La banca mediana catapulta la rentabilidad hasta junio con tipos altos sin robar el trono a Bankinter
La publicación de los resultados semestrales para el sector bancario llega a su fin. BBVA y CaixaBank serán los encargados de poner el broche este miércoles a una temporada que también ha dejado nuevos récords. En el caso de la banca mediana, entre las que se encuentran Bankinter, Banco Sabadell y Unicaja, el beneficio obtenido durante los seis primeros meses del año ha sido histórico con una ganancia conjunta de 1.558,5 millones.
El retraso en la expectativa de bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que se han mantenido por nueve meses (de septiembre a junio) en el 4,5%, marcando máximos desde 2001, ha permitido al sector exprimir la situación y sacar un mayor partido al precio del dinero que rige en el momento actual. Precisamente, el escenario más favorable ha repercutido en una mayor rentabilidad y vuelve a coger impulso en la primera parte del año.
Esta magnitud, medida en términos de ROTE, que mide el rendimiento sobre el capital tangible, ha experimentado un comportamiento destacado entre enero y junio entre las entidades analizadas con Bankinter a la pole. Como viene siendo habitual, el grupo encabezado por Gloria Ortiz se erige como líder indiscutible en este sentido tras lograr al término de junio situar este indicador en el 18,8%.
Si bien es cierto que se mantiene invariable en comparativa interanual, ninguno de los bancos medianos le hace sombra en este aspecto. Tan solo se le acerca Abanca con un ROTE que roza el 17%. El repunte ha sido especialmente significativo en el banco de origen gallego, con una mejora de cinco puntos porcentuales en los últimos doce meses con la que cubre el coste de capital. En menor medida, destacan los esfuerzos de Banco Sabadell, en el que pasa del 11,5% al 13,1%, en aras de convertir esta variable en una prioridad.
El refuerzo de esta variable para el grupo cobra aún mayor importancia en medio de la opa hostil lanzada por BBVA y su defensa como grupo independiente bajo el argumento de que generará mayor valor para los accionistas. En este contexto, el banco vallesano ha elevado sus objetivos para el conjunto de 2024 con revisiones al alza en el ROTE. Si antes esperaba un 12%, ahora no prevé bajar del 13%, cota sobre la que se mantendrá el próximo año. De hecho, el propio consejero delegado, César González-Bueno, ha defendido en las últimas semanas que la rentabilidad y dividendo son sostenibles más allá del ciclo alcista de los tipos.
Unicaja ha sido otra de las entidades de este club que también ha anunciado la previsión de cerrar con un ROTE superior al estimado. En la presentación de las cuentas semestrales, el 'número dos' del banco, Isidro Rubiales, ha anticipado que el ROTE puede llegar al 10% a finales de diciembre. Esto es dos puntos por encima de lo contemplado en su plan estratégico 2022-2024, que recoge la expectativa de cerrar el 8%, y un punto porcentual adicional sobre la actualización llevada a cabo el pasado febrero.
En este caso cobra especial relevancia dado que se trata de uno de los bancos más rezagados, tal y como reconocen desde la firma malagueña. En las cuentas presentadas este martes el ROTE ha cerrado el sexto mes del año en el 6,5%, y pese a incrementarse desde la cota del 4%, todavía le queda camino por recorrer para alcanzar a sus pares. Este ha sido uno de los motivos que los analistas achacan al fuerte correctivo del 5,15% vivido en bolsa en la jornada de ayer.
Las guías trazadas por los 'players' de tamaño mediano chocan con las advertencias lanzadas desde el Banco Central Europeo (BCE), desde el que descuentan que la rentabilidad ha tocado techo. Ha sido el vicepresidente del organismo con sede en Fráncfort, Luis de Guindos, quien defiende que ya han llegado al tope tanto en España como en Europa, por lo que solo queda que empiecen a bajar ante la reducción de los vientos de cola de los tipos de interés. El mercado espera que ejecute otro recorte de las tasas de referencia el próximo septiembre tras el acometido en junio de 25 puntos básicos y cuyos efectos tardan alrededor de dos o tres meses en repercutir en el negocio bancario.