Los mercados europeos sufren un viernes negro arrastrados por el desplome del Deutsche Bank

Una semana más el pánico sigue apoderándose de los mercados, que han vuelto a verse arrastrados por la quiebra de entidades como el Silicon Valley Bank estadounidense o el Credit Suisse suizo. Como consecuencia de dichas insolvencias, el 'efecto dominó' sigue propagándose en los mercados mundiales, tocando de lleno a la banca alemana. 

El Deutsche Bank se ha desplomado un 8,53% en la jornada del viernes 'arrastrando' al resto de mercados europeos. El Ibex 35 español ha caído 1,98%, mientras que el FTSEE Italia All-Share perdió un 2,16%, en una jornada 'especial' de 'Eurocumbre' dónde Christine Lagarde y Los Veintisiete no han cambiado sus planes, sino que han continuado con mensajes de fortaleza como ya se preveía. "Nuestro sector bancario es resiliente, con fuertes posiciones de capital y liquidez", concluyeron los líderes de la UE sin presentar gran novedad. 

Situación delicada

A pesar de los continuos intentos de las diferentes entidades por llamar a la calma, las cifras no mienten. Pasan los días y el revuelo de los bancos no cesa, dando lugar a un escenario de incertidumbre donde la quiebra del SVB, Credit Suisse, incluso Lehman Brothers siguen en la retina de muchos. 

En un intento desesperado por 'salvarse' el Silicon Valley Bank también protagonizó un episodio negro para Estados Unidos, mostrando el fracaso en su estrategia financiera. De esta manera, la entidad bancaria regional, después de varios días de preaviso, finalmente fue declarada en bancarrota, en la que supone la mayor caída de una entidad desde la crisis financiera de 2008. 

Como consecuencia a esta estrepitosa caída, un 'efecto dominó' se desencadenó, afectando en primer lugar al continente americano. El siguiente afectado fue el First Republic Bank, que necesitó una inyección de 30.000 millones de dólares de grandes bancos para poder seguir a flote. A pesar de una relativa remontada de la entidad, todavía no pueden cantar victoria debido a la volatilidad de la banca. 

Como consecuencia de este 'baile' bancario, Europa, finalmente, y ante la negativa del BCE, se vio salpicada gravemente. Credit Suisse, uno de los bancos más grandes de Suiza tuvo que ser absorbido finalmente por el otro gigante helvético, UBS. Este pagó 3.000 millones de euros, un 60% de lo que la entidad valía hace una semana en una medida de rescate que  supuso una gran penalización a los accionistas. El precio de sus acciones se pagó a 0,76 francos, muy por debajo de los 1,86 de hace una semana o los 4,64 de hace seis meses. 

A pesar de esta maniobra, la entidad justificó su movimiento señalando la complejidad de la situación que les 'acechaba'. "Dadas las recientes circunstancias extraordinarias y sin precedentes, la fusión anunciada representa el mejor resultado disponible", afirmó el presidente de la junta directiva de Credit Suisse, Axel P. Lehmann.

La Fed y el BCE se mantienen firmes

En una situación de tal incertidumbre, la intervención de las principales entidades bancarias se antoja clave para el futuro de los mercados. Como consecuencia, el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos se han puesto 'manos a la obra'. 

A pesar de la delicada situación, donde aún resuena el eco de Lehman Brothers en 2008, ambas entidades han decidido no levantar el pie del acelerador continuando con su estrategia inicial para paliar la inflación, que en Europa tiene como objetivo frenarse en 2%.

Por ello, el pasado jueves 16 de marzo el Banco Central Europeo de Lagarde decidió continuar con su hoja de ruta para contener la inflación, y subió los tipos de intereses 0,5% más. De esta manera la entidad continúa con su plan que tiene como objetivo tratar de paliar el aumento de los precios, que el último mes registró un 8,5% en la Eurozona. 

A pesar de la inestabilidad financiera, la entidad afirmó contar con liquidez suficiente para responder ante posibles sobresaltos. "El BCE cuenta con todos los instrumentos de política monetaria necesarios para suministrar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si fuera necesario", afirmó la jefa del BCE. 

Por su parte, la estrategia de la Reserva Federal de Estados Unidos decidió continuar con su plan de intereses a pesar de la incertidumbre e inestabilidad financiera generada con las caídas del Silicon Valley Bank y el Signature Bank, una decisión cuestionada por muchos. 

De esta manera, el miércoles 22 de marzo, la Fed apuntaló la novena subida consecutiva de tipos siguiendo una estrategia muy similar a la del viejo continente. De esta forma se llevó a cabo un nuevo aumento del 0,25%, dejando así los tipos entre 4,75% y 5%. Aún así, y a pesar de haber decidido continuar con las subidas, Estados Unidos no mostró tanta 'robustez' como Europa. 

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal afirmó el pasado miércoles que la situación no desembocará en una crisis financiera, calificando el sistema bancario como "sano, resiliente, con fuerte capital y liquidez". A pesar de su insistencia, también matizó que esta medida puede ser efectiva para contener los 'vaivenes' bancarios actuales, aunque podría no ser lo más adecuado para contener la inflación.

¿Cómo está España?

Ante la tesitura de miedo y dudas, la Bolsa española continúa registrando números rojos al cierre de las jornadas. Este viernes tampoco fue diferente y cerró con una nueva caída del 1,98%, siendo arrastrada por Deutsche Bank. De esta manera, el Ibex 35 retrocedió 177,5 puntos (1,98%), quedándose en 8.792,5 puntos, dejando las ganancias que ayer rozaban el 3% en solo 0,8%, dejando la subida anual en 6,85%.

De esta manera, la jornada se cerró con nuevas caídas encabezadas por Bankinter, con un descenso del 5,38%, seguido de BBVA (-4,43%), Banco Sabadell (-4,28%), Unicaja Banco (-4,06%), Banco Santander (-3%) y CaixaBank (-2,95%).

Debido al contexto de dudas, y a los números que siguen sin mejorar de forma notable, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha querido recordar este viernes la "fortaleza" de la banca española en un entorno sumamente volátil, siguiendo así la dinámica mostrada por parte del Banco Central Europeo y la Reserva Federar de Estados Unidos.