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Gestamp 'coquetea' con el Ibex al amparo de la buena marcha de la venta de coches

Gestamp

En Gestamp son conscientes del carácter cíclico del sector del automóvil. Para combatirlo su receta es la siguiente: mantener su fuerte ritmo de inversiones y crecimiento, diversificar su cartera de clientes y expandirse a cuantos más mercados mejor. Hoy, la empresa es proveedora directa de más de 40 de los principales constructores de coches del mundo, fabrica componentes para 800 modelos diferentes y cuenta con 102 fábricas (más 9 en construcción) y 13 plantas de I+D en 21 países. Gestamp factura más de 7.500 millones en el mercado de componentes de carrocerías y chasis de coches por lo que tiene una cuota de mercado de más del 17 %, lo que proporciona a la compañía de la familia Riberas una posición de liderazgo en el sector.

Uno de los grandes hitos de la empresa en el último ejercicio ha sido su salida a bolsa, hace ahora nueve meses, y ya entonces se especuló con que pronto llegaría a cotizar en el selectivo Ibex 35. Es algo complicado dado su nivel de capitalización (en el entorno de los 3.500 millones de euros), pero la buena marcha del negocio ha vuelto a lanzar las expectativas sobre ello. El propio presidente de la entidad, Francisco Riberas no lo descartaba, aunque no era su principal objetivo: “Nosotros aspiramos a cotizar bien, a dar resultados serios y al final lo que digan los mercados estará bien, pero no tenemos ningún objetivo específico sobre ese tema, aunque puede hacer ilusión".

Estamos ante una multinacional con unas perspectivas de futuro “excelentes” como creen en el banco de inversiones Renta 4. ¿Las razones? "Se  ha sabido posicionar perfectamente gracias a su política de inversiones y tecnológica justo en el momento del coche eléctrico y el coche autónomo… No solo eso. Están externalizando cada vez más la fabricación de otros componentes como el chasis o la carrocería, que es donde Gestamp y su estampación en caliente están estratégicamente bien situada".

Así, objetivamente, aunque no aumente significativamente el número de coches que se fabriquen, que también está por ver, el mercado potencial en el que se mueve Gestamp va aumentar en unos 20.000 millones de euros, según algunas fuentes del sector. Son todos datos que hacen que la multinacional española, fundada en 1997, sea ahora según la mayoría de analistas, uno de los ‘mirlos blancos’ de un mercado español de valores, ávido de empresas ndustriales.

Riberas se ha convertido, además, en el empresario de moda en España tras adquirir este mes de enero de 2018 más de 20 millones de

euros en acciones de Telefónica, donde forma parte del Consejo, y

convertirse así en el accionista individual de mayor peso de la compañía de telecomunicaciones con el 0,049% del capital, que equivale a casi 2,55

millones de acciones. Y se convertirá dentro de poco en el Presidente del Instituto de Empresa Familiar

El sofocón de septiembre

Pero tener tan buenas perspectivas y estar cotizando en los mercados tiene también sus contras. De hecho, los proyectos en marcha en los Estados Unidos de Gestamp le provocaron un sofocón en septiembre pasado por su mengua de beneficios. Allí la empresa cuenta con  más de 3.000 empleados e invirtió 500 millones de dólares entre 2012 y 2016.

Gestamp hizo un ‘profit warning’ y aunque la compañía mantuvo sus

objetivos de ingresos y rentabilidad a medio plazo en 2017, anunció que el

beneficio bruto de explotación se situaría entre el 5% y el 8%. La 

horquilla prevista inicialmente de entre el 9% y el 11%. No parecía una gran amenaza para una compañía que en 2016 tuvo un resultado bruto de explotación de 841 millones de euros, y que en el peor escenario

rondará en 2017 un Ebitda récord de más de 880 millones. 

La reacción del mercado, muy sensible en aquellos momentos de

finales de verano, fue inmediata y el lunes 12 de septiembre de 2017 la

acción cayó un 9,9%, desde los 5,83 hasta los 5,25 euros. La turbulencia en torno a Gestamp continuó y los días siguientes la acción cayó hasta un

mínimo de 5,04 euros. La capitalización del grupo, una de las mayores

entre las empresas que no cotizan en el Ibex 35, bajó por momentos de la

barrera de los 3.000 millones de euros.

Ya entrado el otoño la tormenta pasó y las acciones de Gestamp iniciaron

un lento, pero inexorable ascenso que le han llevado a cotizar esta última

semana de enero en el entorno de los 6,20 euros, rozando su máximo

histórico de 6,33, alcanzado el 17 de julio del pasado año. Así, La

capitalización de Gestamp es en la actualidad de 3.565 millones de euros y

la acción se ha revalorizado más de un 15% desde los 5,6 euros de salida

en abril pasado. Es más, JP Morgan o Bankinter dan todavía un buen

recorrido en el parqué a los títulos de Gestamp y acaban de situar su precio objetivo en 7 y 7,03 euros respectivamente.

