Las altas temperaturas y el alto precio de la luz provocan un gran dilema en las casas en torno al uso del aire acondicionado y cómo consumir lo menos posible sin abrasarse de calor y ahorrar en la factura de la luz.
El aparato de aire frío es el protagonista de estos días y lo primero que hay que tener en cuenta para controlar el consumo de electricidad es su eficiencia energética y que cuanto mejor sea, menor será el consumo.
Una de las dudas más frecuentes es la temperatura a la que hay que poner el aire para no gastar demasiado dinero y, según el medio Idealista, "es recomendable recurrir a una temperatura intermedia, de entre 22 y 25 grados, que elegir temperaturas más bajas" y "enfriar la estancia de forma paulatina" porque así se evitará un consumo excesivo y será bueno para la salud.
El aire acondicionado consume menos en esta franja de temperaturas intermedias porque debe realizar menos esfuerzo para llegar a la temperatura establecida en la habitación.
En cuanto a su uso durante la noche, es mejor apagarlo y programarlo durante el día "a las horas adecuadas para mantenerla fresca más tiempo, así como los precios de la electricidad en cada momento" y utilizar el modo Eco.
Además, es muy importante instalarlo en un lugar en el que los rayos del sol no incidan directamente y, por tanto, se encuentre a la sombra. Tampoco hay que olvidar que el aire acondicionado también necesita ser limpiado con frecuencia, al menos una vez al año, incluidos los filtros.
Utilizarlo lo menos posible
El consejo principal para ahorrar en la factura de la luz es evitar el uso del aire acondicionado y para sobrevivir sin él a las olas de calor lo mejor es aislar la vivienda optimizando el uso de ventanas, puertas y cualquier otro tipo de cerramiento, aseguran desde el portal Idealista.
Una de las alternativas a este aparato es el ventilador que, aunque no aporta aire frío a la estancia, reduce la temperatura ambiente al mover sus aspas y producir ventilación, como indica su nombre.
Las persianas, cortinas y toldos también son muy importantes para mantener protegida la vivienda de la luz solar y ayudar a refrescarla sin tener que utilizar aparatos eléctricos.
Por último, desde Idealista aconsejan vestir con ropa fresca y clara, ventilar la casa en las horas en las que bajan las temperaturas y enfriar los suelos y paredes.
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