Economía

El FMI cree que los recortes son más eficaces para reducir deuda que subir los impuestos

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en el foro de Davos.
MICHAEL CALABRO / EP / DPA

El Fondo Monetario Internacional (FMI) sostiene que los recortes de gasto son una fórmula más eficaz para reducir la deuda pública que aumentar los ingresos. Así lo sostiene la institución que dirige la economista búlgara Kristalina Georgieva en su informe de perspectiva económica mundial, un documento que el FMI ha ido desgranando en los últimos días y que se publicará por completo el martes ya con las estimaciones de crecimiento de PIB, déficit, deuda e inflación de los principales países del mundo.

Los expertos del FMI han dedicado un capítulo entero de su informe a recomendaciones para que los Gobiernos reduzcan la elevada deuda pública que la mayoría de los países arrastran tras la pandemia y la crisis inflacionaria. "En las economías avanzadas, es más probable que los recortes reduzcan la deuda que aumentando ingresos", señalan en el documento. "Las consolidaciones exitosas tienden a estar equilibradas entre recortes de gasto y subidas de impuestos, mientras que las fallidas tienden a inclinarse hacia los ingresos e implican menores recortes de gasto", añaden.

El FMI sostiene que las consolidaciones fiscales —es decir, los planes de ajuste para reducir el déficit— , si se diseñan y programan bien, tienen una "alta probabilidad de reducir de forma duradera los ratios de deuda". En concreto, señalan que disminuir el desequilibrio entre ingresos y gasto público en cuatro décimas de PIB reduce el ratio de deuda en siete décimas el primer año y hasta en 2,1 puntos transcurridos cinco. Traducido a euros y aplicado al caso de España, esto implicaría un ajuste anual de alrededor de 5.300 millones de euros, algo menos que lo que costó a las arcas públicas el descuento de 20 céntimos a las gasolinas que se aplicó durante nueve meses en 2022.

Los expertos de la institución apuntan a que las probabilidades de que los planes de ajuste tengan éxito y logren reducir las ratios de deuda pública aumentan si el ajuste fiscal se produce en tiempos de expansión económica y estabilidad financiera. Además, añaden, si se introducen reformas estructurales que favorezcan el crecimiento y marcos institucionales fuertes, el impacto se refuerza.

El informe del FMI apunta a que las mejoras en el balance primario —es decir, la diferencia entre lo que ingresa y gasta un Estado sin tener en cuenta los intereses de la deuda—  son el principal motor para reducir las ratios de deuda sobre PIB en las economías avanzadas. El crecimiento económico —que mejora la recaudación tributaria y reduce la ratio mecánicamente al compararse la misma deuda con un PIB mayor— y, en menor medida, la inflación, son los otros dos elementos más importantes para aliviar la carga. 

La mayoría de ajustes fiscales no logran reducir deuda

Otra de las conclusiones más llamativas del informe es que, en promedio, los procesos de ajuste fiscal estudiados por sus expertos no tuvieron ningún efecto sobre la deuda. De hecho, el FMI reconoce que solo la mitad de los procesos de ajuste fiscal estudiados vinieron acompañados de reducciones de deuda.

Este efecto global neutro se explica porque, aunque hay ajustes fiscales que funcionan y logran reducir la deuda, también hay otros que empeoran la situación o solo la estabilizan. Conviene recordar que los ajustes fiscales —ya sean por la vía del recorte o de la subida impositiva— tienden a perjudicar el crecimiento económico. Y si el ajuste es demasiado brusco, el PIB puede resentirse de tal manera que el remedio acabe siendo peor que la propia enfermedad. No en vano, si el PIB se reduce, para un mismo volumen de deuda, la ratio aumenta.

Un buen ejemplo de cómo los ajustes fiscales no siempre vienen aparejados de una gran reducción en la ratio de deuda es el caso de España. Entre 2009 y 2019 la hacienda pública española se vio sometida a un procedimiento de déficit excesivo tutelado por la Comisión Europea que obligó a los gobiernos del país a establecer un ambicioso plan de ajuste fiscal. 

Como resultado, el déficit se redujo del 11% de 2009 hasta el 2,9% registrado en 2019. Sin embargo, la reducción en la ratio de deuda que se logró fue mínima. Cuando la deuda se estabilizó en torno al 100% del PIB en 2014, tras el fuerte aumento en el gasto público registrado en los peores años de la crisis, la ratio apenas disminuyó en los cinco años siguientes. En el primer trimestre de 2014 la deuda pública ascendía al 98,4% del PIB, mientras que en el último trimestre de 2019 apenas se había reducido al 95,5%.

Finalmente, el FMI señala que, en promedio, los episodios de reducción de deuda duran cinco años, en los que la ratio disminuye de media tres puntos porcentuales al año en las economías avanzadas. Si se dan por buenas estas referencias, España, que cuenta con una deuda de un tamaño del 113% del PIB, tardaría 18 años en situarse en el límite de deuda que exige Bruselas (el 60% del PIB). Y ello suponiendo que en esos 18 años se aplicara un proceso de consolidación de tres puntos anuales que no se viera interrumpido por ninguna crisis, algo harto improbable si se tiene en cuenta el comportamiento cíclico de la economía.

Redactor '20minutos'

Redactor de Economía y Datos desde 2021. Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. En 20minutos desde 2019. Antes pasé por la sección de Internacional del diario El Mundo. Adicto al Excel y a la web del INE. En lucha constante por acercar el obtuso lenguaje de la economía a la realidad de las personas.

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