Un sector intensivo en inversión

El sector en el que opera Gestamp, el de la automoción, tiene un carácter

altamente cíclico que depende muy mucho de la coyuntura económica del

momento o del precio del acero en los mercados internacionales y que

requiere, para no perder comba, una constante inversión, muy intensiva en capital. El presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco Riberas, anunció además hace unos días, con motivo del Spain Investors Day, que "para 2018, Gestamp seguirá invirtiendo de una manera fuerte, aunque hay que recordar que las inversiones de la compañía a largo plazo, no puntuales".

A falta de la publicación de los resultados financieros de la compañía en el

pasado ejercicio de 2017, en 2016 las inversiones en inmovilizado de

Gestamp alcanzaron los 725 millones de euros, lo que supuso un

incremento del 16,5 % en tasa interanual. Asimismo, Riberas recordaba que 2017 ha sido un "año fuerte" en la apertura de centros de innovación, con la inauguración de plantas en Shanghái (China) - "es el principal mercado del mundo, el que más va a crecer en los próximos años, por lo que para Gestamp es primordial ser un actor muy importante en este país", indicó Riberas-, o Detroit (Estados Unidos).

Los analistas advierten que esa fuerza inversora hace que Gestamp actualmente genere, aparentemente, poca caja debido a que el

gasto en inversiones que generan valor se come muchos de los

flujos de capital que genera la compañía. Pero consideran que esto es

algo temporal y que se debe al proceso de crecimiento que está llevando a

cabo la misma. Además, entre los inversores se habla de la, quizás,

excesiva deuda de la compañía (1.633 millones en 2016 y con un ratio

sobre el Ebitda en la actualidad de 2,5 veces). El objetivo de la compañía es reducirlo en medio punto a largo plazo.

El accionariado de Gestamp lo componen, según los datos de la propia empresa, la familia Riberas, a través de ACEK, con el 58,95%, la japonesa Mitsui con el 12,525%, un grupo de trabajadores de la compañía, que mantienen un 1,52%, y el 27% restante, que cotiza en bolsa. Gestamp pretende, de cualquier manera, seguir siendo una empresa familiar. Francisco Riberas, al que Forbes sitúa en el puesto 44 entre las personas más ricas de España, considera que es uno de sus principales activos y un reflejo de su manera de hacer las cosas y encarar los negocios.

Uno de los objetivos de la compañía

Sigue la expansión en China

Gestamp ha firmado esta misma semana un acuerdo de JV con Beijing Hainachuan Automotive Parts Co. Ltd. (BHAP), subsidiaria de Beijing Automotive Industry Group Co., Ltd. (Grupo BAIC), una de los principales grupos de automoción en el mercado chino, que produce automóviles tanto de marca local como para Daimler y Hyundai a través de sus acuerdos de JV con dichos fabricantes. La operación está sujeta a la
aprobación de la comisión especial china SASAC, así como a la de competencia y otras autoridades gubernamentales.
El anuncio aumenta la presencia de Gestamp en China con el inicio de las operaciones de su planta de Tianjin, que estaba en construcción, y la incorporación de una nueva planta en Pekín procedente del Grupo BAIC. Gestamp contará así en China con 11 plantas de producción. En 2016, las ventas de Gestamp en China ascendieron a 719,6 millones de euros con más de 4.300 empleados. Entre 2013 y 2016, la compañía invirtió 282 millones de euros en este país. Francisco Riberas, valoró que: “BHAP es un reconocido fabricante de componentes de automoción, como parte de BAIC Group. Tenemos un ambicioso plan de crecimiento en una zona con enorme potencial".

En 2018, Gestamp inaugurará igualmente al menos sendas plantas de producción en Tokio, con su ‘tecnología estrella’ de estampación en caliente, en la que son líderes mundiales, y con el hito que supone para una empresa española tener una fábrica en el exigente y emblemático mercado japonés; y otra en Eslovaquia, en la que ha invertido 133 millones de euros, y desde la que trabajará en exclusiva para Jaguar-Land Rover, que ensamblará en este país su Land Rover Discovery.

Gestamp se posiciona así como un claro líder del mercado del futuro puesto que es uno de los grandes players en la tecnología Hot Stamping (estampación en caliente). Un proceso de fabricación que se espera sea el más demandado en el futuro debido, entro otras cosas, a que gracias a él se consigue reducir el peso de los automóviles, lo que propicia que consuman menos combustible y sean menos contaminantes.

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