IAG traslada a Sepi la responsabilidad de espantar a otros postores de Air Europa

Aunque en el sector se lee el último acuerdo entre Iberia y Air Europa como una nueva patada hacia delante, la compañía propiedad de IAG ha recuperado posiciones en su carrera por la aerolínea española. El nuevo acuerdo aleja los fantasmas de un nuevo rival en la puja, gracias a un año de negociación en exclusiva y a otros tres de derecho de tanteo. La operación, no obstante, está sujeta al visto bueno de los acreedores de la compañía, principalmente el Gobierno, a través de la SEPI.  

El sí del organismo dependiente de Hacienda es clave para la concesión del préstamo de 100 millones de Iberia, como así reconoció ayer su matriz en un comunicado ante el regulador bursátil. La aerolínea española se convertirá de esta forma en el último acreedor de la compañía, por detrás también de la banca (Bankinter, Caixabank, Sabadell y Santander), que avaló la continuidad de Air Europa con un crédito ICO de 140 millones en los primeros compases de la pandemia.

Las fuentes consultadas inciden en que la SEPI ha estado al corriente en todo momento del estado de las negociaciones entre ambas aerolíneas. Hay que recordar que el organismo de Hacienda no solo prestó 475 millones de euros -el primer rescate del fondo de solvencia-, sino que nombró dentro de la propia compañía a miembros afines a la casa para que supervisaran el nuevo plan de negocio. 

Uno de ellos es Valentín Lago, CEO de Air Europa desde la inyección del rescate del Estado y ex precisamente de dos aerolíneas de IAG (Vueling e Iberia). Los otros dos hombres de SEPI son miembros del consejo de administración. Se trata de Juan Bujía y José Ángel Partearroyo, ex director general de Aviación Civil y actual director de participadas en el holding público (Correos, Red Eléctrica, etc.), respectivamente. 

Pese a las dificultades de Air Europa, el Gobierno siempre ha manifestado su interés por mantener la continuidad de la aerolínea. Con la ruptura del último acuerdo con Iberia, tanto la ministra de transportes, Raquel Sánchez, como la de economía, Nadia Calviño, han insistido en que el Ejecutivo tomará cualquier decisión que proteja los puestos de trabajo de la aerolínea. Calviño incluso abrió la puerta a que el Estado se convirtiese en accionista de la compañía, algo que no sentó nada bien entre la familia propietaria de Globalia

Fuentes de Transportes explican a La Información que dan "la bienvenida" al acuerdo, aunque todavía deben analizarlo. A priori, añaden, "no debería contemplar ninguna condición que nos impidiese apoyar el plan". Un portavoz oficial de la SEPI, por su parte, matiza que todavía no han recibido los detalles del pacto entre Iberia y Air Europa y, por tanto, tampoco han tenido tiempo de estudiarlo. 

Reunión entre Hidalgo y Gallego

El acuerdo se aceleró el pasado 4 de marzo, fecha en la que Luis Gallego y Javier Hidalgo, hijo de Juan José Hidalgo, dejaron de lado las llamadas telefónicas habituales y se reunieron de manera presencial, inciden las fuentes consultadas. El encuentro se produjo semanas después de que Iberia señalara públicamente y visiblemente enfadada que Air Europa ya negociaba con otros rivales. La aerolínea de Globalia era libre para hacerlo porque el marco de entendimiento marcado por las compañías para 2022 no lo impedía. 

Ahora ese error se ha enmendado, con un año de exclusividad para seguir negociando -sería el tercero desde que se firmó la primera operación- y un derecho de tanteo durante los tres siguientes por si vence ese periodo sin un acuerdo formal y aparecen de nuevo otros pretendientes. Iberia se ha reservado incluso la posibilidad de recuperar anticipadamente sus 100 millones si la familia Hidalgo decide finalmente no venderle la compañía.

Iberia se ha asegurado la exclusividad de negociar con Air Europa durante un año y el derecho de tanteo durante otros tres 

Hasta entonces, las conversaciones seguían produciéndose con resultado infructuoso. El último comunicado oficial se conoció a finales de año, cuando las dos compañías reconocieron que, ante las situaciones marcadas por la pandemia y el escepticismo de la Comisión Europea por los problemas de competencia, era imposible seguir con el planteamiento iniciado en 2019: comprar el 100% de la compañía. Tampoco valía el precio estipulado en noviembre de 2019 (1.000 millones) ni el reformulado tras la pandemia (500 millones).

El nuevo planteamiento de Iberia pasaba por comprar hasta un 49% de Air Europa, para así no consolidar la deuda de la aerolínea (600 millones, aproximadamente) en el balance de IAG, que se ha endeudado sobremanera durante la crisis de tráfico aéreo que ha provocado la covid-19. Esa condición se respeta en el nuevo pacto, pues los 100 millones a inyectar en la aerolínea en forma de préstamo no garantizado equivale a un 20% del capital, lo que arroja además una valoración idéntica a la fijada hasta hace unos meses.