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Declaraciones de José Miguel García

Euskaltel enfría una venta tras la OPA de Másmóvil... y busca apretar con Virgin

José Miguel García, consejero delegado de Euskaltel
EUSKALTEL - Archivo

La OPA sobre Másmóvil, encarrilada ya por los fondos KKR, Cinven y Providence, colocaron muchos ojos en Euskaltel. En un escenario de consolidación, la operadora vasca, con la gestora de capital riesgo británica Zegona como socio de referencia, podía ser candidata a una venta. Su consejero delegado, José Miguel García, quiere enfriar una posible operación. Al menos, por el momento. "Estamos en una situación que está muy lejos de donde queremos estar", asegura en un encuentro con La Información. Descarta más despidos tras los que se ejecutaron el año pasado, sólo si se cumple el plan de negocio planteado a principios de año, y estudia todas las posibilidades, incluida la venta, para el futuro de su red fija.

El exCEO de Jazztel, que lideró a la empresa hasta su venta a Orange en 2015, aterrizó en la operadora vasca a mediados de 2019. Lo hizo para liderar la expansión nacional del grupo, con la que volver al crecimiento, y como una apuesta de Zegona, que busca maximizar su 21% en la empresa. Algo más de un año después, la operadora ha lanzado su cuarta marca, con presencia nacional, y las acciones recuperan algo de terreno tras el desplome por el estallido del coronavirus, aunque siguen por debajo del precio de suscripción con el que aterrizaron los británicos en el accionariado. El ejecutivo busca acelerar la presencia de Virgin, sin mirar una posible operación corporativa.

La OPA de Másmóvil ha sacudido el mercado. Pero antes, Euskaltel se convirtió en una clara candidata de ser adquirida por Orange o para fusionarse con Másmóvil. Ambas operaciones fueron descartadas. Pero en un escenario de consolidación, sigue siendo señalada. García resta importancia: "Le prometo que no le dedico ni un minuto al mes a pensar en esto". ¿Hay presión de los inversores? "Cuando hablo con ellos ni hablan de esto y sus preguntas son de sector". Y lo justifica en que aún se encuentran en una fase muy temprana del plan de negocio, con el que buscan sumar más de 900.000 clientes de banda ancha fija -más del doble de los que tenían en marzo- en los próximos cinco años. "Cualquier oportunidad la vamos a analizar, pero a día de hoy estamos muy lejos de donde queremos estar".

Ese plan de negocio basado en la expansión nacional con Virgin es clave, pues es lo que le colocará (o no) en el mapa ante una fase de consolidación. En junio sumaron casi 6.000 altas netas de clientes de fijo y en julio superaron esa barrera. ¿Cifras actualizadas? García se niega a facilitarlas, pero asegura que se encuentran por encima de las primeras estimaciones. Y sobre la tipología de cliente, asegura que, en contra de lo que cabía pensar, las ofertas de 'Sólo Móvil' (especialmente agresiva en precio) no han sido el único vector de crecimiento. "Los clientes quieren estar paquetizados", apunta. ¿Y hay mucho cliente del norte de España, donde podría haber una canibalización de clientes con el resto de sus marcas, con ingresos medios de cliente más altos? No le preocupa con las cifras que hoy tiene sobre la mesa.

Para lograr esos 900.000 clientes fijos, la mayoría fuera de las fronteras de sus regiones de origen con Virgin, hay que ser agresivos. Su nueva marca lo convierte en el quinto operador nacional -a los que se sumaría Digi que, pese a no contar con ninguna red propia, crece a un ritmo fuerte-. ¿Hay espacio para tantos operadores en España? "España es el país donde más competitividad ha habido en los últimos veinte años; somos un país muy rico en actores y en presencia en empresas". Esa competitividad ha llevado a varias olas de consolidación, siendo la última la que él mismo protagonizó en Jazztel. ¿Esa fuerte competencia pone en cuestión la rentabilidad? "Euskadi y Galicia son las zonas más competitivas de toda España; han estado los cinco operadores durante años y Euskaltel ha competido contra todos ellos". No ha percibido un incremento de la agresividad de los rivales allí tras la salida al mercado de su nueva enseña.

Pese a que él mismo es visto en el sector como un directivo agresivo, insiste en que sus accionistas reclaman un crecimiento rentable, sin locuras. "Nuestro consejo de administración nos lo ha puesto como algo prioritario: la rentabilidad". Los números ya los hizo públicos a los analistas: el coste de adquisición por cliente supone un desembolso de entre 300 y 350 euros que deberían ser devueltos en menos de dos años, en caso de que no acabe yéndose a la competencia. ¿Se pueden trastocar esos números si se recrudece la batalla por el low cost? "Lo que estoy viendo es que el cliente está buscando más calidad de operador y tener los servicios que necesita", apostilla.

Acuerdos mayoristas... ¿y la red?

Del cumplimiento del plan de negocio también depende el futuro de la plantilla. Cuando García aterrizó en la empresa se produjo la salidas de varias decenas de empleados y directivos. Y las alarmas saltaron entre los sindicatos. Él ha querido tranquilizar a sus equipos: "Les hemos dicho que este es nuestro plan y si lo ejecutamos caben todos, pero tenemos que ejecutar y así lo estamos haciendo; se está trabajando mucho y en la buena dirección", afirma. La plantilla sumaba a cierre del primer semestre un total 581 empleados, algo más de un centenar menos que un año antes debido a esos ceses y a la externalización del mantenimiento de red de su filial R a ZTE.

Para ejecutar los planes de expansión con Virgin Telco, la cobertura de red fija y móvil es importante. Su infraestructura propia se limita a las regiones del norte de España (Galicia, Asturias y País Vasco). Primero amplió el acuerdo con Orange para alquilar sus líneas fijas y móviles y alcanzar los 13 millones de hogares con fibra. Esta semana cerró un pacto con Adamo, para acceder a nivel nacional a su fibra (medio millón de hogares adicionales). García confirma que se firmarán más acuerdos en las próximas semanas para complementar y sumar más zonas no contempladas.

Mientras ultima esos acuerdos, el equipo ejecutivo estudia qué hacer con la red fija desplegada durante las últimas décadas en la zona norte de España. Su tecnología es de cable, de menor rendimiento que la fibra óptica. Y en un momento en el que el resto de operadores están tratando de rentabilizar todos sus activos, con ventas a fondos especializados o entradas de socios financieros, Euskaltel estudia qué hacer con esa infraestructura. La venta a un inversor externo es una de las posibilidades. "Tenemos la obligación de analizar todas las oportunidades", se limita a asegurar García.

El otro gran frente que tiene el sector es el del 5G. Todos sus competidores, incluido Másmóvil, han anunciado el lanzamiento de una primera red 'light' tras el movimiento pionero de Vodafone el pasado año. ¿Hay fecha de lanzamiento? No la ofrecen. Sólo aseguran que están "en disposición de cubrir cualquier necesidad que demanden los clientes". Con esta nueva oferta de redes móviles o sin ella en su portfolio, García quiere sacudir el mercado. Tiene cinco años por delante para cumplir lo prometido en su plan. Si no llega antes un comprador, aunque diga no pensar en ello.

Periodista económico nacido en tierras andaluzas (Jaén, 1983). Me incorporé al equipo de La Información a principios del año 2018 para cubrir el sector de las telecomunicaciones, las startups y las grandes empresas tecnológicas. Anteriormente, me ocupé de la misma área informativa en el diario 'El Español' desde su fundación. Durante los años previos colaboré en diversos medios como 'El Confidencial', 'Expansión' y las revistas 'Forbes' o 'Emprendedores'.

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