El FROB mantiene su objetivo de salida del capital de CaixaBank para el próximo año
El Estado mantiene el ejercicio 2025 como la fecha de salida del capital de CaixaBank. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), mediante el que controla casi el 18% del accionariado, sigue con sus planes de deshacerse de la participación que ostenta en el banco. "Tras el perfeccionamiento de la fusión entre CaixaBank y Bankia, el FROB acordó la adaptación de su marco para la desinversión, que es continuista", señalan en su última memoria de actividades, correspondiente al ejercicio 2023.
La venta de acciones en el mercado se perfila como la opción favorita, si bien en dicho documento no revelan detalles sobre la transacción. De momento, tan solo ha trascendido la elección de STJ Advisors para diseñar la estrategia de desinversión, ya que el contrato con Arcano vence este ejercicio. A raíz de la absorción de Bankia por parte de CaixaBank el FROB ha visto reducida su representación en el capital del mismo desde el 60% al 17%, lo que ha forzado a adaptar la estrategia de salida.
Para cumplir los plazos estipulados deben estar fuera antes del 31 de diciembre de 2025 después de la última prórroga de dos años. El Gobierno ha retrasado hasta en cuatro ocasiones el momento de abandonar el consejo de administración, donde está representado por Teresa Santero Quintillá. Las anteriores fueron aprobadas en 2016, 2018 y 2021, todas ellas por la situación de los mercados financieros. En la última extensión del plazo, la ministra de Economía en ese momento, Nadia Calviño, justificó la decisión a la elevada volatilidad de las bolsas y al potencial que presentaba la acción de CaixaBank.
Su permanencia le ha permitido contabilizar un beneficio de 456 millones en el conjunto del ejercicio 2023, el segundo desde su creación en 2009 para gestionar la reestructuración del sistema bancario. Parte de estas ganancias se deben al cobro del primer dividendo de BFA por 335 millones, de los que 41 millones proceden de intereses en bonos procedentes de Sareb y la cantidad restante en concepto de retribución al accionista, lo que eleva el patrimonio neto de la sociedad por encima de los 5.200 millones.
Cabe destacar que el organismo ostentaba inicialmente un 16,12%. Sin embargo, los diferentes programas de recompras puestos en marcha y, por ende, las reducciones de capital acometidas le han llevado a elevar esta cifra al 17,9% hasta junio, que le convierten en el segundo mayor accionista por detrás de Criteria Caixa, que rozaría el 33%. Previsiblemente superará este umbral una vez ejecutado el nuevo programa de adquisición de títulos propios que acaban de anunciar por valor de 500 millones. Desde el FROB destacan que han ejercido sus derechos como accionistas de CaixaBank de forma "responsable, proporcionada y diligente", haciendo un seguimiento de “no injerencia en la administración” de la entidad.
En la última junta de accionistas, celebrada el pasado mes de marzo, el Estado votó en contra de la política de remuneración de los consejeros tras abstenerse en ejercicios anteriores. Esta contemplaba una mejora del salario variable de casi el 25% para el consejero delegado del grupo, Gonzalo Gortázar, y del 3% para su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, mientras que la parte fija recoge un incremento salarial del 5,6% para el primero y del 3% para el segundo.
A precios de mercado actuales, el valor del paquete accionarial ronda los 6.800 millones, montante que se ha revalorizado al calor del 'rally' experimentado por CaixaBank en los últimos meses. Los títulos de la entidad bancaria han cerrado este martes en los 5,3 euros por título, un 42% con respecto a los 3,7 euros de inicio de año. Si se tiene en cuenta solamente el periodo que va desde el día previo a la publicación de las conversaciones de la fusión entre Bankia y CaixaBank hasta el término de 2023 la participación del FROB se ha disparado un 146,4%, maximizando la recuperación de las ayudas públicas concedidas, que es uno de los objetivos marcados por el nuevo presidente del organismo, Álvaro López Barceló, tras ascender al cargo en febrero.