Caída del 38% en la producción, 23.000 empleos, 1.000 millones por el cierre... las cifras de la debacle de Nissan
El cierre definitivo de la planta de Nissan en Barcelona y de otras dos factorías más de la zona supone asestar un enorme golpe a la industria española y catalana, y por extensión a una economía nacional que vive momentos muy delicados debido a la crisis sanitaria del coronavirus.
Solo en términos de empleo, la decisión de la firma japonesa supone la pérdida directa de 3.000 puestos de trabajo directos (en España tiene 4.000 empleados) aunque la cifra de afectados se incrementa con los más 20.000 empleos indirectos que generan las empresas auxiliares vinculadas a Nissan. En resumen: más de 23.000 personas pierden su trabajo.
Ya el año pasado 600 trabajadores salieron de la empresa tras acogerse al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se puso en marcha. Otro momento difícil se vivió en 2009, durante la última crisis económica, cuando la multinacional anunció un recorte de 1.680 empleos, aunque luego pudieron reducirse hasta las 581 salidas.
Para entender esta debacle, solo hay que echar un vistazo a los malos datos de la compañía en España este año. Según los últimos resultados publicados por Nissan, entre enero y abril, la producción de vehículos en nuestro país cayó un 38% en comparación con el mismo periodo de 2019, lo que supone la mayor del grupo en el mundo. En esos cuatro meses se fabricaron 55.022 vehículos.
La planta de Barcelona, la más importante de Nissan en España, ha trabajado en los últimos tiempo a un 20% de su capacidad, pese a que podría fabricar hasta 200.000 vehículos anuales. En estos momentos, Nissan sólo fabrica tres modelos en la Ciudad Condal (eNV200, Nissan Navara y Reanult Alaskan), ya que la Mercedes Clase X, que supone el 57% de la actual carga de trabajo de la planta, dejará de producirse este mes.
Tampoco estaba teniendo la firma nipona buenas ventas en España, ya que la tendencia era a la baja, aunque bien es verdad que no demasiado pronunciada. Su facturación en 2019 fue de algo más de 2.609 millones de euros, un 6,6% menos que en 2017, cuando se acercó a los 2.796 millones.
Una salida de 1.000 millones de euros
Nissan deberá además rascarse aún más el bosillo con su marcha. El cierre de las factorías catalanas, según cálculos realiazados por el Gobierno, puede costarle a la multinacional japonesa unos 1.000 millones de euros. Esta cantidad abarcaría finiquitos e indemnizaciones a trabajadores y proveedores. el restablecimiento a su estado original de los terrenos del Consorcio de la Zona Franca donde está ubicada la planta y la devolución de ayudas.
Con la marcha de Nissan, el sector de la automoción perderá peso en Cataluña, que fabrica uno de cada 5 vehículos que se producen en España y que factura unos 23.000 millones de euros, dando empleo directo a 56.200 personas e indirecto de 143.000, lo que supone un 4,2% de la población activa.
Sus ventas caen un 41% en abril
La compañía japonesa ha anunciado este jueves que sus ventas mundiales de vehículos cayeron un 41,6 % en abril pasado respecto al mismo mes de 2019 y en los primeros cuatro meses de este año acumula una reducción del 31,1 %.
Los datos fueron difundidos horas antes de que Nissan dé a conocer los resultados del año fiscal cerrado en marzo pasado, que se anticipa anotará números rojos en su balance operativo por primera vez en once años.
En abril pasado, Nissan vendió 217.264 vehículos y en los primeros cuatro meses del año un total de 1,2 millones de unidades, indicó la firma en un comunicado.
China fue el primer país en comprar vehículos de Nissan en abril, un total de 122.846, con un aumento del 1,1% respecto al mismo mes de 2019. En segundo lugar quedó Estados Unidos, con 46.287 unidades (-51,6%).