El FMI avisa de que la mitad de la UE estará en recesión este año y apunta a un año "más duro" que 2022

El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que el año que ahora empieza será "más duro" que el que queda atrás y advierte de que muchos países, especialmente en la UE, tendrán que afrontar recesiones en sus economías. Estos son dos de los grandes mensajes que ha dejado Kristalina Georgieva, la presidenta del organismo, en su primera entrevista del año que ha concedido a la cadena pública de televisión estadounidense CBS.

La líder de una de las instituciones más importantes en la gobernanza de la economía global pronostica un año en el que los grandes motores de crecimiento mundial (EE UU, la UE y China) se van a desacelerar simultáneamente. Un frenazo que provocará que el PIB mundial avance solo un 2,7%, menos aún que el 3,2% con el que se espera que cierre 2022.

Esto se traducirá en que un tercio de las economías del globo entrarán en recesión. Y en muchas otras, aunque esto no suceda, "se sentirá como una recesión para cientos de millones de personas", ha señalado Georgieva. Esta proporción de países afectados será todavía más elevada en el bloque europeo, en el que se espera que la mitad de los Estados sufran una contracción en su actividad. 

Las últimas cifras públicas del organismo que preside Georgieva señalan que Alemania e Italia, dos de los países que más dependen del gas ruso, cerrarán este año en negativo. En el otro lado del espectro, España sería la economía de entre las grandes de la UE que más crecerá (un 1,2%). Aunque, en todo caso, conviene recordar que España es también el país europeo que está más lejos de recuperar el nivel de PIB anterior a la pandemia.

Se mire al rincón del mundo al que se mire, las perspectivas son poco halagüeñas. En China, la segunda potencia económica mundial, el crecimiento será inferior al de la media mundial, algo que no había ocurrido en los últimos cuarenta años. Este pronóstico poco alentador llega después de un 2022 que tampoco ha sido bueno. El año pasado, el que el crecimiento frenó drásticamente en China por la estricta política de covid cero que ha aplicado el Partido Comunista.

En Estados Unidos las cosas están algo mejor. Para Georgieva, la primera economía mundial se está mostrando "notablemente resistente" y podría esquivar la recesión. Su mercado laboral es fuerte, algo que podría jugar en su contra, pues podría obligar a la Reserva Federal a llevar los tipos de interés todavía más lejos, con el consiguiente daño que esto provocaría sobre la economía.

Otra de las preocupaciones del Fondo Monetario es que la guerra en Ucrania acentúe la división del mundo en dos grandes bloques: uno liderado por Estados Unidos y otro encabezado por China. Georgieva recuerda que buena parte del crecimiento que ha registrado el globo en las tres últimas décadas es fruto de la confianza en una economía mundial integrada. Según los cálculos del FMI, partir el comercio mundial en dos bloques recortaría 1,5 billones de dólares al PIB mundial año tras año. "La separación nos haría a todos más pobres y al mundo menos seguro", resume.

La crisis la sufrirán con más intensidad los de siempre, las economías emergentes, es decir, los más pobres. Especialmente los países más endeudados. Estos países emiten buena parte de su deuda en dólares, por lo que las fuertes subidas de tipos de interés que ha aprobado Estados Unidos están dificultando mucho las posibilidades de financiar su gasto público. "Para las economías con un alto nivel de deuda, esto es una devastación", señala Georgieva.

En todo caso, la presidenta del FMI manda un mensaje claro a los bancos centrales que se puedan ver tentados a frenar en sus subidas de tipos de interés por temor a dañar el crecimiento. "Nos arriesgamos a que la inflación se haga más persistente. Nuestro mensaje para los bancos centrales es que tienen que ver una bajada creíble en la inflación y solo entonces pueden pensar en recalibrar su política", ha señalado. 

Más incertidumbre, más crisis 

El mundo que ha surgido después de que el coronavirus barriera el globo es ahora más impredecible. Para la presidenta del FMI, el panorama ha cambiado radicalmente. La incertidumbre y la presencia de más crisis que se solapan entre ellas será mucho más frecuente que antes. 

"No piensen que vamos a volver a la predictibilidad anterior al covid", ha destacado Georgieva. Por ello, pide a los Gobiernos que "actúen antes" y no esperen a que los problemas se profundicen. "Tenemos que apretarnos el cinturón y actuar de manera más ágil y precautoria", señaló.