Economía

La gallina de los huevos de oro de la economía, ante su mayor desafío

Vistas de Benidorm (Alicante), una de las principales playas de la C. Valenciana.
GVA - Archivo

Las dos primeras décadas del siglo han supuesto para el sector turístico español años de crecimiento y crisis, propias y ajenas, y quedarán marcadas por el impacto de la pandemia del coronavirus en su recta final, agrandada sombra de la incertidumbre que proyecta de cara al futuro. 

La gallina de los huevos de oro de la economía española, fuente de divisas y motor del empleo, ha evolucionado tanto en su variedad de oferta como en el origen y perfil de su demanda, con una clara mejoría en estos 20 años también en el ámbito de las infraestructuras públicas y en su propia planta hotelera.

Las magnitudes que maneja la patronal turística Exceltur confirman este escenario. Si en el año 2000 el Producto Interior Bruto (PIB) del turismo español se situaba en 74.000 millones de euros, en 2019 la cifra se había más que duplicado, hasta los 153.000 millones. Sin embargo, la previsión de esta entidad para 2020 se sitúa en 46.000 millones, es decir, una caída del 69,6%, lo que supone volver a los niveles de 1995 por el azote del coronavirus. 

Evolución del PIB turístico y del PIB general de la economía española.
Henar de Pedro

Si se analiza la llegada de visitantes internacionales, en esos 19 años España ha pasado de 46,5 millones al año a 83,6 millones, mientras la planta hotelera ha aumentado desde 1,3 a 1,9 millones de plazas. La perspectiva para 2020 apunta a no rebasar los 20,2 millones de turistas extranjeros, básicamente los que llegaron hasta el inicio de la crisis sanitaria en marzo, cuando se produjo el confinamiento por la Covid-19. 

El cuadro comparativo se completa con el empleo, que si a principios de este siglo acumulaba 1,5 millones de afiliaciones en las ramas turísticas, el año pasado había elevado la cifra hasta los 2,5 millones de personas.

Crecimiento sostenido en el inicio de siglo

Hace 20 años, España, que se preparaba para su entrada en el euro, devaluó dos veces seguidas su antigua moneda, la peseta, y eso supuso para el sector "una atracción importante de clientes hacia el país, porque a los extranjeros les salía más barato venir", explica el presidente de la Mesa del Turismo, Juan Molas.

Consolidada ya como un destino turístico de primer orden, sobre todo para el mercado europeo, España estaba en pleno crecimiento de cadenas hoteleras y de nuevas zonas turísticas, con un incremento anual entre el 3% y el 4%. Este panorama duró hasta 2008, cuando estalló la crisis financiera, que en su caso tuvo un importante componente inmobiliario, y en 2009 el sector se contrajo.

La crisis de 2008 y las primaveras árabes

La salida de la recesión llegó, de forma sorpresiva, mucho antes para el sector turístico que para el conjunto de la economía española debido a "desgracias ajenas" derivadas de la geopolítica. Las llamadas primaveras árabes que desestabilizaron a países de la ribera sur del Mediterráneo beneficiaron a España con la llegada de millones de turistas internacionales. "Cubrimos una cuota de mercado con las primaveras árabes y llegamos a robarles de 12 a 14 millones de turistas extranjeros", explica el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda.

Pocos años después, en torno a 2013, aquella recuperación consolidó los "cinco mejores años del turismo español, por llegadas de turistas internacionales y con un saldo positivo espectacular de la balanza de pagos. Hasta 2019, por citar un ejemplo, que fue el año que recibimos 83 millones de visitantes y tuvimos un saldo positivo de 40.000 millones de euros", detalla Juan Molas.

Sol y playa compatible con la diversificación

La radiografía actual del sector turístico español obedece a una transformación desde el modelo tradicional del sol y playa, que sigue representando entre el 65% y el 70% de su oferta, hacia una diversificación del producto

De hecho, entre el 30% y el 35%, según los datos de Exceltur, se corresponde ya con otros tipos de turismo, como el de interior, el urbano, el religioso (con rutas como el Camino de Santiago), el enológico o el ornitológico (avistamiento de pájaros). "La suma de estos tipos de turismo representa a 10 millones de visitantes, que no vienen por el sol y playa ni tampoco por el turismo de negocios", lo que ha provocado que el sector gane cuotas de mercado, expone Molas.

¿Y quién nos visita? Seis de cada diez personas que practican el turismo en España son extranjeros, y cuatro españoles, aunque con importantes distorsiones por zonas. "En las últimas décadas está mejorando y ampliándose el gasto en la oferta de interior y gastronómica, debido a un esfuerzo importante por mejorar la infraestructura", apunta Zoreda.

Un sector en hibernación ante la incertidumbre

Desde el 15 de marzo de 2020, el sector turístico español está "prácticamente parado" por la Covid-19, que "nos ha dado directamente en la yugular", afirma el vicepresidente ejecutivo de Exceltur. La caída de la actividad, del 78%, solo ha sido paliada con la leve apertura del verano. Zoreda revela que las empresas están llegando a "niveles de descapitalización crecientes por problemas de tesorería porque llevan meses sin vender", especialmente líneas aéreas, hostelería y alojamiento reglado. 

Frente a este desafío propone dos salvavidas: alargar los ERTE hasta el 31 de enero de 2021 y un "rescate potente" financiero con ayudas directas para el sector "como en su día se hizo con la siderurgia o la banca". Según alerta, España se juega 750.000 empleos a final de año.

Para el día después, el sector apuesta por una transformación, un "antes y un después" de la pandemia que aborde aspectos como la digitalización, la I+D+i o la transición ecológica en el marco del Plan de Recuperación Europeo. 

"Tenemos que ir pensando en el día después para conseguir una rápida recuperación y transformación de los destinos turísticos asignando los recursos suficientes a partir de las características de cada zona. Por la experiencia de otras crisis, creemos que habrá una recuperación rápida. El deseo de viajar está muy presente en el turista occidental, en cuanto se han abierto corredores seguros y se han habilitado vuelos de Gran Bretaña, Alemania, Francia o los países nórdicos, por ejemplo a Canarias, se han disparado las reservas", sostiene Juan Molas. 

Semana Santa, posible "luz en el horizonte"

Como horizonte de España se abre la primavera de 2021: "Esperamos y deseamos que a partir de Semana Santa veamos un poco la luz en el horizonte y se vaya recuperando el mercado, no con las cifras de los años previos al Covid, pero sí con unos balances o cuentas de explotación equilibradas que permitan tener los negocios abiertos. Si no, vamos a un desastre absoluto desde el punto de vista económico y social", concluye.

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