Economía

La mayor afiliación extranjera de la última década: dos de cada cinco empleos creados el último año los ocupan trabajadores foráneos

Variación de la afiliación de extranjeros en los meses de septiembre durante la última década.
Henar de Pedro

La pujanza del mercado laboral en los últimos tiempos ha impulsado el empleo entre la población extranjera. Dos de cada cinco puestos de trabajo creados en el último año los ocupan trabajadores foráneos, cuyo volumen se ha recuperado gradualmente del desplome sufrido tras la crisis de 2008 y ha alcanzado cifras récord en la última década. "Hay trabajo y eso es fundamental para la atracción de población extranjera", explica el sociólogo Pau Miret, investigador del Centro de Estudios Demográficos de la Generalitat de Cataluña.

La Seguridad Social ganó en septiembre una media de 10.462 trabajadores extranjeros con respecto al mes de agosto, hasta sumar un total de 2.686.990 ocupados foráneos, según los últimos datos difundidos por el Ministerio de Inclusión. El repunte ha devuelto la afiliación de extranjeros a la senda alcista que abandonó en julio y agosto, tras superar los 2.698.604 cotizantes en junio, la cifra más alta en, al menos, quince años. Solo en el último año, desde septiembre de 2022, se han creado 230.971 empleos ocupados por trabajadores foráneos, lo que supone un alza interanual del 9,4% y el mayor aumento en términos absolutos para un noveno mes del año en más de una década.

El crecimiento de la afiliación de extranjeros se enmarca en un contexto generalizado de bonanza del mercado laboral. En el último año, en España se han creado 544.508 empleos, de los cuales el 42,4% lo ocupan extranjeros. Los trabajadores foráneos suponen actualmente el 12,9% del total de afiliados a la Seguridad Social, que supera los 20,7 millones de cotizantes y se sitúa en cifras récord, nunca antes vistas en la serie histórica. Desde abril de 2020, cuando la pandemia asestó un duro golpe al mercado laboral, el número de trabajadores ha crecido en más de 2,2 millones de personas, de las cuales una tercera parte son extranjeros.

"Lo primero que busca un migrante antes que nada es encontrar un trabajo que le permita sobrevivir, el empleo es fundamental para la atracción de población extranjera", remarca Miret, que recuerda que todo inmigrante persigue "una vida mejor". "En España tenemos un nivel de salario bajo dentro de Europa, pero, comparado con otros países de origen, la situación es mucho mejor", explica el economista Florentino Felgueroso, investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que añade entre los atractivos de España como país receptor de inmigración su seguridad y la oferta de servicios sociosanitarios.

Un crecimiento gradual

"La afiliación de extranjeros no ha crecido de repente, sino que hay una tendencia al alza", matiza Felgueroso, que apunta a que las cifras récord actuales no son más que el resultado de la recuperación progresiva de los niveles de empleo anteriores a la crisis de 2008. Al contrario de lo que ocurre actualmente, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria hace ya tres lustros obligó a buena parte de la población inmigrante —y también nacional— a abandonar España por la falta de empleo. 

Tras tocar suelo en enero de 2014, la ocupación extranjera se ha recuperado gradualmente a lo largo de la última década, durante la cual el número de trabajadores foráneos en España ha pasado de apenas superar los 1,5 millones de ocupados a rozar los 2,7 millones. Es decir, en poco menos de diez años, la afiliación de extranjeros a la Seguridad Social ha aumentado un 70%. El crecimiento se ha pronunciado tras la pandemia con incrementos interanuales superiores al 8%.

Entre los 230.971 empleos extranjeros creados en el último año, el 20,5% lo ocupan trabajadores colombianos. Se trata de una de las nacionalidades cuya presencia ha crecido más respecto a septiembre de 2022, con un aumento de 47.373 personas. Destaca también el incremento del volumen de trabajadores venezolanos y marroquíes, que se ha elevado en 25.782 y 22.913 personas respectivamente. Esas tres nacionalidades se encuentran entre las cinco más numerosas sobre el total de ocupados foráneos (309.639 marroquíes, 171.982 colombianos y 146.126 venezolanos), junto a la rumana (337.765) y la italiana (182.757). 

Además, el 43% de los trabajadores extranjeros que la Seguridad Social ha ganado en el último año tiene entre 35 y 54 años, frente a un 40,8% menores de 35 años y un 16,2% mayor de 54. "La población inmigrante ha ido envejeciendo. Muchos llevan años ya en España, pero también están viniendo cada vez personas de mayor edad y menos jóvenes", apunta Felgueroso, que añade que también el número de mujeres migrantes ha crecido en los últimos años. Actualmente las mujeres representan en el 44,5% de los trabajadores extranjeros empleados en España, mientras que los hombres suponen el 55,5% del total.

Hostelería y comercio

También el volumen de trabajadores cualificados ha aumentado entre la población inmigrante en los últimos años. "Muchas veces vienen a cubrir puestos en los que existen cuellos de botella, en los que que no encontramos trabajadores o no tenemos trabajadores suficientes", señala Felgueroso, que pone como ejemplo el sector sanitario. La sanidad emplea actualmente a 107.120 trabajadores extranjeros. "Si no estuvieran, la escasez sería aun mayor", añade. 

Sin embargo, Miret remarca que la mayoría de inmigrantes empleados ocupan empleos precarios. "Los extranjeros con baja cualificación e incluso los que tienen alta cualificación pero no consiguen convalidarla buscan los trabajos que encuentran, que son normalmente en los sectores más precarizados y donde hay un mercado de trabajo más amplio", explica. "Por falta de recursos, los inmigrantes están dispuestos a aceptar puestos de trabajo que son inaceptables para buena parte de la población nacional", insiste.

Distribución por sectores de los empleos extranjeros creados en el último año.
Henar de Pedro

En efecto, en el último año los sectores que más trabajadores concentran son precisamente aquellos en los que más ha crecido la afiliación de extranjeros. En concreto, la hostelería ha ganado 50.663 trabajadores foráneos, mientras que el comercio y la construcción han sumado respectivamente 29.158 y 23.264 ocupados más que hace un año. El número de autónomos extranjeros ha crecido también en 25.986 personas. La mayoría de trabajadores foráneos por cuenta propia se concentran en el sector del comercio, que agrupa 101.602 afiliados extranjeros, y la nacionalidad con más presencia es la china, que supone el 14,9% del total.

Sustento para la economía

"A nivel económico, la inmigración es absolutamente fundamental", recalca Felgueroso. La importancia que la población extranjera desempeña en la economía española se vislumbra, por ejemplo, en el Plan Presupuestario que el Gobierno ha remitido recientemente a Bruselas, en el que pronostica un crecimiento del PIB español del 2,4% para 2023 y del 2% para 2024. 

El Ejecutivo sustenta ese avance económico sobre un crecimiento de la población española muy superiores a la media histórica impulsado por la llegada de población inmigrante. "La demanda de flujos migratorios se ve impulsada por el cambio demográfico y la positiva evolución del mercado laboral, que genera un crecimiento poblacional superior al crecimiento de la fuerza laboral potencial", reconoce el documento enviado a la Comisión Europea.

El fin de la tendencia al alza de la ocupación extranjera parece no estar próximo. "Siempre que haya crecimiento del empleo, la población inmigrante seguirá aumentando", afirma Felgueroso. "En los próximos años es de esperar que haya un ritmo de crecimiento parecido al actual o que incluso pueda llegar a incrementarse, porque además las personas que viajan generan redes y hacen más fácil el camino para los siguientes que vengan", explica el economista, al tiempo que resalta la actitud "integradora" de la población española hacia la inmigración. "Mientras haya empleo y no haya un rechazo visceral de la población nativa, seguirán llegando inmigrantes", concluye.

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