Economía

¿Cuánto dinero debo tener en mi fondo de ahorros para emergencias?

La economía conductual busca dar explicación a las decisiones irracionales que toman los consumidores relacionadas con su bolsillo.
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Los periodos de bonanza económica tienen, en muchas ocasiones, una característica común: muchas personas se olvidan de la necesidad de ahorrar parte de su dinero y prefieren concentrarse en la parte del gasto. Cuando el panorama cambia y, con él, la situación económica son muchos quienes echan de menos poder haber tenido un colchón de ahorro con el que hacer frente a emergencias.

En un contexto como el actual, en el que el mercado laboral está sufriendo duramente y en el que la amenaza de una recesión económica ya ha llegado para quedarse, la necesidad de contar con un fondo de emergencias resulta más importante que nunca.

Pero, ¿qué importe debe tener ese fondo para darnos seguridad en momentos de incertidumbre? Esta es una de las preguntas que más se suele repetir entre los ahorradores. Sin embargo, conviene saber que no existe una cifra exacta y que esta suele depender de cada perfil y situación económica.

¿Cómo calcular la cantidad que necesitamos?

Antes de calcular la cantidad que se necesita será fundamental definir el objetivo de ese ahorro. Y es que es importante diferenciar entre los ahorros que se guardan con un objetivo concreto, es decir, para comprar un coche o una casa en el futuro, y el fondo de emergencias, cuyo fin es servir únicamente para una situación de emergencia.

Para calcular el importe de este último será necesario tener en cuenta los objetivos, el nivel de vida y las necesidades de cada persona. Así, de forma general, se recomienda mantener una cantidad que permita cubrir entre seis y 12 meses de gastos fijos mensuales. Esto incluye alimentación, gastos de hipoteca, vivienda o transporte, entre otros.

Si esos costes ascienden, por ejemplo, a 750 euros, el fondo de emergencia debería contener entre 4.500 y 9.000 euros aproximadamente. Puesto que se trata de un dinero que tiene que servir para hacer frente a contingencias, la mejor opción será mantenerlo en una cuenta corriente. No obstante, si se quiere rentabilizar mínimamente, las cuentas remuneradas pueden ser una buena opción, ya que con algunas de ellas es posible conseguir cierta rentabilidad si se cumplen unas determinadas condiciones. Otra de las alternativas podría ser depositar el dinero en una cuenta ahorro o, incluso, en un depósito a plazo. Sin embargo, con este último siempre conviene analizar la letra pequeña, ya que en muchos casos estos productos aplican penalización si se saca el dinero antes de tiempo.

A la hora de calcular la cantidad que se necesita para el fondo de emergencias se pueden dar distintas situaciones. En algunos casos hay quienes ya parten con un dinero ahorrado y necesitan saber qué cantidad destinar al fondo y qué cantidad pueden seguir ahorrando para satisfacer otras necesidades y objetivos. Uno de estos objetivos puede ser la inversión, ya que si se deja todo el dinero en la cuenta corriente es posible que acabe perdiendo valor como consecuencia de la inflación, es decir, debido al aumento generalizado y sostenido de los precios.

En este caso, si se disponen, por ejemplo, de un total de 15.000 euros que se quieren invertir para obtener cierta rentabilidad y los gastos mensuales ascienden, al igual que anteriormente, a 750 euros mensuales, el fondo de emergencias se podría calcular de la siguiente manera: si se dividen esos 15.000 euros entre los 750 euros de gasto mensual, esta persona dispondría de 20 meses con los que poder hacer frente a imprevistos. Si quiere mantener un fondo de emergencias para un periodo de un año completo, necesitará un total de 9.000 euros, por lo que podrá utilizar 6.000 euros para invertir en los mercados.

¿Y dónde depositar ese dinero para obtener rentabilidad?

Las posibilidades son infinitas aunque, nuevamente, depende del perfil de cada persona, de sus objetivos y del riesgo que se esté dispuesto a asumir. Algunas de las opciones más sencillas son consultar directamente a un asesor financiero, que podrá recomendar las mejores opciones adaptadas a cada persona; acudir al mercado de fondos de inversión, que son gestionados por un equipo de profesionales que invierten de manera colectiva con el dinero de los partícipes en diferentes activos financieros, o recurrir a los gestores automatizados o roboadvisors, que permiten invertir de manera sencilla en una cartera de fondos indexados (que siguen el comportamiento de un índice) de manera económica.

¿Cuánto puedo ganar invirtiendo a largo plazo?:

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