El sistema de pensiones se sustenta sobre una lógica intergeneracional por la cual los trabajadores contribuyen al pago de las pensiones vivas en ese mismo momento. Por tanto, la sostenibilidad pasa, entre otros factores, por mantener un volumen suficiente de población ocupada como para que las cotizaciones cubran el gasto en prestaciones, de ahí el reto que plantea la jubilación de los 'baby boomers'. La creación de empleo en los últimos meses ha elevado la ratio ente afiliados a la Seguridad Social y pensionistas al nivel más elevado de la última década, aunque la propia evolución demográfica avoca a este indicador a empeorar a medio y largo plazo.
La afiliación a la Seguridad Social lleva meses batiendo récords. Según los datos publicados por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, en España hay 20.376.552 cotizantes, después de que solo en el tercer mes de 2023 se crearan 206.410 nuevos empleos, el mayor incremento de la serie histórica para un mes de marzo. Nunca antes había habido tantos trabajadores cotizando a la Seguridad Social, de los cuales el 52% son hombres y el 48% mujeres. Con la salvedad de las variaciones estacionales y la abrupta caída al inicio de la pandemia, la afiliación ha mantenido en la última década una tendencia creciente. En los últimos diez años el sistema ha ganado más de cuatro millones de trabajadores.
Al mismo tiempo, el número de pensionistas ha aumentado de forma constante hasta llegar a los 9.076.616 millones en marzo de 2023, según datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. Dentro de este colectivo, los jubilados son el grupo más numerosos (6,2 millones), representan el 68,5% del total. Les siguen los pensionistas que reciben rentas por viudedad (1,5 millones) y por incapacidad permanente (940.227), que representan respectivamente el 17,09% y el 10,36%.
Contemplando todas las tipologías, en los últimos diez años el sistema ha ganado 878.163 pensionistas, es decir, la cifra ha aumentado un 10,7%, frente al incremento del 25,9% en la afiliación. En consecuencia, la ratio entre afiliados a la Seguridad Social y pensionistas ha avanzado en positivo hasta los 2,41 cotizantes por cada pensionista en marzo de 2023, el nivel más alto desde 2011, cuando la relación ascendía hasta los 2,46 en plena tendencia a la baja.
Tras tocar techo en 2007, con un cociente de 2,71, el indicador empeoró de forma notable entre 2008 y 2014, cuando cayó hasta los 2,24 cotizantes por pensionista por la destrucción de empleo durante la crisis. A partir de esa fecha, el crecimiento de la afiliación, que aumentó a mayor ritmo que el número de pensionistas, revirtió la tendencia hasta 2020, cuando la pandemia frenó su avance.
La recuperación del empleo en los últimos años ha devuelto al cociente a una senda positiva, llegando a registrar niveles "históricamente altos", según afirmó el martes el secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, que aseguró que se trata de una "señal del excepcional dinamismo del mercado de trabajo" y envía un mensaje de "confianza, certidumbre y seguridad a los pensionistas presentes y futuros".
Además del número de afiliados, la ratio tiene en cuenta el número desempleados, ya que estos también cotizan. Al contrario que la afiliación, el paro mantiene una tendencia a la baja. En marzo el número de desempleados descendió hasta un total de 2.862.260 personas, la cifra más baja para un tercer mes del año de los últimos tres lustros. En el último mes el número de parados se ha reducido en 48.755 personas. "No veíamos un mes de marzo tan positivo para el empleo desde el años 2008", valoró la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
La jubilación de los 'baby boomers'
Pese al repunte y a la bonanza de los datos de empleo del último mes, el equilibrio de la ratio entre cotizantes y pensionistas peligra a medio y largo plazo por la jubilación de la generación del 'baby boom', que provocará que el gasto en pensiones se acelere especialmente a partir de 2035 hasta tocar techo en 2049. En un escenario hipotético en el que la economía española creciera un 1,3% y no se aplicaran reglas fiscales ni se acometiera ningún cambio en la política económica, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estima que el gasto en pensiones del sistema de Seguridad Social llegaría a representar el 14,8% del PIB en 2049, superando los 15 millones de pensionistas.
Al mismo tiempo, según las proyecciones del organismo la población en edad de trabajar -que no estará empleada en su totalidad-, se estancará previsiblemente en torno a los 32 millones de personas hasta 2050, cuando se produciría una contracción de unos tres millones de personas por la salida de los 'baby boomers' del mercado laboral, si bien la evolución final de la población está condicionada a los posibles flujos migratorios. En paralelo, el peso de los mayores de 66 años elevaría la tasa de dependencia -proporción de la población menor de 16 y mayor de 66 años sobre la población en edad de trabajar- hasta el 74,5%, frente al 54,16% actual.
De este modo, la masa de trabajadores no será previsiblemente suficiente para mantener la ratio entre cotizantes y pensionistas en los niveles actuales. Por tanto, pese al reciente empuje en la creación de empleo, el envejecimiento de la población amenaza la sostenibilidad del sistema, no solo por el aumento en el volumen de población de mayor edad, sino también por el incremento de la esperanza de vida. Al contrario que los trabajadores, los pensionistas serán más y cobrarán su pensión durante más tiempo.
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