Más sueldo o menos horas por lo mismo: los empleados a tiempo parcial también se beneficiarían si se reduce la jornada máxima

El empleo a tiempo parcial ha marcado su cifra más alta en una década.
El empleo a tiempo parcial ha marcado su cifra más alta en una década.
EP
El empleo a tiempo parcial ha marcado su cifra más alta en una década.

El debate sobre la reducción del tiempo de trabajo máximo legal se centra en los efectos que tendría la medida sobre los empleados a tiempo completo. Sin embargo, a menudo se pasa por alto la situación de los asalariados a jornada parcial. A priori podría parecer que, al trabajar menos horas a la semana que el máximo establecido por ley, no tendrían por qué verse afectados si se redujera la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales, como pretende el Gobierno. Sin embargo, la realidad es diferente. Y es que, ya sea a través de un mayor salario o de una reducción en el tiempo de trabajo, los trabajadores a tiempo parcial también verían mejoradas sus condiciones. Eso sí, siempre que la jornada completa pactada en su empresa sea de más de 37,5 horas semanales.

La razón está en que las condiciones que tienen los trabajadores a tiempo parcial están vinculadas directamente a lo que establezca la jornada completa equivalente en esa compañía. Es decir, tienen los mismos derechos que sus compañeros con empleo a tiempo completo. Sus condiciones laborales —como es el caso de los salarios o las propias horas de trabajo— van vinculadas a lo que se establezca para las jornadas completas mediante unos coeficientes. 

Los contratos a tiempo parcial se pueden firmar por un número de horas concretas o se pueden vincular a un porcentaje de la jornada completa de referencia. Un punto que es importante a la hora de cuantificar las consecuencias que tendría la reducción de jornada a las 37 horas y media. "Unos trabajarán menos y otros aumentarán su salario mensual", resume Florentino Felgueroso, investigador de Fedea especializado en mercado laboral. 

En el caso de los contratos por horas, el tiempo de trabajo acordado supone un porcentaje de la jornada completa equivalente. Si ese porcentaje sube, debe crecer también su salario para mantener la equivalencia. "Sobre ese porcentaje se fija todo. Si la referencia baja, sube el porcentaje de horas que yo tengo contratado", explica Raúl Olmos, adjunto a la secretaria de Acción Sindical de CCOO, a 20minutos. 

Por ejemplo, en el caso de un trabajador con jornada parcial de 20 horas semanales —el 50% del máximo legal actual de 40 horas— , una reducción del máximo legal a 37,5 implicaría que su jornada pasaría a ser del 53,3%. En consecuencia, el empresarios estaría obligado a subirle el sueldo a ese trabajador. Solo podría reducirle horas del contrato si el empleado está de acuerdo, explica Olmos. En este punto discrepa Ana Ercoreca, presidenta del sindicato de inspectores de Trabajo y Seguridad Social (SITSS). Consultada por este periódico, Ercoreca señala que la empresa podría reducir dicha jornada hasta las 17 horas, eso sí, siempre manteniendo el sueldo del empleado y el derecho a indemnización.

Cuando la jornada parcial se pacta como un porcentaje del tiempo completo, el efecto es el contrario. En estos casos, la empresa tendría que reducir el número de horas al trabajador, pero sin rebajar su salario que es lo que pretende el Ejecutivo. Por tanto, su sueldo por hora subiría. Por ejemplo, un trabajador con un contrato a tiempo parcial del 50% de una jornada completa de 40 horas pasaría de hacer 20 horas semanales a 18,725 cobrando el mismo sueldo si se reduce el máximo legal a 37,5 horas. 

Según traslada Olmos, los contratos por horas son más habituales que los que fijan un porcentaje de la jornada completa, sobre todo en sectores como el de las empleadas del hogar, donde la mitad de los asalariados están a tiempo parcial. En este segundo caso, el sindicalista apuesta porque las empresas aumentarían el porcentaje de jornada para mantener las horas de trabajo del empleado, lo que implicaría una subida salarial.

Casos complejos y variados

La teoría parece más o menos clara. Lo que es todavía una incógnita es cómo se ajustarían las empresas a esta nueva realidad. Felgueroso señala que las casuísticas serán muy variadas y difíciles de predecir. "No es lo mismo una pequeña empresa con dos trabajadores que una con 100 empleados en plantilla y que puede ajustar", sostiene. Habrá empresas que puedan afrontar los cambios sin mayores problemas y ganar productividad, mientras que otras se verán obligadas a contratar, con el consiguiente incremento de costes. 

Tampoco es nada sencillo estimar el alcance que tendría la reducción de jornada sobre los trabajadores a tiempo parcial. En España hay 2,7 millones de trabajadores con jornadas a tiempo parcial, la mitad de ellos porque no son capaces de encontrar empleo con horario completo, según datos de la última EPA. Sin embargo, difícilmente se verían afectados todos por la reducción en el horario máximo legal. 

De entrada, la medida solo afectaría a los empleados de empresas en las que la jornada es de más de 37,5 horas. Y en España la mayoría de los convenios colectivos ya recogen jornadas de menos de 40 horas. En concreto, la media se sitúa en 38,3 y un 14% de los trabajadores protegidos por ello hace ya menos de 37,5 horas a la semana. 

En CCOO señalan que es difícil estimar la incidencia que tendría la reducción de jornada en los trabajadores a tiempo parcial. No obstante, calculan que, si la presencia de estos asalariados en empresas con semanas de más de 37,5 horas fuera similar a los de jornada completa, la medida beneficiaría a unos 2 millones de trabajadores.

Además, hay que tener en cuenta que las jornadas laborales pactadas en los diferentes sectores de la economía española no son iguales. De la misma forma que los trabajadores a tiempo parcial se concentran especialmente en determinadas actividades como son el comercio o la hostelería. 

"Si miras por ocupaciones, hay dos tipos de ocupaciones que están ya por debajo de las 37,5 horas semanales y que no deberían verse afectados: los servicios y actividades elementales", sostiene Felgueroso, que cita el ejemplo de los trabajadores de la limpieza. Tampoco se espera gran impacto en el sector público, donde el 80% de los trabajadores tienen jornadas de menos de 37,5 horas. El investigador de Fedea cree que la medida se notará sobre todo en los trabajadores a tiempo completo de sectores tradicionales muy sindicalizados.

Otro colectivo que debería verse especialmente afectado por la reducción de jornada es el de las empleadas del hogar, donde el 50% de las asalariadas tienen jornadas a tiempo parcial. En este sector no hay convenios ante la ausencia de patronal, por lo que las trabajadoras están sometidas a la jornada máxima de 40 horas que fija actualmente el Estatuto de los Trabajadores. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento