Draghi saca toda su artillería: baja los tipos al 0% y amplía el programa de compra de deuda

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves rebajar los tipos de referencia al 0% (desde el 0,05% actual) y ampliar el importe de las compras mensuales de deuda a 80.000 millones mensuales, veinte mil adicionales cada mes sobre la cantidad que se adquiere ahora en deuda soberana y de las administraciones regionales.

No son las dos únicas medidas que ha tomado el BCE. También rebaja al -0,4% la tasa que paga (en este caso, cobra) a los bancos por depositar el dinero en las arcas del BCE. Es una décima más de la tasa que ya es negativa actualmente, con el objetivo de que los bancos no depositen el dinero en el BCE y que lo dediquen en forma de más créditos y liquidez a la economía real. También contribuye a frenar la apreciación del euro, por lo que la economía de la eurozona ganaría en competitividad.

Y una cuarta medida fundamental: el programa de compra de deuda (QE, Quantitative Easing) que comenzó en marzo de 2015 no se limitará a los bonos emitidos por las administraciones estatales, sino que se incluirán también títulos emitidos por "corporaciones no bancarias" —es decir, empresas— de la eurozona.

Los nuevos tipos de interés (tanto el que se cobra a los bancos, como el de referencia en la UE) se empezarán a aplicar el 16 de marzo, mientras que la nueva cantidad de deuda se empezará a cobrar en abril. Eso sí, el BCE no ha ampliado el plazo de finalización del QE, que en diciembre decidió alargar en seis meses, hasta marzo de 2017.

El presidente del BCE, Mario Draghi, saca de este modo toda la artillería de la que dispone el organismo en materia monetaria. "Con estas decisiones queremos estimular la concesión de créditos y reforzar la recuperación de la eurozona", ha explicado Draghi en la rueda de prensa celebrada en Francfort (Alemania). "La recuperación está afectadas por la lentitud en las reformas estructurales, que deben ser implementadas de forma efectiva", añadió.

El responsable monetario de la zona euro ha lamentado que la recuperación "sigue contenida por el lento ritmo de las reformas". De hecho, este mismo jueves el BCE ha rebajado las previsiones de crecimiento de la eurozona al 1,4% en 2016 (tres décimas menos que en los cálculos de diciembre) por los riesgos a la baja del crecimiento global y la caída de los precios del petróleo en los últimos meses.

Draghi también ha justificado las decisiones tomadas hoy en el intento de "llevar la inflación pore debajo pero cerca del objetivo del 2%", después de conocerse que en febrero cayó al -0,2%. El BCE pronosticó en diciembre que la inflación en la eurozona cerraría al 1% en 2016 y al 1,6 % en 2017. Pero todo ha cambiado. Ahora se espera que no suba del 0,1% en 2016 (nueve décimas menos que en diciembre), 1,3% en 2017 y 1,6% en 2018.

Los mercados recibieron con euforia las decisiones del BCE, más atrevidas de lo que preveían los analistas y más agresivas que las tomadas en diciembre.

,El Ibex-35 llegó a subir casi un 4%durante la sesión y a colocarse por encima de la barrera psicológica de los 9.000 puntos. La banca era, evidentemente, el sector que presenta mayores avances en el parqué. Pero el buen ánimo fue apagándose durante la tarde y el selectivo cerró casi plano. Apenas subió 5,80 puntos, un 0,07%.

Madrid fue la única que a duras penas cerró con ganacias, porque el resto de plazas europeas despidió la sesión en números rojos: Francia se dejó un 1,7%, Francfort un 2,31%, Londres un 1,78% y Milán. un 0,5%.

El euro subió al cierre del mercado de divisas y se cambiaba a 1,1170 dólares, frente a los 1,1017 dólares de la jornada anterior. Todo un cambio de rumbo, porque tras el anuncio de Draghi el euro se había depreciado hasta los 1,08 dólares.