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Extensión de la ronda de 2023

Mitiga capta 8 millones más para acelerar su software de gestión del riesgo climático con IA

Cofundadores de Mitiga, Alex Marti y Mauricio Hanzich.
L.I. / Cedida

Ocho millones de euros 'extra' para surfear una ola que llevan esperando años. La startup española Mitiga Solutions, creada como un 'spin off' del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona, capta más dinero como extensión de la ronda de financiación que cerró a finales del segundo trimestre del pasado año. Da entrada al fondo Elaia, que fue accionista de Holded y otras compañías locales, y a otros inversores estratégicos como Telefónica. La tecnológica pretende acelerar la adopción de su software con Inteligencia Artificial (IA) para detección y reporte de riesgo climático y de desastres naturales en los activos de las empresas después de que la regulación ya empiece a exigirlo en EEUU o Europa. Ya cuenta con varios millones de ingresos anualizados y buscan triplicar cifras este año 2024, con la mirada puesta en el mercado estadounidense.

Estos ocho millones de euros se suman a los 13 millones levantados en una ronda que fue liderada por Microsoft Climate Innovation Fund, un brazo de capital riesgo para respaldar a startups especializadas en soluciones para combatir el cambio climático. En esta nueva 'oleada', lidera Elaia con la participación de inversores existentes como la española Kibo Ventures o Faber y otros socios estratégicos. Entre estos últimos se encuentra Telefónica -que anunció la inversión de un millón de euros en febrero-.

Lo habitual en el mercado del capital riesgo para startups es que las extensiones posteriores de ronda impliquen condiciones muy similares a la primera ampliación. En este caso, según explica a La Información el cofundador, Alex Martí, estas notas convertibles tienen un tope de valoración (lo que se conoce en el argot como 'cap') varias veces superiores a la fijada hace más de un año. "Hemos podido escoger", apunta. Y se refiere a dos factores clave en la negociación: la enorme cantidad de dinero que sigue habiendo en los fondos y el mercado en el que operan. El software distribuido como un servicio de suscripción (SaaS) para empresas y en el segmento del clima es uno de los mejor vistos por los inversores. "Los fondos quieren invertir y a nivel climático se abre una puerta y hay una obligación regulatoria; todo se ha puesto muy de cara", apostilla.

Han intentado cerrar la operación lo más rápido posible y han evitado estructurar una nueva ampliación de capital. Pero querían tener gasolina y estar preparados para surfear esta ola. Hay una clave: la regulación. Como apunta Martí, una parte de las empresas cotizadas y con más de 500 trabajadores tienen que reportar el riesgo climático en sus activos físicos -eventos como inundaciones, olas de claro extremas, incendios forestales o sequías-. En total son unas 75.000 empresas nuevas, según sus cálculos. En Estados Unidos, se aprobó una normativa similar en marzo. "Esto va a suponer un efecto cascada", explica. Antes las compañías abordaban estos 'reportes' de manera voluntaria.

Su producto arrancó en el último eslabón de la cadena: el del aseguramiento frente a estos riesgos. Sus modelos de predicción, desarrollados en el Centro de Supercomputación de Barcelona, habían servido a reaseguradoras para plantear productos que protegieran esos activos. El año pasado decidieron cubrir la otra parte de la cadena: el 'reporting' de esos riesgos. ¿Cómo? Adquirieron la propiedad intelectual de la empresa británica Cervest para montar EarthScan, una plataforma de SaaS para hacer ese análisis. 

De esta forma se cubre desde la detección hasta la cobertura de las aseguradoras -con fórmulas para ejecutar 'colaterales' financieros que reduzcan esos riesgos-. Ellos cobran su suscripción al software y por la intermediación con las compañías de seguros. Pero su intención con este capital también es ir creciendo a través de adquisiciones con las que ofrecer más soluciones. Por un lado incorporando empresas que hayan trabajado la 'modelización' con inteligencia artificial de verticales como las inundaciones o los incendios para evitar tener que desarrollarlo internamente durante muchos meses. Por otro, en otros temas vinculados al riesgo de biodiversidad y otros más allá de las catástrofes naturales. 

Pero más allá de lo que es el 'reporte' puro de los riesgos, también quieren incorporar poco a poco en el software herramientas para personalizar planes de acción que reduzcan -antes de esa cobertura de seguros- los riesgos vinculados a los activos. De esta forma, se están internando en casos de uso en la renovación energética de edificios y pronósticos de fenómenos meteorológicos extremos personalizados para grandes clientes corporativos como Telefónica y la aseguradora alemana HDI.

No hay cifras concretas sobre el negocio, pero según explica el primer ejecutivo, hoy cuentan con varios millones de euros de ingresos anualizados recurrentes (lo que se conoce como 'ARR' por las siglas en inglés) de su software por suscripción. En cuanto a 'reservas' (o bookings) se superan la barrera de los 10 millones. Esperan que exista un fuerte crecimiento por esta mayor presión regulatoria para exponer y divulgar esos riesgos sobre los activos. Ahora, el foco estaba puesto en Europa pero a partir del próximo año el protagonismo lo adoptará Estados Unidos. Prevén que se mantenga este año el ritmo de triplicar ventas respecto al año anterior.

Es un mercado 'virgen'. Esto permite no tener que convencer para cambiar de proveedor porque, básicamente, uno se convierte en el primero. Hoy por hoy hacen una distribución directa de su software y también a través de alianzas comerciales con otros distribuidores como pueden ser las consultoras. Éstas podrán llevar a cabo en el futuro de manera directa una parte de ese 'reporting', pero no serán competidores directos. "Han surgido empresas para ese 'reporting', pero nosotros no sólo hacemos eso sino que ayudamos con modelos de predicción físicos, reducimos riesgos y aseguramos", apunta.

Mitiga hoy por hoy no es rentable, pues están en plena expansión, pero no quieren 'volverse locos' con el crecimiento para evitar ajustes posteriores para acercarse a la rentabilidad. "Hemos tenido la oportunidad de tener mucho más dinero pero a más velocidad; ahora mismo no necesitas 100 millones", apunta. La plantilla actual suma unos 80 empleados, a los que se han ido sumando perfiles menos técnicos y más orientados a ventas. "No es un proyecto de 300 personas; tenemos una o dos etapas más de crecimiento y luego optimización; este no es un proyecto de ir de 80 a 800 trabajadores", explica.

Periodista económico nacido en tierras andaluzas (Jaén, 1983). Me incorporé al equipo de La Información a principios del año 2018 para cubrir el sector de las telecomunicaciones, las startups y las grandes empresas tecnológicas. Anteriormente, me ocupé de la misma área informativa en el diario 'El Español' desde su fundación. Durante los años previos colaboré en diversos medios como 'El Confidencial', 'Expansión' y las revistas 'Forbes' o 'Emprendedores'.

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