Economía

Las familias españolas de clase media dedican un tercio de sus ingresos a pagar impuestos

Imagen de archivo de una familia.
EUROPA PRESS

Un tercio de los ingresos de las familias de clase media van dedicados a pagar impuestos. Así se desprende de un estudio presentado este jueves por el Consejo General de Economistas de España (CGE) y el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), en el que se hace una fotografía de la factura fiscal de los hogares españoles. El IRPF es el impuesto que más peso tiene en la carga fiscal de las familias, pero su cuota se duplica al tener en cuenta otros impuestos como el IVA, las cotizaciones sociales o el IBI, entre otros.

En concreto, la investigación apunta a que el tipo medio de IRPF soportado por los hogares españoles de clase media oscila entre un 13,76% y un 17,23%, en función del número de personas que lo integren, cuántas de ellas perciban ingresos y la existencia o no de hijos a cargo. "El IRPF es un impuesto progresivo, cumple su función", matiza Salvador Marín, director del servicio de estudios del CGE y coordinador de este trabajo.

Así, por ejemplo, una persona soltera soporta de media un tipo de casi el 16%, de manera que sobre una renta media de 20.798,7 euros tendría que pagar 3.318,84 euros en IRPF. Esa carga se multiplica casi por tres cuando su nivel de renta se duplica. "Su cuota aumenta más de que lo que correspondería si fuera proporcional", explica José María Durán, director del Instituto de Economía de Barcelona (IAB) y uno de los autores de la investigación.

Del mismo modo, también existen "diferencias sensibles" según la estructura del hogar. Por ejemplo, una pareja de clase media con un hijo y que haga la declaración de la renta de forma conjunta porque solo uno de los dos adultos perciba ingresos soporta de media un tipo del 18,04%. Si ambos progenitores trabajan, esa cuota es del 13,76% para la declaración individual de cada uno de ellos. Además, el número de hijos influye más en el tipo medio soportado en las rentas medias-altas que en las medias y medias-bajas, ya que estas últimas están exentas de pagar desde un principio, por lo que no obtienen ningún tipo de beneficio adicional por descendientes.

A esta casuística del IRPF se suman las especificidades de cada comunidad, ya que los Gobierno autonómicos tienen potestad para hacer modificaciones en el tramo autonómico de este impuesto y aplicar deducciones. Tomando como referencia los datos de 2022 manejados en el estudio presentado este jueves, Cataluña es, por ejemplo, el lugar donde más IRPF paga un contribuyente soltero y sin hijos. En el extremo opuesto se encuentra Canarias, con una diferencia de 338 euros. La comunidad limítrofe con Francia es también, junto a Baleares, en la que una menor proporción de la cuota del IRPF corresponde al Estado, en torno al 48%. En cambio, en Madrid y Canarias, la situación se invierte y es la cuota autonómica la que representa cerca del 47% por aplicar más desgravaciones.

No obstante, el impuesto sobre la renta no es el único que pagan los hogares de manera cotidiana. A este se añaden las cotizaciones sociales, el IVA, los impuestos especiales sobre el alcohol, el tabaco o la electricidad, el IBI, el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, las tasas de basuras... Al considerar todos estos tributos en su conjunto, la carga fiscal total soportada por las familias se duplica con respecto a los tipos iniciales del IRPF, pasando a una cuota media de entre un 31,71% y 35,35%.

"Si tomamos como referencia una familia formada por una pareja con dos hijos con unas rentas mensuales de 3.639,75 euros, los impuestos que tendrían que soportar importarían 1.153,42 euros, un 31,69%, con lo que su renta mensual disponible sería de 2.486,33 euros, que es lo que le quedaría para pagar los gastos de alquiler de vivienda, luz, agua, gas, teléfono, comida, trasportes, ropa, colegios...", ejemplifica el presidente del CGE, Valentín Pich. "Seamos conscientes del esfuerzo que supone pagar los impuestos", añade. "La gran mayoría de los ciudadanos no somos conscientes de los impuestos que afrontamos durante el año. El pago de impuestos se ha convertido en un acto inherente y cotidiano que asumimos sin prestar la debida atención", coincide Agustín Fernández, presidente del REAF.

En ese sentido, dado el carácter progresivo del IRPF, Marín plantea la posibilidad de que utilizar este impuesto para compensar a algunas modalidades de familias la carga fiscal por vía de impuestos indirectos como el IVA o el IBI. "Se puede usar el IRPF para ajustar la carga fiscal vía impuestos indirectos de bienes de consumo necesarios como la vivienda", sugiere. Sobre la posibilidad de acometer reformas más profundas, Pich recuerda que España tiene poco margen de maniobra. "Un país que tiene un déficit fiscal constante difícilmente puede hacer muchos experimentos o mejoras, porque el zapato le aprieta", señala.

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