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BBVA acusa al Sabadell de "exagerar" su capacidad para generar exceso de capital a largo plazo

El presidente de BBVA, Carlos Torres
BBVA/ Europa Press

Las diferencias entre BBVA y Banco Sabadell a cuenta de la opa no cesan. Cuatro días después de la aparente cordialidad que transmitieron los directivos de ambos bancos junto al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, la tensión se mantiene elevada. El presidente del banco de origen vasco ha tachado de "exagerar" al grupo catalán su capacidad para generar exceso de capital a largo plazo si continúa en solitario. 

En una entrevista con 'Bloomberg', el banquero ha cuestionado el compromiso de Banco Sabadell de generar 2.400 millones de exceso de capital par repartir a los accionistas entre 2024 y 2025. El consejo de administración del grupo catalán se dirigió a los accionistas con esta promesa en la carta de rechazo de una fusión con BBVA, antesala del lanzamiento de la opa hostil.

En concreto, en el documento recogían la intención de distribuir cualquier exceso de capital por encima del 13% de la ratio CET1 y que según sus estimaciones sería superior a los 2.400 millones. Una métrica que para Torres es "muy engañosa". En este contexto, Torres también ha defendido que las "cosas pueden cambiar con el tiempo" y que en función del ciclo económico, el acuerdo sea más o menos atractivo. 

Está previsto que el próximo viernes, 5 de julio, los accionistas de BBVA voten en una junta extraordinaria la ampliación de capital necesaria para ejecutar dicho canje de acciones. "Hemos mantenido un gran número de reuniones con un porcentaje significativo de nuestro capital y la respuesta no ha podido ser mejor. Algunos inversores poseen acciones de ambos bancos y su opinión es positiva", ha asegurado. 

Torres ha lamentado la forma en la que trascurrieron los hechos debido a la "filtración" de la posible fusión. "La forma en la que se desarrollaron los acontecimientos no es una decisión nuestra", añade. Según Torres, las conversaciones con el presidente no ejecutivo de Banco Sabadell, Josep Oliu, se retomaron el pasado 15 de abril vía telefónica, y se reunieron en Barcelona el día 17. El plan pasaba por llegar a un acuerdo en unas semanas y anunciarlo a mediados de mayo. 

Cabe recordar que ya intentaron fusionarse sin éxito en 2020, cuando Banco Sabadell atravesaba una mala situación financiera. El golpe de la pandemia había hecho mella en su negocio, valorando la entidad en aquel momento en 2.500 millones, a razón de 0,5 euros por título con una prima del 20% en aquel momento. Las discrepancias en el precio hicieron saltar por los aires el acuerdo después de mejorar una oferta que no logró convencer a su rival. 

Ahora la oferta dirigida a los accionistas de Sabadell contempla un canje de acciones de 1 título por cada 4,83, lo que valora el banco en más de 10.500 millones de euros y les daría un 16% de control. La oferta publica de adquisición conlleva una prima del 30% si se tiene en cuenta desde el pasado 29 de abril, antes de que trascendieran las negociaciones, porcentaje que se reduce al 7,56% si se tienen en cuenta los precios de mercado de este viernes. Pero su situación es distinta, su filial británica, TSB, ya no da dolores de cabeza y es un banco saneado, que ha ganado en eficiencia y rentabilidad.

Después de dos meses de hostilidades y una vez enviada la documentación a las autoridades competentes, la semana que viene la opa dará un paso decisivo si logra sacar adelante la emisión de nuevos títulos, iniciativa que el mercado prevé que lograra sin inconvenientes. No obstante, al igual que el precio, uno de los asuntos que mayor controversia ha generado han sido las posibles sinergias que se puedan producir y que BBVA calcula que ascienden a 850 millones. 

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya ha solicitado recientemente que aclare las sinergias derivadas de una opa sin fusión en caso de que la integración no pueda llevarse a cabo. Este escenario podría darse en el supuesto de que el Gobierno, que es "quien tiene la última palabra", no autorice la operación. Aunque Torres ha confiado en todo momento en que acabará "apreciando" las bondades de este potencial matrimonio, desde Moncloa se siguen mostrando reticentes

A este respecto, Torres ha destacado que "si la fusión no sucediera, lo cual no tendría precedentes, la transacción en sí tiene méritos y podrían capturar la mayoría de las sinergias". En más de una ocasión han recordado que el grueso del ahorro estaría en los costes tecnológicos fijos y los gastos generales. Sobre TSB, por su parte, ha precisado que "no ha sido el foco de su análisis" y, por tanto, "no es significativo dentro del esquema del acuerdo". 

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