Economía

Portugal anuncia más recortes en sanidad, educación y seguridad social y empresas públicas

El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, en su comparecencia en la que ha anunciado nuevos recortes para el país luso.
Mario Cruz / EFE/EPA

El primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, anunció este domingo que efectuará más recortes de gastos y hará "todo lo posible" para evitar un segundo rescate del país, al informar de los problemas creados por el fallo judicial contra sus medidas de austeridad. Además, ha asegurado que los nuevos ajustes no implicarán una subida de impuestos, aunque habrá recortes en áreas como la sanidad, seguridad social, educación y empresas públicas.

En una alocución televisada a toda la nación tras recibir este sábado la confianza del jefe de Estado portugués, Aníbal Cavaco Silva, para concluir la legislatura, el líder conservador luso también responsabilizó al Tribunal Constitucional, que el viernes invalidó la suspensión de una de las pagas extras de jubilados y pensionistas y otros recortes sociales, de poner en riesgo la recuperación financiera del país y las negociaciones para alargar los plazos de devolución del rescate que pidió en 2011.

Cavaco Silva optó por apoyar al Gobierno pese a haberse mostrado públicamente en desacuerdo con algunas de sus medidas de austeridad, tanto que incluso solicitó —junto a otras instituciones— que el Constitucional se pronunciara sobre varias medidas de los Presupuestos de 2013.

Este fallo, según Passos Coelho, obligará a explicar a la troika UE, el BCE y el FMI— los cambios en los Presupuestos para que pueda darse por cerrada su última inspección a las finanzas del país y se libere el séptimo tramo de su ayuda, de 2.000 millones de euros.

El país, en "emergencia financiera"

El Gobierno luso cuenta con mayoría absoluta parlamentaria, recordó, y seguirá empeñado en cumplir todos los compromisos del país, sanear sus finanzas y superar la crisis económica. Pero la tarea será "más difícil" con la sentencia del Constitucional, y no solo para el Ejecutivo, subrayó, sino también para todos los portugueses.

El primer ministro sostuvo que Portugal no ha salido aún de la "emergencia financiera" en que se encontraba cuando el actual Gobierno llegó al poder, con las elecciones anticipadas de junio de 2011, y tiene por delante "un camino largo y difícil" para recuperar la credibilidad y confianza de sus socios y acreedores.

En su discurso de casi media hora, insistió en que el país no puede quedarse "de brazos cruzados" o en espera de que Europa le solucione sus problemas porque eso agravaría aún mas la situación y limitaría su capacidad de elección.

El fallo del Constitucional crea un agujero presupuestario superior a los mil millones de euros en Portugal y Passos Coelho espera compensarlo con reducciones de gastos en diversos ministerios, aunque señaló la contrariedad que ese desajuste supone para cumplir las metas de déficit del país.

Habrá quienes vuelvan a la "demagogia" y acusen al Gobierno de desmontar el Estado social, pero el país "no dispone de financiación y no es capaz de afrontar parte de sus gastos", advirtió.

Por este motivo, reclamó a la oposición y a las instituciones lusas sentido de la responsabilidad ante la situación de "emergencia" nacional que exige "respuestas extraordinarias".

Passos Coelho, que superó el miércoles una moción de censura, volvió a ser blanco de peticiones de renuncia el jueves y viernes a raíz del fallo del Constitucional y de la dimisión de uno de sus ministros, en medio del escándalo por su presunta titulación universitaria fraudulenta.

La oposición pide renegociar el rescate

Desde los partidos de la oposición, sin embargo, se lanzaron fuertes críticas al primer ministro por su reacción al fallo del Constitucional, además de rechazar de plano la posibilidad de adoptar nuevos recortes al Estado de Bienestar.

Portavoces del Partido Socialista (PS), del Comunista (PCP) y del marxista Bloque de Izquierda (BI) coincidieron en reclamar a Passos Coelho que renegocie las condiciones del rescate financiero del país, de 78.000 millones de euros, con la UE y el FMI, además de insistir en la convocatoria de elecciones anticipadas.

"El Gobierno actúa como si Portugal no fuese un país soberano, miembro de la UE, y es esa actitud la que le impide luchar por unas condiciones más justas" en sus conversaciones con los organismos internacionales prestatarios de la ayuda financiera, denunció el secretario nacional de los socialistas, Joao Ribeiro.

Advertencia de la UE

Mientras, la Unión Europea ha recibido con alivio el compromiso de Portugal de mantener el programa de ajustes y ha alertado que su incumplimiento puede "neutralizar" los esfuerzos hechos hasta ahora y "prolongar las dificultades".