La paradoja de la productividad: las horas trabajadas siguen por debajo del nivel precovid, pese a la recuperación del empleo

Imagen de archivo de un camarero atendiendo una terraza en Madrid.
Imagen de archivo de un camarero atendiendo una terraza en Madrid.
Jorge París
Imagen de archivo de un camarero atendiendo una terraza en Madrid.

El mercado laboral lleva meses marcando récords de afiliación. España no solo ha recuperado el nivel de empleo prepandemia, sino que nunca antes ha habido tantos trabajadores afiliados a la Seguridad Social. Según los últimos datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, la ocupación alcanzó en mayo los 20,81 millones de personas. Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) avisó el jueves de que la creación de empleo tiene otra cara de la moneda: el número de horas trabajadas sigue por debajo del nivel precovid.

Los datos de contabilidad nacional del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran un total de 8.477 millones de horas trabajadas en España en los tres primeros meses del año, lo que supone un 1,41% más que en el mismo periodo de 2022. Sin embargo, la cifra es todavía un 0,91% inferior a la del primer trimestre de 2019 y se mantiene un 0,53% por debajo de la del cuarto de ese mismo año, el último trimestre completo antes del estallido de la pandemia. Por aquel entonces, el número de horas trabajadas se situaba por encima de los 8.500 millones, en máximos desde 2009, aunque sin alcanzar el pico de 9.137 millones de horas registradas entre abril y mayo de 2008.

El número de horas trabajadas es la única variable utilizada para medir el empleo en términos de contabilidad nacional que no ha recuperado todavía su nivel anterior a la crisis sanitaria. Por ejemplo, tanto el volumen de ocupados como el número de puestos de trabajo se encuentran en máximos desde 2008, según los datos trimestrales del INE, ajustados a la estacionalidad. En concreto, el número de trabajadores alcanzó en el primer trimestre de este año los 20,94 millones de personas y el total de puestos llegó a los 21,28 millones, lo que supone respectivamente un 3,68% y un 1,61% más que en el mismo periodo de 2019. 

De acuerdo a la última Encuesta de Población Activa (EPA), la proporción de trabajadores a tiempo parcial no ha aumentado con respecto a 2019. Los empleados con este tipo de jornada representaron durante el primer trimestre de 2023 el 13,72% del total de ocupados, frente al 14,90% del mismo periodo de 2019. No obstante, el número total de horas efectivas semanales trabajadas por este colectivo ha disminuido en mayor proporción que el número de trabajadores, lo que indica jornadas laborales más cortas. Así pues, en comparación con los primeros tres meses de 2019, el total de trabajadores a tiempo parcial se ha reducido un 3,29% hasta los 2,8 millones de personas, frente al descenso del 4,74% en el número de horas.

El fenómeno de recuperación de los niveles de ocupación sin alcanzar el total de horas trabajadas antes de la pandemia no es exclusivo de España. Según un análisis publicado el jueves por el BCE —firmado por Oscar Arce, Agostino Consolo, Anónio Dias da Silva y Matthias Mohr—, el volumen de personas con empleo ha crecido en el conjunto de la eurozona un 2,3% entre el cuarto trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2022, mientras que la media de horas trabajadas ha disminuido un 1,6%. "La trayectoria moderada del promedio de horas trabajadas está frenando la intensa recuperación de las cifras generales de empleo y, posiblemente, aumentando las preocupaciones actuales sobre la escasez de mano de obra que tienen muchas empresas", apunta el artículo. 

Una vez resueltos buena parte de los ERTE que alteraron de forma considerable el promedio de horas trabajadas durante los meses más duros de la crisis sanitaria, la autoridad monetaria achaca la situación actual al auge del empleo público, así como al incremento de las bajas por enfermedad. Según los cálculos de los expertos del BCE a partir de los datos de Eurostat, el sector público ha sido el que más ha aportado —casi un punto porcentual— a la creación de empleo en los tres últimos años, mientras que en ese área el número medio de horas trabajadas ha caído 0,54 puntos. Es decir, hay más empleados públicos, pero trabajan menos horas.

Avance de la productividad

Según datos de la OCDE, España es el sexto Estado miembro con menor PIB por hora trabajada —indicador de la productividad laboral que mide la eficiencia con la que se utiliza el factor trabajo en la producción de riqueza—, por delante de Francia, pero por detrás de otros países de su entorno como Italia o Alemania. De hecho, en la actualización de sus previsiones económicas para España, la OCDE instó el miércoles al país ibérico a "seguir haciendo frente al bajo crecimiento de la productividad", algo que el organismo internacional considera que "debe ser una prioridad". 

"Hay que seguir trabajando para impulsar la productividad y la innovación", recalcan las perspectivas económicas de la OCDE. Pese a la ralentización con respecto a la expansión del 5,5% estimada en 2022, la organización con sede en París prevé que España sea la economía que más crezca en 2023 y 2024 entre las cuatro grandes. En particular, pronostica una expansión del PIB del 2,1% para este año y del 1,9% para el próximo. De momento, según los datos del INE, la economía española ha crecido en el primer trimestre del año un 3,8% en tasa interanual, frente al avance del 2,35% de la productividad por hora efectivamente trabajada. Y es que la productividad lleva casi dos años creciendo en España a menor ritmo que el PIB.

No obstante, el Banco de España advirtió en octubre de que la baja productividad "no es un 'problema'" para la economía española, sino un "síntoma" de peculiaridades como el reducido tamaño de las empresas. De hecho, la productividad solo ha crecido en España a mayor ritmo que el PIB durante épocas de recesión como entre 2011 y 2013 y en 2020, cuando la economía se contrajo por el parón provocado por la crisis sanitaria.

"El reducido tamaño del tejido empresarial español -independientemente del sector- es uno de los factores que inciden en la baja productividad agregada en nuestro país", explicó la institución en su informe. "Esto se debe, no solo a que la productividad tiende a aumentar con el tamaño empresarial, sino también a que es precisamente en las compañías españolas de menor tamaño donde se observa un diferencial de productividad más negativo con respecto a sus equivalentes europeas", añadió. En todo caso, el Banco de España apunta a la eficiente reasignación de recursos entre empresas, así como a la formación y a la inversión como requisitos claves para la mejorar de la productividad.

Isabel Fuentes
Redactora '20minutos'

Graduada en Periodismo y Ciencia Política por la Universidad Rey Juan Carlos. En 20minutos desde 2022, primero en la sección de Última Hora y actualmente en Nacional. Escribo sobre todo de economía, aunque también he cubierto la actualidad política.

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