Empresas

Demanda ante la Audiencia Nacional

CCOO impugna el convenio colectivo que apuntala los resultados de Endesa

Las protestas de empleados de Endesa se sucedieron durante la negociación del nuevo convenio..
UGT

Los sindicatos CC OO, CIGA y SI han impugnado en la Audiencia Nacional el V Convenio Colectivo del Grupo Endesa firmado en solitario en enero con la empresa por el sindicato UGT, mayoritario en la eléctrica. La demanda, presentada a finales de la pasada semana ante la Sala de lo Social de la Audiencia, reabre el enfrentamiento por el recorte de beneficios sociales para 26.000 empleados y jubilados acordado en el nuevo marco de relaciones laborales tras dos años de negociación. Es un dardo dirigido contra una medida que ha permitido al grupo recuperar 515 millones con los que apuntalar su balance en plena reconversión.

Las 35 páginas de la demanda se pueden resumir así: la dirección de Endesa acordó con UGT -contra el que también se dirige la demanda- eliminar de un plumazo en el nuevo convenio los beneficios sociales "y otros derechos históricos" pactados a lo largo de los años. Entre otros, los firmados cuando se reconfiguró  el grupo Endesa en 1999, que tenían carácter "ad personam" y remitían a "las condiciones más beneficiosas de los convenios de origen". La empresa, según los demandantes "no negoció de buena fe" en las 83 reuniones mantenidas durante los dos años de negociación y "hurtó en la mesa y a los afectados datos relevantes".

La consecuencia es que a día de hoy "no se tiene un listado de los beneficios eliminados y no eliminados provenientes de los convenios de origen". Lo que sí se conoce, según los demandantes es el resultado del acuerdo cerrado en el V Convenio. La empresa habría conseguido, sin negociar, el primer gran objetivo "que es apropiarse de los beneficios sociales de los pasivos que significa una provisión de más de 500 millones de euros en la cuenta de resultados".

Eliminación sin detalle

Entre los 75 derechos sociales que la empresa ha eliminado sin llegar a detallarlos, siempre según los demandantes, el más polémico es el que se refiere a las bonificaciones de la tarifa eléctrica de empleados y jubilados. El convenio firmado en solitario por UGT, recortó el consumo gratuito a un tope de 6.000 KW/año desde los 15.000 KW/ año del anterior convenio, que con distintos supuestos añadidos, llegaba a 30.000 KW en el 50% de los casos según los convenios de origen. 

La demanda no discute tanto el tijeretazo -clave para las cuentas del grupo- como las nuevas condiciones de disfrute, con diversos tiempos horarios u horas valle para la gratificación del consumo. Ello implica, según detalla la impugnación, "que la bonificación tarifaria de los 15.000 vatios (sic) no solo queda reducida a 6.000, sino que en realidad es una disminución de más del 75% en la bonificación tarifaria eléctrica". El recorte también está pendiente de una resolución en el Tribunal Supremo.

El nuevo pulso sindical prolonga en los tribunales un enfrentamiento que duró más de dos años y que forzó el arbitraje del exministro de Trabajo Manuel Pimentel, con un laudo que fue declarado ineficaz, aunque después de que el nuevo convenio fuera publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 17 de junio de este año y adquiriera plena validez jurídica.

Menos plantilla

La calma laboral en la eléctrica hace agua en un momento de cambios en el sector energético, impulsados por el auge de las renovables y el cierre de las centrales de carbón y las nucleares. Todas las grandes compañías sopesan medidas para aligerar las plantillas y reducir costes. Iberdrola -9.600 empleados en España- se ha sumado a la propia Endesa y a Naturgy en los planes para recortar empleo al plantear a los sindicatos recortes de personal.

Endesa fue la primera en mover ficha para reducir el número de trabajadores. En paralelo al nuevo convenio, la compañía que dirige José Bogas acordó con el sindicato mayoritario UGT un plan de bajas voluntarias al que se pueden acoger todos los empleados que hayan cotizado al menos 25 años. Endesa se comprometió a sufragar hasta 15 años de salario a quienes cumplan el requisito, aunque con rebajas de entre el 40% y el 20% respecto al salario real según el tiempo que falte hasta la edad de jubilación de 65 años.

Para el grupo italiano Enel, el propietario de Endesa, la filial en España sigue siendo una fuente de beneficios. Enel prevé ingresar en dividendos en solo tres ejercicios -los de 2021, 2022 y 2023- un total de 2.901 millones de euros, si se cumplen las previsiones de beneficios adelantadas en el nuevo plan estratégico. Enel ha amortizado prácticamente la gran inversión de 13 años en España -36.000 millones- si se suman los dividendos cobrados y los ingresos de la oferta pública de venta (OPV) de Endesa del año 2014 en la que vendió un 21% de la eléctrica española por 3.132 millones.

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