siga demasiado alta por demasiado tiempo y las presiones domésticas sobre los precios se mantienen fuertes", apunta el BCE en la nota a través de la que ha comunicado la pausa.

Tras la pausa, el foco del debate se traslada ahora a durante cuánto tiempo permanecerá el precio oficial del dinero en los niveles a los que lo ha llevado el BCE. En este sentido, la próxima reunión, que se celebrará ya en diciembre, resultará crucial. En ella, el banco central presentará proyecciones de crecimiento e inflación y quizá haya más certezas sobre las expectativas del precio del petróleo, un elemento clave en la ecuación.

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