Bruselas prevé que la economía española crezca un 1,7% en 2024, el doble que en la eurozona

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
Eduardo Parra / EP
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.

La Comisión Europea cree que la economía española crecerá un 1,7% en 2024 y después acelerará hasta alcanzar un 2% en 2025. Si el pronóstico se materializa, el PIB de España avanzaría el doble que el de la eurozona este ejercicio —se prevé un 0,8% para el conjunto de los países del euro— y crecería por encima de las tres grandes economías europeas en 2024 y 2025. 

Además, Bruselas prevé que la inflación se siga moderando este año. En concreto, apuntan a que los precios del consumo subirán, de media, en 2024 un 3,2%, dos décimas menos que en 2023. Ya en 2025, la inflación se situaría en el entorno del 2%, el objetivo que persigue el Banco Central Europeo (BCE).

Estas son dos de las grandes conclusiones que deja el informe de previsiones económicas de invierno que ha publicado este jueves la Comisión Europea. La UE coincide a grandes rasgos con el consenso de los analistas, que esperan que el crecimiento económico este año se mueva en una horquilla entre el 1,5 y el 1,7%. El Gobierno mantiene su expectativa en el 2%, la cifra con la que pretende elaborar unos Presupuestos Generales del Estado para este año de destino incierto.

Aunque el análisis de Bruselas apunta a que España será capaz de mantener un nivel de crecimiento considerable —sobre todo en comparación con el resto de Estados miembros— la economía nacional perderá impulso este año frente a un 2023 en el que el PIB avanzó un 2,5%

El fuerte tirón del turismo que se vio en 2023 perderá ímpetu en 2024 tras cerrarse la recuperación el año pasado. Las exportaciones también se resentirán, a la luz de la fuerte debilidad de los principales socios europeos de España. En el frente doméstico, el impacto de las subidas de los tipos de interés y su efecto sobre el consumo y la elevada deuda también seguirán pesando.

En lo que respecta al mercado de trabajo, se espera que el crecimiento del empleo se desacelere este año, aunque "contribuirá a sostener el crecimiento económico", señala el Ejecutivo europeo. El crecimiento económico de España en los dos próximos años se jugará dentro de sus fronteras. Los motores serán el consumo —que dependerá de la recuperación de poder adquisitivo de los trabajadores— y la inversión, condicionada por la ejecución de los fondos europeos de recuperación. 

Problemas en la eurozona

Bruselas ha optado por mantener inalterada su previsión de crecimiento para este año y el siguiente en el caso de España, una decisión que no ha sido la tónica general para los países europeos. "La economía de la UE ha entrado en 2024 en una situación más débil de lo previsto", señala la Comisión en el informe. "Tras evitar por los pelos una recesión técnica en el segundo semestre del año pasado, las perspectivas [de crecimiento] para el primer trimestre de 2024 siguen siendo moderadas", agregan. Bruselas recuerda que el PIB del conjunto de los países del euro apenas se ha movido desde finales de 2022. 

La pérdida de poder adquisitivo, el hundimiento de la demanda externa, las fuertes subidas de tipos de interés —que han caído como un jarro de agua fría sobre la economía para parar la inflación— y la retirada parcial de las medidas de apoyo fiscal en 2023 están entre las razones que explican el parón.

Este panorama se traduce en unas modestas expectativas de crecimiento de las grandes economías del euro. Alemania, que representa en torno a un 30% del PIB de la eurozona, apenas crecería un 0,3% en 2024 —una revisión de cinco décimas a la baja—, según la Comisión. Un timidísimo avance que se produce después de que el PIB alemán cayera un 0,3% en 2023. En 2025, el PIB alemán ganaría algo de tracción y avanzaría un 1,2%.

Las expectativas para Francia también han empeorado. Bruselas ha recortado su pronóstico de crecimiento para 2024 en tres décimas y lo sitúa ahora en un 0,9%. La economía gala debería acelerar en 2025, con un crecimiento del 1,3%, pero todavía por debajo de la media de los últimos años. En el caso de Italia, la Comisión prevé un crecimiento moderado del 0,7% este año y del 1,2% el siguiente. 

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