La rebaja del IVA amortigua la subida de los alimentos, pero no evita que el precio de la cesta de la compra siga disparado

El primer mes con la rebaja del IVA de algunos productos básicos en vigor ha terminado con una tasa de inflación anual en los alimentos del 15,4%. Con este dato, el coste de la cesta de la compra se ha moderado tres décimas en el arranque de 2023 con respecto a la inflación récord del 15,7% registrada en diciembre. Sin embargo, según los datos del INE publicados este miércoles, en términos mensuales los alimentos se han encarecido en enero un 0,4% en comparación con el nivel de precios de diciembre, aun a pesar de que la mayoría de productos afectados por la rebaja del IVA se han abaratado.

La inflación se mide a través del Índice de Precios al Consumo (IPC), un indicador elaborado a partir de los precios de una cesta de la compra tipo de un hogar medio. En lo que a alimentación se refiere, el IPC recoge medio centenar de categorías de productos, entre los cuales solo 14 registraron en enero tasas de variación mensuales negativas, es decir, se abarataron en el primer mes del año. De ese total, una decena fueron precisamente productos afectados por la rebaja del IVA aprobada en el último Consejo de Ministros de 2022 para tratar de aliviar el coste de la cesta de la compra sobre el bolsillo de las familias.

La reducción del gravamen ha condicionado, por tanto, el comportamiento de algunos de los productos más esenciales, marcando una clara diferencia respecto al resto. En ese sentido, el Ministerio de Asuntos Económicos ha señalado que los precios de los alimentos afectados por la rebaja impositiva bajaron en el primer mes del año un 1,6% respecto al mes de diciembre, frente a la subida mensual del 1,4% experimentada por el resto de productos de la cesta.

Precios más baratos

La rebaja del IVA hasta el 30 de junio no atañe a todos los alimentos. Por un lado, el Gobierno ha reducido del 10% al 5% el gravamen del aceite y la pasta. Por otro lado, se ha eliminado temporalmente el tipo superreducido del 4% que se aplica a alimentos de primera necesidad, como el pan o la leche, quedando también exentos de este impuesto durante la primera mitad del año las harinas panificables, los quesos, los huevos, las frutas, verduras, las hortalizas, las legumbres secas, las patatas y los cereales.

El mayor descenso en el mes de enero en el precio de estos productos se produjo en las frutas frescas y refrigeradas, que se abarataron un 4,2% respecto al mes anterior. Le siguen las pastas alimenticias y el cuscús, en cuyo caso la merma ha sido del 3,5%. Por su parte, las patatas, el aceite de oliva, la leche (entera y desnatada) y los huevos se pagaron en enero entre un 1% y un 1,5% más baratas que en diciembre, un descenso que se reduce hasta el 0,7% y el 0,2% en el queso y el pan, respectivamente. 

También se ha producido una bajada de precio en las harinas, aunque en este caso la reducción del IVA solo afecta a las panificables. La excepción la constituyen el arroz, en cuyo caso la rebaja impositiva no ha evitado un encarecimiento mensual del 3,7%, y las legumbres y hortalizas, si bien solo las secas y las que tengan la condición de productos naturales se han visto favorecidas por la medida del Gobierno.

El pescado, disparado

En cambio, el IVA se mantiene intacto en otros alimentos básicos como la carne, el pescado, los yogures, el agua embotellada, el azúcar, la mantequilla, el café, el tomate frito y todo tipo de conservas. A excepción de los zumos de frutas y vegetales y las carnes de ave, de ovino y de caprino, todos los demás alimentos exentos de rebaja aumentaron de precio en enero. Entre los más afectados por la inflación, destacan la pizza y el pescado fresco o refrigerado, que se encarecieron en el último mes un 5,1% y un 4,7% respectivamente.

Por su parte, la variación mensual en el precio de los yogures, las mermeladas, el té y los cereales de desayuno se situó entre el 2,8% y el 2%. Tampoco escaparon a la subida el agua mineral o de manantial, la mantequilla, el chocolate o el azúcar, con repuntes de entre el 1,9% y el 1,1%. Más ligero es el alza de las carnes de vacuno y de cerdo, que no llega al 1%. La reducción fiscal tampoco afecta a las bebidas azucaradas ni a las alcohólicas, en cuyo caso los refrescos se encarecieron en enero un 2,7% y la cerveza rubia, un 2,4%, con respecto a los precios de diciembre.

En todo caso, en comparación con los precios de hace un año, la rebaja del IVA ha amortiguado la subida, pero no ha evitado que más de una veintena de productos se hayan encarecido en el último año por encima de la media del 15,4%. La palma se la lleva el azúcar, que en enero de este año se pagaba un 52,1% más caro que hace un año. Le siguen la mantequilla (38,2%), las salsas y condimentos (33,9%), la leche entera (33,4%), los aceites y grasas (31,3%), los huevos (27,2%), los productos lácteos (23,4%), los cereales (22,8%) y las patatas (+20,5%).