Los trabajadores españoles tenían menos poder adquisitivo en 2023 que en 2007

Los trabajadores españoles viven, a efectos de los bienes y servicios que pueden comprarse, con el mismo salario que hace 16 años. En el año 2007, el empleado raso promedio ganaba 19.588 euros brutos al año, mientras que en 2023 su sueldo ascendía a 26.406 euros (un 34,8% más). Sin embargo, en ese mismo periodo los precios del consumo se han disparado un 36,1%, lo que ha neutralizado por completo las subidas salariales que se han registrado desde 2007. 

Esta es una de las principales conclusiones de un informe difundido este miércoles por la escuela de negocios EADA elaborado a partir de datos de la consultora ICSA. Las cifras proceden de una base de datos de 80.000 registros salariales de trabajadores del sector público y privado y se han obtenido a través de encuestas y consultas a plataformas online, señala el informe. 

Las fuertes subidas de precios registradas desde mediados de 2021 se han 'comido' la pequeña ganancia de poder adquisitivo que acumulaban los salarios en los años anteriores. La devaluación de los salarios ha sido generalizada y ha afectado tanto a empleados como a directivos y mandos intermedios. En estos dos últimos casos, su retribución era en 2023 un 24% y un 28,6% superior respectivamente a la de 2007, muy por debajo de la inflación acumulada desde entonces. 

Si se pone el foco en la evolución más reciente, la retribución promedio de un empleado en España se situaba en 26.406 euros anuales en 2023, un 8,8% más que en 2022. Este incremento duplica el registrado en 2022 y es el más cuantioso desde el estallido de la crisis financiera. Desde EADA explican este repunte por la subida del salario mínimo, los efectos de la negociación colectiva, la tecnificación del empleo y las exigencias del mercado en determinados puestos y sectores.

Los sueldos de los trabajadores corrientes han crecido especialmente en las empresas pequeñas —donde avanzan un 12,2%—y en las medianas (13,3%), frente a un 8% en las grandes compañías, según los datos de EADA. De todas formas, la retribución promedio en las firmas de gran tamaño (29.706 euros) es un 25% superior que la que perciben los empleados de empresas pequeñas.

Si ascendemos en la cadena de jerarquías, el salario de los mandos intermedios se sitúa en 43.062 euros brutos anuales un 3,8% por debajo del nivel de 2022. Los autores del informe atribuyen esta pérdida de salario a una tendencia a reducir mandos intermedios y a la creación de puestos técnicos que se acentuará en el futuro por la revolución tecnológica. 

En lo que respecta a los puestos directivos, los sueldos suben con especial fuerza en la gran empresa, donde alcanzan un promedio de 117.713 euros brutos anuales, un 6,5% más que en 2022. Los directivos de las grandes firmas se embolsan hasta un 66% más que los de las empresas pequeñas y su retribución multiplica por cuatro la de un empleado raso.

Industria y banca ganan poder de compra

A nivel sectorial, los únicos trabajadores que han mejorado su poder adquisitivo son los de industria, banca y seguros. Las retribuciones en el sector industrial han crecido un 50% desde el año 2007, mientras que en banca y seguros aumentaron un 39,4%, dos cifras que baten el aumento de precios registrado desde entonces. 

En cambio, en el resto de actividades la pérdida de poder adquisitivo es muy grande. En servicios, los sueldos son apenas un 5,6% mayores a los de 2007, un incremento similar al registrado en comercio y turismo (7%). El transporte registra subidas salariales del 17,2% en ese tiempo, mientras que la construcción se apunta alzas del 22,8%, lejos del 36% que han subido los precios del consumo desde esa fecha. 

Si se analiza la situación por territorios, las únicas comunidades autónomas en las que los empleados ganan más que la media nacional son Madrid (27.987 euros al mes), Cataluña (26.966) y Navarra (26.707). En el otro lado del espectro aparecen los castellanoleoneses (22.683), los riojanos (22.552) y los extremeños (21.981).