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Informe de Sedigás

El fondo para costear las renovables dinamita el reto demográfico de Ribera

La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera
Europa Press

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico da visos de haber olvidado su segundo apellido. El Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), que el Gobierno aprobó el pasado 1 de junio, no afectará por igual a todos los españoles. Hasta el momento, los cerca de 7.000 millones a los que ascienden anualmente las primas para impulsar las energías limpias los sufragaban todos los consumidores, a través de sobrecostes en la factura de la luz. El reciente giro normativo ideado por el departamento que dirige Teresa Ribera anticipa que, a partir de ahora, serán las zonas más afectadas por el lastre de la despoblación las que, en mayor medida, cargarán con el peso de la transición energética.

Así se deduce de un reciente informe elaborado por la patronal gasista, Sedigás, al que ha tenido acceso este medio y en el que se analiza el impacto del nuevo fondo ideado para aliviar al consumidor de los costes de régimen especial derivados de las instalaciones renovables. Castilla y León será la gran damnificada de la medida, según el documento técnico, dado que en su territorio el recibo eléctrico podría experimentar una subida anual de más de 261 euros por hogar. Navarra (254 euros) y La Rioja (234) completan la lista. En el lado opuesto de la tabla se halla el archipiélago balear, al que el informe atribuye un impacto anual de 140 euros por hogar, seguido por Andalucía (134), Comunidad Valenciana (138) y Extremadura (144).

El impacto del cambio legislativo en las zonas señaladas responde, en buena medida, a su ubicación. Los seis territorios más despoblados de todo el país (las dos Castillas, Aragón, La Rioja, Extremadura y Navarra) se sitúan en la zona de clima continental, con inviernos gélidos y veranos calurosos. Es decir, tres de las cuatro CCAA más afectadas por el nuevo fondo se integran en lo que se conoce como la España vacía. Madrid es rara avis. Sedigás prevé para el territorio un alza de hasta 250 euros en la factura eléctrica anual. Factores como las calderas comunitarias o el elevado peso de los vehículos de gasolina y gasoil en los desplazamientos interurbanos, están detrás del golpe que asestará el nuevo fondo al territorio madrileño.

Los cambios de temperatura que experimentan las áreas continentales a lo largo del año explican que en ellas la penetración de las calderas sea tres veces mayor que en las regiones mediterráneas. Las zonas rurales, además, son las que más adolecen los problemas de conexión a la red de gas natural. El asunto no es baladí. El clima extremo es una de las mayores amenazas para cualquier tecnología verde. La energía solar pierde cerca de un 0,45% de eficiencia por cada grado que sube el termómetro. El aumento de la temperatura también resta potencia a la generación eólica, al igual que ocurre con el frío extremo.

El Gobierno ha abierto la puerta a suspender temporalmente el impuesto del 7% a la generación eléctrica ante la escalada del precio de la luz

El conjunto de medidas que el ministerio del ramo ha ideado para aliviar la tarifa eléctrica ha disparado las críticas a la gestión del Gobierno en materia energética. El precio de la electricidad en España superó la barrera de los 100 euros pro megavatio hora (MW/h) este miércoles. En dicha jornada, Ribera cobró protagonismo en el pleno del Congreso donde, apelada por la oposición, trató de calmar las aguas y abrió la puerta a suspender de forma temporal y "hasta que se aborde la reforma de la fiscalidad energética", el impuesto del 7% a la generación eléctrica.

La vicepresidenta cuarta del Ejecutivo justificó las medidas adoptadas recientemente por su departamento con la urgencia de atajar un problema "estructural" del mercado mayorista eléctrico español, donde el precio de la luz lo marca la última tecnología en incorporarse al sistema, que suele coincidir con la que presenta unos costes asociados más elevados. Se trata de los ciclos combinados (fuel y gas) cuya producción se ha encarecido, en buena medida, por la escalada en el precio de los derechos de emisión de CO2 que dichas instalaciones deben adquirir para mantener su actividad.

Para acabar con los ingresos extras que las tecnologías de generación no emisoras de CO2 (nucleares e hidráulicas) se embolsan por aplicar a sus tarifas el precio de estos derechos de emisión, el Consejo de Ministros ha dado luz verde a un anteproyecto de ley para atajar lo que ha bautizado como el dividendo del carbono. La medida anticipa un 'mordisco' de 1.000 millones de euros anuales que afectará con más fuerza a Iberdrola y Endesa por su alta exposición a estas centrales. Por contra, las petroleras y gasistas sufrirán más intensamente el impacto del FNSSE. La suma de ambas medidas  anticipa un golpe de 8.000 millones para las grandes energéticas, un roto que, según fuentes empresariales, podrían acabar pagando los usuarios.

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