Enero ha sido siempre un mes de destrucción de empleo en España y en esta ocasión tampoco ha sido una excepción. La Seguridad Social ha cerrado el primer mes del año con 231.249 trabajadores afiliados menos de los que registraba a finales de 2023 en lo que supone el peor dato para un enero desde 2020 y el segundo peor desde 2013. La foto general que deja el mercado laboral español es de 20,6 millones de personas trabajando, medio millón más de las que se registraban a estas alturas del año pasado. Así se desprende de los registros de afiliación y paro registrado que los ministerios laborales del Gobierno (Trabajo y Seguridad Social) han publicado este viernes.
En consecuencia de lo anterior, el paro registrado en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha aumentado en 60.404 personas. Una cifra que no casa exactamente con el empleo que se destruye porque no todas las personas que se quedan sin trabajo acuden a apuntarse en el SEPE. Pese a todo, el desempleo registrado se mantiene en niveles mínimos de los últimos 16 años, con 2.767.860 personas en esta situación.
La pérdida de puestos de trabajos en enero es un rasgo típico de la economía española, que tiene un comportamiento muy estacional debido a la estructura productiva del país. El fin de las contrataciones por la campaña navideña —que concluye en enero— se suele citar como el gran causante de la destrucción de puestos de trabajo que se ha producido siempre en este mes en los últimos 24 años.
Los datos lo corroboran. La actividad que más empleos destruyó en enero fue el comercio, que pierde 50.000 afiliados. La hostelería se deja unos 51.000 puestos de trabajo entre restauración y alojamiento y también caen con fuerza los afiliados en actividades relacionadas con el empleo, donde se contabilizan los trabajadores en empresas de trabajo temporal.
La foto engañosa de enero
Enero siempre ha sido un mal mes para el mercado laboral. Precisamente por eso, el dato bruto de por sí no es un buen indicador de cómo está funcionando el mercado de trabajo. En este caso, la estadística desestacionalizada que publica el Gobierno —aquella que 'limpia' la serie para eliminar la distorsión que producen las estaciones— cobra especial relevancia.
Si eliminamos el efecto estacional, España habría creado 38.357 empleos en enero, lo que implica incluso una pequeña aceleración respecto al dato de diciembre. La estadística hace pensar que el tirón del empleo, que se ha demostrado una variable clave para que España creciera en 2023 por encima de sus socios europeos, todavía no se está agotando.
Con las gafas del ajuste estacional, que permite ver las tendencias de fondo más allá de la foto fija de enero, se observa como la construcción, la educación y la sanidad —estos dos últimos sectores con niveles importantes de empleo público— mantienen un tirón importante sobre la actividad.
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