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650 contagios esta semana

El brote se queda en Alemania: sin Covid en el matadero de Tönnies en España

El brote se queda en Alemania: sin Covid en el matadero de Tönnies en España.
Tonnies

En La Mata de los Olmos, un pequeño pueblo de Teruel, viven 257 personas, según el último censo del INE. De ellas, un centenar trabaja en el matadero que desde 2016 opera la cárnica Tönnies, la empresa alemana que esta misma semana ha realizado pruebas de Covid-19 a sus 1.000 empleados y que ha puesto en cuarentena a toda su plantilla en Gütersloh después de que 650 test dieran positivo. Una situación que, además, ha servido para evidenciar las condiciones extremas de algunos de los trabajadores de la planta alemana, que ha tenido que cerrar. Sin embargo, la buena noticia es que no hay ningún caso de Covid-19 en el matadero de La Mata de los Olmos.

Así lo ha confirmado a 'La Información' la empresa que gestiona la planta, Aragón Matadero, que explica que las pruebas de Covid-19 entre los trabajadores han dado negativo, a pesar de los temores de un posible contagio a través de los productos y materiales que llegan regularmente desde Alemania: aproximadamente el 50% de la producción mundial de Tönnies se exporta a otros países. Y, aunque en España las variedades de carne de porcino que trabaja la compañía no son las más vendidas (por ejemplo, el codillo), el riesgo a una posible expansión del virus ha llevado a la planta a realizar estos controles.

Tönnies es una de las principales cárnicas de Europa, con alrededor de 17.000 empleados en todo el mundo y una facturación de 6.650 millones de euros en 2019. Sin embargo, las condiciones laborales de la compañía se han puesto en tela de juicio después de conocerse su política de alta rotación, con el foco especialmente en la población inmigrante: durante los últimos tres meses, por su planta de Gütersloh han pasado cerca de 7.000 trabajadores, a pesar de que el volumen actual de la plantilla es de 1.000. Muchos de esos trabajadores proceden de Rumanía y otros países del este de Europa. Están alojados en pabellones de la propia empresa, en condiciones que reiteradamente se han denunciado como de hacinamiento.

Una política de contrataciones de población inmigrante que se extiende a la planta de La Mata de los Olmos, donde buena parte de los trabajadores que se han incorporado al matadero han llegado desde Rumanía y países africanos, como Senegal y Mali, tal y como explica 'El Heraldo'. Contactada por este periódico, Tönnies no ha querido precisar cuántos empleados extranjeros tiene en plantilla en la planta de Teruel ni sus condiciones salariales actuales. Tampoco ha precisado qué empresas o supermercados comercializan su carne en España ni si ha existido contacto directo entre los trabajadores de La Mata de los Olmos y los de Gütersloh durante la crisis sanitaria.

Los rebrotes y denuncias sobre la situación en mataderos alemanes vienen sucediéndose desde el inicio de la pandemia. Por ejemplo, en Coesfeld, otro pueblo de Renania del Norte-Westfalia, a principios de mayo se cerró otra planta cárnica tras confirmarse 129 casos de Covid-19. De hecho, se ha empezado a cuestionar las medidas sanitarias adoptadas por las autoridades de los estados federados más afectados, como en el caso de Renania del Norte-Westfalia: con 18 millones de habitantes, ha adoptado en todo el proceso una línea más laxa que otros 'Länder', a pesar de ser la segunda región alemana más afectada por la crisis del coronavirus.

Los alimentos no son un foco de contagio

Sea como fuere, cabe recordar que las distintas organizaciones sanitarias nacionales e internacionales descartan que los alimentos sean en sí un foco de contagio. La OMS, por ejemplo, señala que "es muy poco probable que la Covid-19 se transmita a través de los alimentos o de envases de productos alimenticios. La Covid-19 es una enfermedad respiratoria que se transmite principalmente a través del contacto entre personas y del contacto directo con las gotículas expulsadas al toser o estornudar por una persona infectada".

En este sentido, el organismo recuerda que "hasta la fecha, no se ha demostrado que los virus que causan enfermedades respiratorias puedan transmitirse a través de los alimentos o de los envases que los contienen. Los coronavirus no pueden multiplicarse en los alimentos, pues necesitan un huésped animal o humano para hacerlo". La paradoja es que, al margen del matadero alemán, los últimos rebrotes tienen que ver en su mayoría con la alimentación. Sin ir más lejos, en el mercado de Xinfadi, origen del nuevo foco de contagios en Pekín, se detectó el patógeno en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor que manipulaba salmón importado.

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